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lunes, octubre 14, 2024

Aerolíneas dio de baja los hoteles de Cristina

alto-calafate_1El expediente era un leño al rojo vivo. Corría abril y Aerolíneas Argentinas abrió un concurso de precios para proveer hoteles para la tripulación en El Calafate. Hubo tres ofertas, una de ellas enviada desde Alto Calafate, el hotel que los Kirchner compraron en 2008 y que es administrado por una sociedad que responde a Lázaro Báez.

El hotel, proveedor durante el kirchnerismo, ofreció el mejor precio. El dilema terminó con una decisión salomónica: la oferta más económica puede no ser la más conveniente. Pese a la relación que existió entre los hoteles y la a-erolínea, la ex familia presidencial ya no recibirá a las tripulaciones. Eso sí, Aerolíneas pagará un poco más, con el argumento de la situación judicial del proveedor.

No es lo único llamativo. Los precios actuales de Alto Calafate están muy por debajo de los que cobró en otra época. Por ejemplo, en la temporada alta de 2012 llegó a cobrar 133 dólares por cada habitación. Esta vez, la oferta no llegó a 100. Indicios de que los tiempos cambian.

Todo empezó el 25 de febrero, cuando se inició el expediente para contratar el servicio, nominado CC141/2016. Entonces, se invitó a varios hoteles a proveer alojamiento a la tripulación de un vuelo diario desde principios de marzo y por 12 meses, por un estimado de 2190 habitaciones totales. Había tiempo hasta el 7 de marzo para ofertar.

Los hoteles tenían que proveer a la tripulación de habitaciones de alto nivel, lejos de fuentes emisoras de ruidos como ascensores o máquinas de hielo, con televisores, control de temperatura, sistema de oscurecimiento (black out) y caja de seguridad. Además, se pidieron adicionales como cortesía. El primero, el alojamiento para un adulto y un niño de hasta 12 años en la habitación del tripulante sin cargo. Además de descuentos en consumos como restaurante o lavandería, se solicitó una tarifa con descuento para todo el personal de Aerolíneas y Austral que esté de vacaciones. Llegaron cuatro propuestas, tres en término Alto Calafate, Esplendor y Xelena y una cuarta, de la posada Los Álamos, que no se convalidó por ser extemporánea.

Allí empezó el derrotero. Después de abiertos los sobres en presencia del escribano Gustavo Badino, un representante del Departamento de Legales y tres del de Compras, encontraron que Alto Calafate había presentado el precio más barato: $ 1049 por habitación, muy lejos de los $ 1298 que cotizó el segundo (Esplendor) y los $ 1471 del tercero (Xelena). El expediente tomaba temperatura. Se les pidió a los escoltas que mejoraran la oferta. Lo hicieron, aunque, buenos vecinos del poderoso del barrio, ninguno perforó el piso de Alto Calafate.

Sin contar a este último, Esplendor se quedó con la mejor oferta y concedió 13,07% de descuento. Cotizó cada noche a $ 1148 del 14 al 29 de mayo. Informó que entre ese día y el 8 de agosto mantendría cerrado por refacciones. Surgió la posibilidad de suplirlo con el hotel más caro, el Xelena, que, luego de bajar 5,26%, terminó en un valor de $ 1397. Pasado ese período, la tripulación volverá al Esplendor, que mantenía el precio hasta el 1° de noviembre, cuando pasaría a 1318 pesos.

El asunto tomó temperatura. El 29 de marzo seguían las indefiniciones. Ese día, a las 10.06, tras una reunión con el Comité de Legales, el vicepresidente de la compañía, Manuel Álvarez Trongé, envió un correo a Legales en el que se detallaban los sustentos jurídicos que se le daría al rechazo de Alto Calafate.

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