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Nueve de Julio
viernes, abril 19, 2024

«Viajando se fortalece el corazón…»

* Nacido en la ciudad de Trenque Lauquen, siendo muy joven se radicó en 9 de Julio.
* Artesano de gran talento, confecciona desde esculturas en madera hasta veladores especiales realizados con partes naturales, de muy buen gusto.
* Excelente ejecutante del acordeón a piano, ha tocado con conocidas figuras del ambiente artístico nacional.
* Viajero incansable, ha recorrido infinidad de ciudades y caminos, siendo participe de curiosas aventuras.

Si en alguna oportunidad de su vida, Luis Zanollo, convecino de 9 de Julio, ahora radicado en El Provincial, se apretara a relatar, a modo de memorias, las aventuras vividas a lo largo de sus viajes, la manera en la cual el destino le fue marcando diferentes caminos, no cabe duda que se tratará de un cautivante libro.
Pocas personas a lo largo de una vida, todavía joven, han logrado recorrer tantos kilómetros y recoger tantas vivencias. Para él, “ una ruta, una moto con son como las alas de un hombre libre”… Y, ciertamente, no se equivoca.
Nacido en la ciudad de Trenque Lauquen, con apenas quince años cuando decidió realizar su primer viaje a Mar del Plata, en una moto Gilera 200. Poco más tarde, junto al padre Pedro Traveset, en un automóvil Fiat 600 cruzó la Cordillera de los Andes, conociendo Chile de norte a sur y regresando a la Argentina desde Puerto Montt a Esquel.

GRANDES AVENTURAS
Durante un año vivió en Copacabana Río de Janeiro. Esta puede decirse que fue la primera estadía extensa fuera de su país, de la cual pudo recoger experiencias y enseñanzas.
“Río –explica Luis, en una entrevista mantenida con EL 9 DE JULIO- es un paraíso soñado por Dios, un lugar que verdaderamente amo. Esta experiencia fue alucinante, y me permitió encontrarme, después de una vida cómoda y sin sobresaltos, porque así se vivía en 9 de Julio, con la cruda realidad de la pobreza y la miseria, mezclada con alegría, el fútbol, la ‘saudade’, la zamba, el bullicio, la sorpresa del Carnaval Carioca, los chicos de la calle, que en Argentina aún no existían y la movilidad incomparable de los brasileros y de las bellas brasileñas».
Más tarde, Luis concibió la idea de bajar el río Bermejo, desde donde nace en las montañas bolivianas, en una canoa con un tarro, un mono y una chica.
“ El río tiene apenas diez o veinte metros de ancho hasta los dos o tres kilómetros, entre Salta y el Chaco. Verdaderamente, fue un viaje muy peligroso, con varias circunstancias difíciles de sortear. De hecho, puedo afirmar que regresamos al 9 de milagro”.
De regreso a la República Argentina, Luis Zanollo preparó junto a su amigo Osvaldo Ciani, un Rastrojero modelo 1958 y ambos se lanzaron a la aventura recorriendo Brasil y Paraguay en dos o tres meses a 30 y 60 kilómetros por hora.
“ En esa oportunidad –recuerda- no pasó de todo lo imaginable, pero con mucha risa, mucha música y mucho asombro. También con Osvaldo intentamos llevar a los Estados Unidos un Ford T, modelo 1927, pero nos quedamos atrancados en los caminos de Bolivia porque el pobre automóvil, al no tener caja de cambio, apenas si trepaba las escarpadas cuestas”.

LA MUSICA
Luis Zanollo es un conocido ejecutante del acordeón, con sólido prestigio no solamente en esta comunidad sino también en la zona. Desde muy niño aprendió este arte y desde entonces lo ha acompañado a lo largo de su vida, dándole innumerable cantidad de satisfacciones y abriéndole muchas puertas, no solamente en Argentina sino también en Europa.
Resulta categórica la afirmación que sugiere que la música es “ el más universal de los idiomas”, si se recuerda que Luis tocó a dúo el acordeón con un músico alemán. El alemán no entendía el castellano ni Luis hablaba alemán; sin embargo pudieron tocar algunas piezas juntos, a partir de ese idioma que es único.

