spot_img
spot_img
11.7 C
Nueve de Julio
viernes, abril 26, 2024

El Dr. Horacio Baglietto se retira de la profesión médica 47 años de una impecable trayectoria

baglietto3En el transcurso de la semana última, tal como lo había anunciado hacía un tiempo, el Doctor Horacio Baglietto ha culminado su impecable trayectoria como médico. Luego de 47 años de labor ininterrumpida ha decidido retirarse del ejercicio de la medicina.
Hemos tenido la oportunidad, por diferentes circunstancias, de dialogar, en estos días, con muchas personas, de diferentes edades, que han sido pacientes del doctor Baglietto. Todos, en igual sentido de consonancia, han compartido muchos y muy gratos recuerdos vividos con su querido médico.
Entrañable y apreciado por todos quienes han sabido de su dedicación y correcto desempeño profesional, no solamente echarán de menos el  médico sino también al amigo, al consejero, al hombre que siempre acudía toda vez que se lo llamaba a un domicilio y ante una emergencia, sea cual fuere la hora o la circunstancia.
Nacido en 9 de Julio el 6 de abril de 1945, fueron sus padres Domingo Raúl Baglietto y Marta María Cabrer. Su infancia transcurrió en la zona rural, habiendo cursado sus estudios primarios en la Escuela Nº 26.
Como sus padres observaron en él cualidades para el estudio, pues desde niño disfrutaba del placer de la lectura, decidieron enviarlo a 9 de Julio, a la casa de sus abuelos. El último año de la escuela primaria lo cursó en el Curso de Aplicación, que funcionaba en el antiguo edificio del Colegio Cavallari, en la calle Hipólito Yrigoyen entre La Rioja y Bartolomé Mitre.
Sus estudios secundarios los realizó en la Escuela Nacional de Comercio, en la esquina de San Martín y Libertad, donde egresó con el título de Bachiller, en el año 1962.
Durante los cinco años de la escuela secundaria, vivió en la casa de sus abuelos, don Natalio Baglietto y doña Carolina Chiesa, en la calle Hipólito Yrigoyen entre San Martín y Salta. Por ellos conserva un entrañable recuerdo.

LA MEDICINA

Siendo adolescente, el doctor Horacio Baglietto, tuvo la certeza de sentir la vocación hacia la medicina. En esos años, acostumbraba leer libros y artículos que refirieran sobre temáticas vinculadas con esa profesión. Más aún, cuando se encontraba en cuarto año de la escuela secundaria ya tenía decidido abrazar la carrera.
Hacia 1963 ingresó a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de la Plata.
De su etapa de formación como médico, fue el doctor Fidel Schaposnik, profesor de Clínica Médica, quien más influyó. Precisamente, en el servicio de Clínica Médica del Hospital San Martín, donde Baglietto realizó sus prácticas, el doctor Schaposnik era jefe de la Sala Tercera.
En los años en que, el doctor Baglietto, finalizaba sus estudios universitarios no existía aún la residencia médica; pero, se encontraba el Practicantado rentado, que realizó en los hospitales de Haedo y Magdalena. Asimismo, cursó la especialización en Gastroenterología y Aparato Digestivo y Clínica Médica y, durante cuatro años, ejerció su profesión en el gran Buenos Aires.
En 1972 retornó a 9 de Julio, comenzando a trabajar como médico ad-honorem en el Hospital «Julio de Vedia» donde, un año más tarde, fue nombrado médico de Guardia. Paralelamente, ya había abierto su consultorio particular en su casa paterna, de la calle Salta entre Robbio y Libertad.
Después de ejercer durante muchos años en el Hospital, donde alcanzó el cargo de Jefe de Clínica Médica, se acogió a los beneficios de la jubilación. No obstante ello prosiguió hasta la actualidad ejerciendo la medicina, en forma privada, en su consultorio, ubicado en la esquina de Libertad y Ramón N. Poratti y en Clínica Independencia.
Si bien el doctor Baglietto se ha desempeñado especialista en Gastroenterología, lo fue también en Clínica Médica. Este hecho le permitió estar en contacto con muchos pacientes, como médico de familia.

CLAVES EN EL EJERCICIO DE LA MEDICINA

En ocasión de mantener una entrevista con EL 9 DE JULIO, un par de años atrás, el doctor Baglietto no  afirmaba que «toda persona joven  que se propone llegar a una meta lo puede lograr; porque, tanto en el estudio como en el trabajo, así como en todos los órdenes de la vida, la constancia tiene un valor muy importante».
«Quienes deseen  -añadía- estudiar medicina, primero deben querer a las personas; es decir, tener en claro el sentido humanístico de esta profesión, buscando primero de comprender y ayudar  al paciente. Ver en el prójimo, en el paciente que se acerca al consultorio, a una persona que necesita ayuda», reflexiona.
«Si un joven tiene respeto y ve a la otra persona  desde el punto de vista humano, está dando un paso importante para ser un buen médico; porque, escuchar, comprender y respetar al paciente es fundamental», afirmaba.

UN RECUERDO IMBORRABLE

De su paso por la medicina, a lo largo de 47 años,, el  doctor Baglietto deja un recuerdo imborrable en su comunidad, en sus pacientes.
No cabe duda que a muchos les costará acostumbrarse a no disponer de la consulta con su médico amigo de tantos años; no obstante ello, no faltarán quienes se emocionen o se alegren cada vez que lo encuentren en la calle y se dirijan a él para estrecharles un merecido abrazo.
¡Gracias, Doctor Baglietto, por su labor en la medicina; por el ejercicio de una vocación hacia la profesión, con tanta integridad y prestancia!

Más noticias