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Nueve de Julio
jueves, abril 25, 2024

¡Con los niños y los abuelos, no!

En los últimos días ha causado estupor la noticia acerca de los malos tratos perpetrados en un jardín maternal, de la ciudad de San Isidro, donde concurrían criaturas desde los 45 días hasta los 3 años. La grabación del audio de un día en el aludido jardín, que fue recogido por un dispositivo digital colocado en la mochila del niño por un padre , permitió comprobar los malos tratos de que eran objetos los pequeños.

Frente a ello, es importante estar alerta ante situaciones análogas que puedan darse en otros establecimientos, en otras ciudades.
Es importante tener presente que, un jardín maternal, además de la habilitación otorgada por los municipios, sobre todo teniendo en cuenta la adecuación de la planta edilicia a las normativas de seguridad exigidas, corresponde a la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (Dipregep) otorgar la correspondiente autorización. Independientemente de ellos, es evidente que estos establecimientos no contarían con una inspección más o menos permanente, sobre todo observando el desempeño de los docentes y responsables.
La atención de un jardín maternal demanda, de los docentes, un especial cuidado de muchos factores que resultarían extensos de ser analizados aquí. Pero, es sustancial que, los responsables, guarden para con los niños, el mejor trato, haciéndoles sentirse parte de un hogar. Los malos tratos en la edad infantil, puede dejar en su personalidad huellas irreparables de por vida.
¿Quién controla, realmente, el funcionamiento de los jardines maternales? Ciertamente, no existe ningún organismo que haga un seguimiento permanente, pormenorizado y constante de los mismos.

LOS GERIATRICOS
¿Qué ocurriría si, el mismo procedimiento de colocar un dispositivo de grabación en una mochila, de incógnito, se introdujera dentro de un geriátrico?
No es novedad, y la realidad atañe a la comunidad de 9 de Julio, que no existe control adecuado sobre las instituciones geriátricas privadas. Incluso, hay quienes dudan, si, cuando desde algún organismo nacional arriban inspectores, los propietarios de estas casas son avisados previamente unos días antes, a los efectos de «dejar todo en condiciones» antes de la llegada de la inspección. ¿Serán éstas habladurías infundadas o tendrán algo de verdad?.
¿Quién controla los geriátricos privados? Para nadie es novedad que en la ciudad de 9 de Julio existen viviendas particulares, no habilitadas, en las cuales funciona los denominados «hogares o pensiones de abuelos». Esto no sería otra cosa que geriátricos, que lejos de reunir las mínimas condiciones edilicias para esa finalidad, albergan a personas mayores.
Existe frente a esto una triple responsabilidad. Por un lado, la del propietario de esas casas, que abre las puertas (o las abre a medias) para alojar abuelos en condiciones inapropiadas; por otro, la del Municipio, que como autoridad debería contar con un área de prevención que controle la proliferación de esos lugares y, fundamentalmente, la responsabilidad de la familia que, muchas veces, abandona al abuelo.
Una de las claves, para garantizar que el abuelo reciba el mejor trato, la mejor alimentación y las mejores condiciones de salubridad, es el seguimiento de la familia. Difícilmente esto puede ocurrir cuando a la persona minusválida se la abandona en el geriátrico y, con suerte, se la visita una vez por semana.
Afortunadamente existen establecimientos geriátricos que son modelos, dispuestos según las exigencias de las autoridades sanitarias; pero, lamentablemente, no lo son todos.
Existió una época en que se honraba a la ancianidad. Aquella en la cual, cuando éramos niños, sentíamos especial felicidad de tener a los abuelos sentados en la cabecera de la mesa, escuchando sus anécdotas o cuentos o verlos en el sillón leyendo; un tiempo en el cual, nos emocionábamos al visitarlos en su casa, si no vivían con nosotros.
Hoy, cuando las tendencias en la forma de vida, van mutando, pareciera que «los viejos estorban»; y la solución más salomónica pareciera ser sólo una: el geriátrico.

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