En la tarde de ayer, frente al Monumento a la Madre que se encuentra la Plaza «General Belgrano», tuvo lugar la realización de una interesante asamblea itinerante contra la violencia de género. La misma, congregó un importante número de concurrentes, quienes presenciaron la puesta en escena de la obra “Voces del Silencio”, del grupo de danza-teatro “Mujeres en la Esquina”.
En la oportunidad, también se realizó una charla debate y, seguidamente, los asistentes plasmaron sus reflexiones o inquietudes en una bandera.
Alejandra Arostegui, al dirigirse a los presentes, explicó que “en las asambleas que se realizan los días jueves se resolvió efectuar una asamblea itinerante una vez al mes, para salir a los espacios públicos de la ciudad”.
“Están –añadió- todos invitados para participar los días jueves en las asambleas que se realizan en el C.I.C. Allí no solamente hablamos sobre la violencia en los términos del asesinato, del femicidio o del golpe, sino también para invitar a todos los hombres y mujeres a pensar la problemática de género, las diferencias que tenemos cada día, sin que necesariamente sea un golpe o un maltrato físico”.
“Cada día en nuestras casas, en la vida cotidiana, en la reproducción de este sistema tenemos muchas situaciones de violencia de género. La idea es pensar- nos mujeres y pensarnos hombres, para construir una sociedad más justa”, dijo Alejandra.
Por su parte, Carolina Munar, refirió que “este evento está dedicado a Sandra Villalba, vecina, madre, obrera y mujer”.
En esta asamblea itine- rante se contó con la presencia de representantes del grupo “Mujeres por la equidad de género”, que desde hace un año y medio está trabajando en la ciudad de General Pinto. Una de las integrantes del mismo, al hacer uso de la palabra frente al público, manifestó su “alegría porque que la zona apareciera otro grupo con la intención de luchar por la equidad de género”. Al mismo tiempo, consideró que “el problema de la violencia no es exclusivamente el femicidio o el maltrato físico; todo esto está generado por una sociedad que educa distinto a varones y a niñas, donde se fomenta el sometimiento, las jerarquías”.
“La lucha por la eliminación de la violencia de género también tiene que ver con la construcción de un mundo más justo e igualitario. Es un trabajo que se debe hacer cotidianamente, en todos los ámbitos, estudiando los cada uno a nosotros mismos para conocer en qué medida reproducimos los modelos que heredamos y que son injustos; de qué manera tratamos de vencer en nosotros mismos esos mandatos sociales”, afirmó la representante de “Mujeres por la equidad de género” de General Pinto.
“Una mujer defendió su derecho, una mujer pelea por su dignidad”, fue la frase con que, la obra “Voces del Silencio” concluye. Ciertamente se trata de una afirmación sustancial, que es menester que todas las personas graben fuego en su mente, para transformarla en acto ante cualquier tipo de violencia de género.
El sábado 14 de enero se desarrolló un Torneo Zonal de Natación en el Club Atletico 9 de Julio con la participación del CEF N° 11 y Club Huracan de Carlos Casares, el Club Estudiantes Unidos de Pehuajó, el Club Libetad y el Club Atlético de 9 de Julio.
No puede precisarse con exactitud la época más remota en la cual pudo haberse manifestado un interés comunitario o institucional por el cultivo de la música o el arte “campero” o “criollo”. Ciertamente, a comienzos del siglo XX arribaron a 9 de Julio, en esporádicas presentaciones, algunos cultores de la música popular, folklórica. En febrero de 1906 el prestigioso payador Gabino Ezeisa , acompañado por un guitarrista, ofreció una demostración de su arte en el teatro “Rossini” (véase el periódico “El Porvenir”, año XI, nº 1.188, 9 de Julio, 25 de febrero de 1906, pág. 1).
En la noche del sábado último, alrededor de las 22 horas, en la intersección de las avenidas Cardenal Pironio y Tomás Cosentino, se produjo la colisión de dos vehículos, un Renault 12 y un utilitario. Como producto de este impacto se produjeron abolladuras en los vehículos pero, afortunadamente, no debieron lamentarse víctimas personales.