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sábado, abril 27, 2024

Estudio en Argentina y otros países de la región revela crecimiento de la industria cosmética

Tras vivir más de un año detrás de una mascarilla por la pandemia, los consumidores en América Latina están regresando a sus anteriores prioridades como es el uso de cosméticos, pero desde una óptica de mayor diversidad y sin estereotipos de una belleza inalcanzable.

https://pixabay.com/es/photos/maquillaje-labios-cabello-modelo-5160171/

Esto es una de las conclusiones del estudio hecho por la compañía Another Company en países como Argentina, Chile, Colombia, México y Perú, en el cual se analizó los factores con mayor incidencia en la decisión final de compra.

Al menos el 27 % de los encuestados en agosto del año 2020, consideraron que el valor de la diversidad y la inclusión era uno de los que más valoraba frente a las imposiciones de estereotipos que durante años se hizo en la industria de la belleza, ahora en crisis por el COVID.

El 78 % de las mujeres convocadas por la empresa dijeron que existía presión por aspirar a los estándares de belleza como la eterna juventud, el blanqueamiento y la preferencia de rasgos caucásicos. El 71 % de los hombres dijo haberse sentido presionado en el mismo sentido.

Aunque el uso de maquillaje en hombres se remonta al Antiguo Egipcio; según Another Company, en décadas anteriores, el cuidado de la piel o de las uñas eran prácticas asociadas al sexo femenino. Sin embargo, en la actualidad existe una mayor apertura al cuidado estético varonil, lo que explica que el público masculino se vea forzado a cumplir con estándares de belleza similares.

Entre los países que fueron materia del análisis destaca México que mantiene el tercer lugar en el rubro de producción de cosméticos, por debajo de Estados Unidos y Brasil.

En términos del Producto Bruto Interno (PBI), la industria de los insumos de belleza significó el 0.7 % del aporte de la manufactura y el 4.2 % de la industria química.

Se estima que el consumidor mexicano gasta unos 6.373 pesos (264 euros) al año en cosméticos, lo cual está por encima de países europeos como España donde el gasto es de 150 euros.

Una de las razones detrás de este crecimiento sería el cambio de las empresas del rubro para enfocarse en personas reales y dejando de lado nombres repetitivos como “antiarrugas” o “anti canas”.

Incluso empresas como Natura ahora promueve el cuidado del cabello, pero sin cambiar la tonalidad que impone el paso de los años.

Lejos de las grandes corporaciones, los emprendimientos de artistas o medianos empresarios han abierto mucho más el abanico de la diversidad en tonos, colores y texturas.

Rihana es el ejemplo perfecto que introdujo hasta 40 tonalidades de base cuando en el mercado, todo giraba en torno a tres opciones.

Pese a su tamaño, los proyectos independientes se adaptan más rápido a los requerimientos de los consumidores a diferencia de las grandes empresas que deben seguir toda una cadena de procesos para validar una idea nueva.

Con estos elementos, no hay duda que el 2021 se percibe auspicioso para el sector.

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