Es el espejo que me ofrece una explicación a lo que estoy juzgando y a la manera en que lo estoy haciendo. Si me enfado por lo que hacen quienes me rodean, quiere decir que estoy juzgando exactamente la actitud que me provoca ira. Por consiguiente, he de trabajar en esto para eliminar el juicio y, con él, el enfado, la rabia o cualquier otro malestar que sienta en cada momento, con independencia de qué o cómo sea lo que está sucediendo fuera.¨
El espejo del juicio es el espejo de la condena. Si hay algo que te molesta es porque no lo aceptas.
Atraes hacia ti todo aquello de lo que te quejas, lo que te irrita, lo que quieres cambiar o enjuicias del otro, dado que; está dentro de ti.
El juicio etiqueta la opinión, la condena, y nunca es objetivo, siempre es subjetivo, siempre estará de acuerdo a la forma del paradigma del cual proviene.
Si condeno lo que estoy manifestando, me estoy condenando a tener que volver a vivirlo de nuevo si, o sí. Por lo tanto se proyecta afuera para ser resuelto.
El conocido juicio de “yo en ese lugar hubiera….”, es inaplicable, Difícilmente alguien podría hacer algo diferente a lo hecho por alguna persona en determinada situación, porque sencillamente esa persona tiene una historia personal, un inconsciente individual, permeado de un inconsciente colectivo, por su crianza, cultura, afinidad a determinados paradigmas, etc., y cada persona hace solo y exclusivamente lo que puede hacer en ese momento de evolución de su ser.
Por lo tanto juzgar el lugar del otro no debe quitarnos tiempo en atención más que para verlo como un espejo de nuestro propio prejuico. Entonces se gana tiempo en uno mismo.
Propósito de reconocer este espejo:
1) Reflejar donde enfoco mi carga emocional densa o negativa, para así reconocer el poder enorme (bien orientado) que tengo con mi atención en mi emoción.
2) Enseñarme a aceptar que detrás de cada cara oscura, hay una historia personal.
3) Mostrarme en qué me autocondeno.
Ejemplo: Tú eres Yo en otro cuerpo.
Si consideras que existe la carencia, en tu presente habrá carencia. Quizás se represente con un mendigo que te pide limosna, si lo ayudas lo condenas a seguir mendigando, si le recuerdas que él ya es abundante lo liberas!
Y te liberas, porque el otro tú se libera de la opresión en la que lo encerraste.
Namasté, mi alma saluda a tu alma.
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Rosana Garcia Torrelles.
Analista de Sistemas
Maestra de Reiki Usui
Deeksha Giver Oneness
Practitioner de Flores de Bach
Facilitadora en Registros Akáshikos
Especialista en Astromedicina, Numerología y Tarot.
