




Se cumplen 30 años de la inauguración de la Terminal de Omnibus de 9 de Julio. Se trata de uno de los edificios emblemáticos de 9 de Julio, diseñado y construido con visión de futuro. Después de 30 décadas, sigue acorde a las exigencias, más allá de la falta de un mantenimiento adecuado. Fue inaugurado el 29 de diciembre de 1995. «EL 9 DE JULIO» reunió a los arquitectos que participaron del proyecto Santiago Erbiti, Enzo Gallelli y Claudia Pisani, recordando a Eduardo Merlo -fallecido el 2 de noviembre de 2016-.
La obra financiada con recursos provinciales se llevó a cabo en el marco del «Plan de Reconstrucción para el Interior Bonaerense», destinado a obras distritales, en gestiones de Eduardo Duhalde como Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y el recordado Jesús Abel Blanco como intendente municipal. La empresa a cargo de la construcción fue Amílcar Marucci SRL.
Además del Intendente Blanco y los arquitectos, participaron del acto inaugural el Ministro de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires Hugo Toledo, entre otros funcionarios y legisladores provinciales y locales, con mucho público por las expectativas que había generado.
PASOS PREVIOS
En 1993 el entonces Intendente Jesús Abel Blanco convocó a la Sociedad de Arquitectos, para llevar adelante distintos anteproyectos. Si bien se eligió el anteproyecto de Santiago Erbitti, internamente la entidad profesional votó la conformación de un equipo de cuatro arquitectos. Fueron elegidos Erbiti, Gallelli, Merlo y Pisani.
Enzo Gallelli reconoció que «no fue difícil hacerlo porque entre los cuatro teníamos cierta amistad, sabíamos el trabajo que hacía cada uno y cómo pensaba cada uno. Se desarrolló sobre la idea de Tago -Erbiti- y a través de los años el funcionamiento de la Terminal no varió».
Gallelli recordó que por su particular diseño, se destacó por su originalidad, siendo considerada como «una de las mejores terminales del país, no había terminales como esta. Después se fueron haciendo algunas». Además consideró Gallelli que «hace 30 años que 9 de Julio no tiene una obra pública de esta envergadura», afirmación que fue reafirmada por Erbiti y Pisani.
DISEÑO CON IDENTIDAD PARA UN EDIFICIO PUBLICO
En cuanto a la concepción y el Arq. Santiago Erbiti comentó «los cuatro teníamos la visión de hacer un edificio de uso público, respetando la terminal vieja y tomando como escala el edificio de la Cooperativa. No era cualquier zona de 9 de Julio, ya había edificios emblemáticos».
Tuvieron en cuenta la división de las dársenas -once en total- del edificio y no caer en un gran techo que era lo convencional Ese diseño con forma de abanico genera un impacto visual, llamando la atención. Al respecto Erbiti explicó que la idea era «marcar la llegada», encontrarse con esa vista cuando arriba cada ómnibus es una forma agradable de recepción a los pasajeros.
Aclara Erbiti que «generalmente las terminales como los aeropuertos se clasifican como no lugares. Un lugar tiene características propias, casi domésticas. A veces las terminales y aeropuertos no tienen impronta familiar. No hay un lugar donde el pasajero al llegar, sea bien recibido».
Recuerda Gallelli que la comunidad pedía un cambio, se logró «un edificio con personalidad». Claudia Pisani consideró que «la terminal nos da identidad, no se parece en nada a otras terminales de la Ruta 5. Sabíamos que 9 de Julio seguía creciendo, pero nos parecía que la Terminal debía seguir estando en el mismo lugar. Se logró integrar el edificio de la terminal vieja, que también es un edificio antiguo. Está la posibilidad de comunicarlas, abriendo la pared, nunca pasó pero se puede integrar».
CAMINO AL ANDAR
Si bien no recuerdan con exactitud, la obra desde el inicio hasta la inauguración se extendió por más de un año.
En 1994 se llamó a concurso licitatorio a nivel provincial. La empresa encargada fue una UTE de La Plata. Gallelli señaló que «se trabajó muy bien con la empresa».
Los ingenieros y los propietarios se instalaron en 9 de Julio. Cumplieron con los pliegos, no cambiaron nada. Teníamos diálogo, teníamos muy buen trato en la obra.
Claudia Pisani recordó que «como profesional para mi fue un desafío, fue muy motivante». El equipo de profesionales se encargó de seguir paso a paso la obra, cuidando distintos detalles, en un trabajo en conjunto con la empresa.
DERRIBANDO UN MITO URBANO
Uno de los mitos urbanos, que aparecían en el imaginario colectivo, que se derribó en el momento del uso era que «los micros no entraban». En la década del 90 casi todos los ómnibus eran de nueva generación, con mayor altura al ampliar la capacidad en el transporte de pasajeros.
Era el debate popular. Recordó Santiago Erbiti que Estela Orbea la esposa del recordado Eduardo Merlo, en una clase de gimnasia, un tiempo antes de la inauguración intentaba hacer entender que no había dificultades con respecto a la altura cuando alguien comentó: «saben que no entran los colectivos en la Terminal, porque chocan». Eso quedó descartado de plano con el uso.
NOMBRE «JESUS ABEL BLANCO»
El 20 de agosto de 2012 se le impuso el nombre de «Jesús Abel Blanco» al edificio de la Terminal de Omnibus de 9 de Julio, en recuerdo al Intendente que impulsó la obra desde el Municipio.
30 AÑOS DESPUES
Santiago Erbiti reflexiona manifestando que «una ciudad se hace con muchas cosas, también se le da identidad en edificios que pueden convertirse en referencia, que marcan la identidad de una ciudad. Sin haberlo pensado, la Terminal se va convirtiendo en un edificio que tiene esas características». Enzo Gallelli, agregó lo bueno es que «después de 30 años sigue cumpliendo esa función. La circulación de la gente está muy clara, de todos los sectores».
La Terminal cumplió con creces el nuevo concepto, y se mantiene actual y funcional, tres décadas después. Con el correr de los años, en esta última etapa se sumó la oficina de seguridad municipal del GUM. Además del uso, se está cumpliendo con el aprovechamiento en exposiciones de fotografías y pinturas.
Fue un desafío diseñar en una zona en el contexto arquitectónico de otros edificios como el de la Cooperativa elaborado por Alejandro Rocca, el Edificio de la Usina, construido por la Empresa Bai Hermanos y el edificio de la vieja terminal diseñado por el Ingeniero Baztarrica.
AGRADECIMIENTO
«EL 9 DE JULIO» agradece a los arquitectos Erbiti, Gallelli y Pisani quienes se prestaron ante la convocatoria periodística, compartiendo una entrevista enriquecedora que permite valorar la historia reciente, la concepción de la obra, el patrimonio arquitectónico, destacar la importancia de un edificio público, pos de la comunidad. Los 30 años de la Terminal de Omnibus fueron un momento oportuno para tener otra visión, con el paso del tiempo de una obra modelo. Del mismo modo los arquitectos agradecieron el recordatorio y la iniciativa.



