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Nueve de Julio
sábado, abril 20, 2024

Un deportista y profesor ejemplar

• Fue un deportista y profesor notable en la ciudad de Tandil.
• En su carrera participó como triatleta en diferentes competencias, obteniendo los títulos de campeón nacional.
• A nivel internacional, en Estados Unidos, Chile, Brasil, España, México, Alemania y Bélgica también conocieron de su capacidad deportiva.
Representó al Club Náutico del Fuerte de Tandi y ganó nueve Piedras Movedizas de plata (premio que es entregado anualmente en Tandil), como excelente deportista y mejor persona.
* Un Jardín de Infantes, en el Paraje de Arroyo Seco, lleva su nombre.
* Su madre es oriunda de 9 de Julio.
* Visitó muchísimas veces la ciudad de 9 de Julio, donde actualmente vive su abuela materna.
* Su carrera se vio truncada con un trágico final, cuando se dirigía a dar clase a un establecimiento educativo de su ciudad.

Marcelo Raúl Federico fue un talentoso deportista, que se destacó no solamente por su excelencia como triatleta sino también por la calidad de su persona.
Hijo de la nuevejuliense Nélida Susana Colman Prezzavento y de Francisco José Federico, había nacido en la ciudad de Tandil, donde fue uno de los deportistas más destacados.
Después de haber sido alumno en el nivel inicial en el Jardín de Infantes Nº 901, curso sus estudios primarios en la Escuela Nº 2 y los culminó en Escuela Nº 11, en su ciudad natal. Seguidamente prosiguió su formación secundaria en la Escuela de Educación Técnica   Nº 1 «Felipe Senillosa”, donde obtuvo el titulo de Técnico químico».
Antes de finalizar sus estudios secundarios, Marcelo sintió su vocación hacia la enseñanza, manifestando su interés en ser profesor de Educación Física. En efecto, se graduó con ese título en la ciudad de Olavaria. Ni bien se recibió dejó todas sus cosas y, en bicicleta, viajó a Tandil en casi 4 horas.

PRESTIGIO NACIONAL E INTERNACIONAL
Marcelo Federico era un prestigioso triatleta, de reconocimiento en el país. Había logrado posicionarse en campeonatos nacionales y provinciales y había participado en competencia realizada en Estados Unidos, Chile, Brasil, España, México, Alemania y Bélgica.
Entre sus triunfos se cuenta su título de Campeón Argentino de Duatlón en 2004 en Entre Rios y Campeón Mundial en el 1999 en Estados Unidos.
Profesor de educación física e histórico número uno de Tandil, Marcelo Federico se convirtió en un referente del triatlón argentino con éxitos como su corona mundial de duatlón en su categoría, gracias a su victoria de 1999 en la prueba estadounidense de Carolina del Norte; su condición de finisher en el IronMan de Hawaii y campeón sudamericano de canicross junto a su perra Marga, sumado a más de un centenar de títulos nacionales en distintas distancias y especialidades.
Su primera participación en el deporte, lo hizo desde muy jovencito subiendo a las Sierras de las Animas. Su primera competencia la había ganado en la ciudad de Necochea y su primer campeonato en la ciudad de Entre Ríos.
Su fuerte era su bicicleta, participaba en la carrera de Tandilia, en bici-cross, en El Hombre de Piedra, entre más. Su forma de correr su elegancia, su figura se distinguía de lejos. Excelente profesor que contaba con permisos especiales para viajar, pero ni bien él llegaba,  igualmente,  recuperaba las clases a sus alumnos.
Viajó mucho, conoció casi toda la  Argentina, con mucho esfuerzo y sacrificio, ayudado por sus amigos, gente de Tandil, y con pasajes pagados con mucho sacrificio, ya que no consiguió un sponsor oficial.
Respetado por su talento deportivo, Marcelo Federico era querido y admirado por su forma de ser; accesible; sencillo y siempre dispuesto a brindar sus conocimientos y experiencia a quienes recién se iniciaban en las pruebas combinadas. Así se transformó en un guía de todo tandilense que corría; nadaba o pedaleaba.
En cierta ocasión, el editor de la revista “Perfil Extremo”, junto a Mariano López Guerrero, el periodista Gastón Hernández definió a Marcelo Federico como “un triatleta de tremenda jerarquía que fue el principal promotor de las pruebas combinadas en nuestra ciudad donde la gente se acercaba a estas disciplinas alentada por el ejemplo y las enseñanzas de Perico“. Docente de la escuela normal local y padrino de un complejo de actividades deportivas, Marcelo Federico jamás dejó de trabajar pero tampoco abandonó la categoría Elite, combinó ambos roles que muchas veces se tornan incompatibles y mantuvo su nivel competitivo a pesar de la falta de apoyo suficiente para costear viajes; hospedajes; equipamiento e inscripciones, a tal punto que subió a un podio con una remera que lucía la inscripción “no tengo sponsor”.

