spot_img
spot_img
17.2 C
Nueve de Julio
viernes, abril 26, 2024

El colegio porteño Belgrano Day School es el escenario de una insólita protesta por una herencia millonaria

Seis hijos del ex director de uno de los colegios bilingües más prestigiosos de la Ciudad, el Belgrano Day School, acampan desde hace cuatro días en la entrada de la Institución, en el barrio porteño de Belgrano R, en reclamo de una millonaria herencia familiar por la que están en litigio hace más de una década contra la actual administradora del establecimiento y ex mujer de su padre.
«Vivo en Inglaterra, tengo un hijo autista, con trastorno de Déficit de Atención (ADD); yo tengo una enfermedad que se llama Fibromialgia (dolor crónico del cuerpo) y Artritis, así que paseo perros y apenas me puedo mover, por eso necesito que me ayuden y que se haga justicia por lo que nos pertenece», reclamó a Télam Lucy Green, una de las hijas de Bernardo Ernesto Green (ex director e hijo del fundador de la escuela), sentada desde un escalón de la entrada de la institución escolar, con bastón en mano y una computadora Mac.
Beatríz Green, otra hermana que reside en la localidad de Michigan, Estados Unidos, quien también viajó a Buenos Aires para reforzar presencialmente el reclamo de la herencia familiar, contó que todos los hermanos tenían una muy buena relación con su padre pero el vínculo con su esposa en terceras nupcias y secretaria del Belgrano Day School en 1982, cuando contrajo matrimonio, Matilde Villanueva, nunca fue bueno.
La disputa judicial lleva 14 años por una herencia que incluye la institución escolar en el barrio de Belgrano R, varios departamentos y campos, entre los que se encuentra el campo de deportes de la escuela en Maschwitz.
«Los abogados de Villanueva no nos dejan realizar una auditoría para evaluar el total de las propiedades, pero calculo que hablamos de 150 millones aproximadamente», admitió a Télam el abogado de los Green y amigo de la familia, Lucas Hernández.
Según Hernández, todo se demoró tantos años porque la ex esposa de Bernardo Green apeló aduciendo que había perdido los libros de acciones (donde figuran los nombres de los accionistas de las propiedades de Green) y que lo tenía en su poder el abogado de la familia durante muchos años, Juan Miguel Richards, quien, empero, se presentó a la Justicia desde 2003 y acreditó la prueba de que lo tenía la mujer.

58fa8dcb5fe65_645x362

 

Más noticias