Le faltó muy poco a Once Tigres para lograr una nueva hazaña. Anoche quedó eliminado del Argentino B al caer derrotado 1 a 0 por Alvarado en el Estadio Mundialista de Mar del Plata, a 15 minutos del final. Con el empate el equipo de 9 de Julio se hubiese metido como segundo de la Zona B, detrás de Villa Mitre (venció 2 a 1 a Ferro), pero no lo aguantó. Los marplatenses tuvieron un cabezazo salvador de Eric Dierckx y así el representativo de 9 de Julio quedó en el camino. Ahora Alvarado se eliminará con El Linqueño y Once Tigres se despide hastala próxima temporada de esta misma categoría.
Once Tigres debía ganar para no depender de nadie y el empate también le servía, siempre y cuando perdiera Ferro, cosa que finalmente ocurrió. Pero el equipo nuevejuliense que llegó al duelo decisivo con cinco bajas en su formación titular, dio todo y estuvo a un paso de acceder a una nueva ronda.
Como en todo el partido, la etapa inicial se jugó con dientes apretados, nerviosismo, imprecisiones y jugadores disputando cada pelota al límite. Los dos se jugaban clasificación o eliminación.
Alvarado intentó tomar la iniciativa. Noto plantó un equipo ofensivo, con Cornejo recostado por la izquierda del mediocampo, y tres puntas como Galeano, Rivas y Sosa. Once Tigres, ejerció una presión constante en el mediocampo que en gran parte de la etapa le dio resultados, y también generó infracciones que le otorgaron al local jugadas de pelota detenida.
De entrada, Cornejo y Christovao tuvieron sus oportunidades, con malas definiciones.
Con el correr de los minutos el partido fue elevando su temperatura. Una infracción de Esquivel sobre Montenegro dentro del área (penal no sancionado) desató la bronca de Once Tigres porque podría haber cambiado el rumbo del partido. Después, enseguida hubo una mano en el área de Alvarado que el árbitro tampoco vio.
Alvarado, pese a algunas imprecisiones, generó peligro. A los 32´ el arquero Cacho no pudo controlar la pelota en un tiro libre y Christovao no alcanzó a cabecear. Pero sin dudas, las dos chances más claras las tuvo Rivas antes del descanso. Primero, recibió un centro atrás de Galeano, y elevó de primera su remate. Luego, Erviti habilitó al lapridense, que se acomodó y desde el punto de penal también falló en la definición.
Para el segundo tiempo Noto se jugó el todo por el todo, necesitado del triunfo sí o sí, ante un Once Tigres al que el empate -con la derrota parcial de Ferro- le servía para clasificar, conociendo que en ese momento Villa Mitre vencía sin problemas a Ferro Carril Sud.
A los 3´ Rivas otra vez falló de cabeza. Luego, entró Dierckx por Cornejo para quedar con cuatro puntas. Por momentos centralizando demasiado el juego, Alvarado fue por el triunfo como pudo. A los 16´ Sosa falló su remate tras una mala salida de Once Tigres.
En la primera llegada seria de la visita, a los 26´, apareció Chiappa para salvar un remate de Bossio, tras pase atrás de Ascani.
Alvarado buscaba y no podía. Una muestra del sufrimiento fue una doble acción desperdiciada: a los 27´ Rivas cabeceó en la puerta del área chica, tapó Cacho con los pies y en el rebote, Sosa reventó el palo.
Pero el nerviosismo, la ansiedad, se transformaron de inmediato en euforia: a los 30´ Galeano ejecutó un tiro de esquina desde la derecha, Dierckx se anticipó en el primer palo y peinó la pelota al palo opuesto de Cacho. El gol de Alvarado fue decisivo.
Ingresaron Pablo Maccagnani, Joaquín Vivani y el propio Daniel González que aún sin estar en su mejor forma hizo su aporte en los últimos minutos.
De allí al final, Alvarado por momentos logró hacer pie con la pelota en su poder, especialmente con Galeano y Erviti, pero no aprovecharon las chances generadas de contra. Once Tigres buscó en la desesperación, y tuvo el empate a los 44´: tiro libre de Ascani, Chiappa salió lejos en un mal cálculo, y Maccagnani «peinó» la pelota de espaldas, que pasó afuera por centímetros y nadie pudo empujar.
Fue lo último. Alvarado cerró una noche inolvidable. Once Tigres se despidió con tristeza y, al mismo tiempo, la frente muy alta porque el equipo cayó de pie dando todo ante uno de los grandes de la categoría en un escenario en el que nunca pudo sumar.
