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viernes, abril 19, 2024

«Los maleducados y prepotentes se pelean entre ellos»

Por Eduardo Gallo Llorente, Eduardo Gallo Llorente, gallollorente@gmail.com
Por Eduardo Gallo Llorente, Eduardo Gallo Llorente,
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Guillermo Moreno no para de pelearse con todo el mundo, hace poco daba vergüenza  verlo discutir con Alejandro Fantino, Maxi Montenegro y Martin Tetaz por televisión; ahora le tocó el turno a un periodista K Roberto Navarro. La semana pasada este famoso periodista , según Guillermo Moreno en  C5 , se despachó sorpresiva mente contra Cristina y Moreno por la destrucción del INDEC y la mentira de los índices de inflación y pobreza.
A los pocos días, Guillermo Moreno lo trató de maleducado y de haberse comprado un departamento en Miami junto al de Lanata. Lo desafió públicamente a organizar un debate para hablar de la pobreza y ver quién miente, todo esto en el programa de radio “La hora de Moreno” que  escuché estoicamente por Internet para poder hacer esta nota con información de primera agua.
Moreno, en dicho programa, insistió sin que se le moviera un músculo de la cara que cuando él se fue del gobierno en el 2014 la pobreza era del 4,7%, datos que son cuestionados por casi todo el mundo, inclusive los economistas kichneristas Kicillof y Zaiat. Criticó también duramente la actual conducción del INDEC que publicó la semana pasada el índice de pobreza del 32,2% y a los dirigentes de su propia tropa que no salieron a repudiar este índice sino mas bien a convalidarlo o a realizar una tímida critica. Según Kicillof el mencionado índice estaba sobrestimado en alrededor de 15 puntos. Al poco tiempo de asumir como  Ministro de Economía, dejó de publicar los índices de pobreza e indigencia, posiblemente porque le daban vergüenza los publicados anteriormente y ademas nunca cultivó la amistad con Guillermo Moreno
Personalmente lo que más me sorprendió de Roberto Navarro no fue su ataque a Guillermo Moreno, a quien muchos le pegan desde adentro y fuera del kichnerismo, sino sus palabras en contra de Cristina, adjudicándole la responsabilidad política que le permitió a Guillermo Moreno llevar adelante la destrucción del INDEC y la manipulación de los índices de inflación y pobreza.
Se ha escrito y discutido mucho sobre estos temas en los últimos años. Inflación, pobreza y desempleo deben estar al tope del ranking. En este medio he escrito en otras oportunidades que durante el año 2011 al comprar pan en  las panaderías de Buenos Aires en casi todas había un cartel anunciando que el kilo de pan francés costaba $2,50 pero cuando se llegaba a la caja se debía abonar  $10  el kilo. Al preguntar el motivo de esta  diferencia,  explicaban que para comprar pan a $ 2.50 se debía ir  a las 7 de mañana porque hacían una sola canasta de este producto y cuando se terminaba, valía $10. Si estas políticas de mentira y engaño no han sido una burla a todos los argentinos y a su inteligencia ¿qué lo es?
Cuando Aníbal Fernández sostenía públicamente que en Alemania había más pobres que en la Argentina nadie le creía pero a él parecía importarle poco. A veces pienso que en nuestro país se puede decir cualquier cosa y muchas veces no tiene consecuencias políticas, pero a veces sí. En  el 2016 cuando llegaron las elecciones, Aníbal Fernández  lo sufrió en carne propia. Con su tono burlón, sus descalificaciones a políticos opositores, su defensa de lo indefendible y también sus vínculos con la efedrina lo llevaron a perder los comicios. Nunca pudo o quiso explicar los altísimos niveles de importación de este precursor químico durante su paso por el gobierno.  Perdió contra una casi desconocida María Eugenia Vidal, por lo cual muchos dijeron que la elección no la ganó  Vidal sino que la perdió el torpe de Aníbal.
No creo que los índices de pobreza que dio Cristina en la FAO en el 2015 de menos del 5% ni el de Macri hace algunos días de más del 32% de pobres sean reales, ya que si tuviéramos estos índices tendríamos valores similares a Bolivia y Paraguay que, como todos sabemos, son países más pobres que el nuestro. En la Argentina actual las estadísticas son muy poco creíbles y esto es  mérito del kichnerismo ya que antiguamente el INDEC era un instituto valorado internacionalmente. Es muy fácil destruir el prestigio de una persona o institución y muy difícil recobrarlo.
Eduardo Gallo Llorente

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