EN EUROPA
Luis vivió algunos años en Europa. Así tuvo la experiencia de trabajar en Suiza y de recorrer varios países del viejo continente en bicicleta.
«Como estaba –comenta- sin nada de dinero, conseguí una bicicleta chiquita, muy antigua, similar a una ‘Aurorita’. De esta forma, pedal y pedal fue por España, Francia y Suiza, hasta que me detuve a trabajar en la ciudad de Ginebra, donde gané mucho dinero y pude regresar en avión”.

EN LA SELVA AMAZONICA
En la selva Amazonica, Luis, vivió una aventura interesante, en medio del peligro y de grandes desafíos. Allí, en el marco de un singular contexto que resultaría extenso de narrar en esta breve semblanza periodística, tal como él mismo lo afirma, pudo salvar su vida gracias a Diego Maradona.
“En ese afán de viajar partí con una moto Honda, otra de mis grandes pasiones, de 250 cc. Después de cuarenta y tres días y de haber recorrido 18,000 kilómetros, y frente a Cuba, a unos 1000 km en el Caribe brasileño. Por un error a la hora de elegir el camino, me interné en lo más profundo del Amazonas, donde pasé las mil y una, en esa selva que parece de cuento o de fantasía, y donde la señora muerte te rosa la cara todos los días”, narra.

EN EL NORTE ARGENTINO
En cierta ocasión, Luis decidió partir hacia el Norte Argentino. Llevaba consigo su acordeón y el objetivo de permanecer así diez días; sin embargo, el destino quiso que se demore en regresar a 9 de Julio por casi diez años.
“La estancia –rememora- en el norte le permitió tocar con varios de los Carabajal y con infinidad de músicos. Me fue reteniendo allí la música, la bella música, la noche y la bohemia. Por ahí también, enredado en una pollera, me fui quedando…”.
Gracias a su presencia en el norte, viviendo en una localidad de la provincia de Tucumán, tuvo contacto con una coplera. Notando la importancia que revestía esa música y, al mismo tiempo, el peligro de que con el cambio generacional toda esa riqueza se pierda, realizó gestiones para grabar y editar los temas.
Primero efectuó la grabación de las coplas tradicionales en la zona de San Pedro de Colalao, Hualinchay y Trancas. Luego apareció, también de la mano de Luis, “Amaicha Canta al Mundo” , otro disco editado por la Universidad Nacional de Tucumán a través del programa “Puedes”, en colaboración con el Ente de Cultura Provincial. Este trabajo discográfico, en efecto, es una recopilación del canto de las copleras que residen en Amaicha del Valle.

PALABRAS FINALES
Puede decirse que el espíritu de aventura se encuentra innato en la personalidad de Luis. Una pasión mezclada con entusiasmo se advierte en su mirada al recrear las muchas vivencias recogidas a lo largo de los distintos viajes.
“El sábado último –refiere-, con Andrés Erbetti, amigo del alma que vino de los Estados Unidos hace poco en moto, una pasión que compartimos, nos fuimos a Mendoza a tomar unos vinitos, así como algunos pueden ir desde su casa hasta cualquier confitería del centro de 9 de Julio”.
Luis ha comprendido que aquel fragmento de una canción que dice: ‘porque viajando se fortalece el corazón’, es absolutamente verdadero.
Para Luis “viajar hace crecer, comprender la realidad, la realidad que no respeta nuestros sueños. Viajar te hace humilde, porque se descubren las limitaciones; te hace grande el espíritu, por los inconvenientes que se logran superar; te hace querer más a tus amigos y a tu familia, porque estando lejos se valoran aún más los afectos”.
“Poder volver a 9 de Julio, después de una aventura, es como tocar el cielo con las manos y me siento en un banco de la Plaza General Belgrano en silencio, a ver pasar la vida que, en definitiva, es una aventura, ¡la gran aventura!”, concluye Luis.

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