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Nueve de Julio
miércoles, junio 25, 2025

Celebración de “Corpus Christi” en 9 de Julio

“La presencia del Señor en nuestra vida como alimento, reaviva el don nuestra fe”


El domingo 22 de junio en horas de la tarde tuvo lugar la celebración del santísimo cuerpo y sangre de Cristo en la Iglesia catedral “Santo Domingo de Guzmán” de la ciudad de 9 de Julio presidida por el obispo diocesano monseñor Ariel Torrado Mosconi, concelebrada por el obispo emérito monseñor Martín de Elizalde osb. Participaron los sacerdotes de la ciudad, un diácono permanente, religiosas de varias congregaciones, numerosos fieles entre los que destacaban niños y niñas que había recibido recientemente su primera comunión.
La celebración se prolongó en un momento de adoración eucarística -al no poder llevarse a cabo la procesión hasta el santuario de Nuestra Señora de Fátima por las inclemencias del tiempo- en la cual se fueron intercalando reflexiones, oraciones y cantos, luego de lo cual el Prelado diocesano impartió la bendición solemne con el Santísimo Sacramento y se hizo una procesión por el interior del templo catedralicio que finalizó con la reserva de la Eucaristía en el sagrario. La celebración culminó en un clima festivo de animados cánticos entonados espontáneamente por los fieles.


En la homilía, el Pastor diocesano comenzó recordando el milagro eucarístico de Bolsena en Italia que dio origen a esta fiesta popularmente conocida por su denominación latina como “Corpus Christi”. “La presencia del Señor en nuestra vida como alimento, reaviva el don nuestra fe y nos llama a llevar una vida, una existencia, toda ella eucarística en la donación, la entrega, la capacidad de compartir, de compasión, de obras de amor” sostuvo. Dirigiéndose a los niños, les recordó que el Carlo Acutti -que será canonizado en septiembre próximo- fue un adolescente que destacó por su piedad eucarística, y que también la fomentaba en los demás dando a conocer los signos o milagros eucarísticos que sucedieron a lo largo de la historia, entre lo que comentaba también el ocurrido en Buenos Aires en la década de los noventa del siglo pasado. Finalmente, haciendo referencia al texto evangélico de la misa, llamó a todos a ser agente de comunión tanto en la comunidad cristiana como en la sociedad: “La unión con el Señor, nos lleva de por sí a la unidad en el amor con los demás. En la vida de gracia, cuando compartimos el don de Dios no sólo crecemos, sino que hay abundancia, una realidad de amor que no se acaba”.

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