UNA PERSONALIDAD EJEMPLAR, UN GRAN HIJO, PADRE Y ESPOSO
Marcelo Raúl Federico invirtió el tiempo de su corto tránsito, en cincelar con paciencia su aura inalcanzable, en hacer de su existencia un lapso fructífero, basado en el esfuerzo personal, en la superación constante. Sin ser un elegido, sin contar con beneficios heredados fue su indomable corazón y sobre todo su ciclópea tenacidad la que lo erigió en el faro de los comunes, de los que imaginan la gloria en secreto.
Marcelo fue, asimismo, buen hijo, padre y esposo, amigo fiel, en su trayecto profesional docente ejemplar, comprometido muchas veces con pequeñas comunidades a las que entregó su tiempo y en las que dejó su marca campechana.
Su extenso palmarés ratificó una conducta, una entrega constante para demostrarse y demostrar que se puede desde el trabajo, desde la perseverancia, desde ese lugar anónimo que muchas veces se nos aparece insignificante. Marcelo pintó su aldea de simplicidad para hacerse dueño del universo.

SU FAMILIA
Marcelo era el mayor de cuatro hermanos; a él le siguen Valeria, Juana  y Alejandra. Estaba casado y tenía un hijo de tres años y otro por nacer, Manuel y Faustino Marcelo quien nació el día 20 de abril del 2006. Al producirse su muerte, Juanita, su hermana, también estaba embarazada; y su sobrina Jazmín nació el 17 de abril, en consecuencia, los chicos se llevan solo tres días.

PALABRAS FINALES
El  lunes 13 de febrero del 2006, el primer día de clases en que los docentes debían asumir sus funciones, Marcelo fue atropellado por un automovilista por la Ruta Nacional 226 sobre el acceso al Cerro Leones en su ciudad de Tandil. Marcelo murió atropellado por un Fiat Duna al mando de un remisero ,cuando se dirigía a la Escuela Nº 3 de la Base aérea, una de los establecimientos donde trabajaba.
Su muerte trajo una profunda congoja en su comunidad. Sus restos descansan en el cementerio municipal de Tandil, donde fueron despedidos por inmensa cantidad de personas, una caravana de ciclistas y compañeros, con sus equipos coloridos, en medio de estruendosos aplausos.
A fines de 2010, su nombre le fue impuesto al Jardín de Infantes Nº 919 de Arroyo Seco. También, su nombre se encuentra estampado en el salón de Educación Física de la Escuela Nº 32; el Patio de Educación Física de la Escuela Normal; la biblioteca del Barrio Selvetti; una pista de ciclismo, recientemente inaugurada y un monolito en la rotonda del lago, entre otros.
Tal como lo indica un artículo periodístico publicado en el diario “La voz de Tandil”, “fue un ejemplo en cada uno de los lugares que ocupó, como deportista, como profesor y también en el seno de su familia; en el ambiente del deporte se lo extraña, nadie ha podido igualarlo y todos sus colegas extrañan a ese gran compañero con quien compartían cada largada”.

Fuentes de información:
– Información aportada por su madre, Nélida Susana Colman Prezzavento.
– ABCHoy – Portal Digital de Noticias.
– Diario “La voz de Tandil”.
– “El Eco de Tandil” (www.eleco.com.ar),
– Asociación Duatlón Triatlón Tandil.
– http://atletas.info/4-anos-sin-marcelo-federico/
– http://www.eldepornauta.com.ar/el-triatlon-no-olvidanadie-olvida-a-marcelo-federico/

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