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Doctor Jorge Del Río. Un luchador de todas las horas…

[30 de julio de 2011]

* Destacado abogado, catedrático y escritor, fue autor de importantes obras sobre el cooperativismo.

* Fundador de FORJA, fue uno de los permanentes defensores de los ideales nacionales en tiempos en que los monopolios internacionales controlaban los servicios públicos en el país.

* En 9 de Julio, durante más de treinta años, fue asesor legal de la Usina Eléctrica Popular (hoy Cooperativa Eléctrica y de Servicios “Mariano Moreno”.

* Miembro del Centro de Estudios Energéticos «General Enrique Mosconi» trabajó también, incansablemente, en defensa del petróleo argentino.

En octubre de 1975, por inspiración del entonces intendente municipal Jesús Abel Blanco, fue inaugurada en esta ciudad una plazoleta ubicada en Barrio Parque Julio de Vedia, a la que se le impuso el nombre de “Jorge Del Río”. Quizá en nuestro tiempo, en la mayoría de los nuevejulienses de las jóvenes generaciones, el nombre del doctor Jorge Del Río puede resultar casi desconocido; sin embargo, la obra que realizó este profesional en nuestra comunidad fue muy importante, en los momentos claves del surgimiento del cooperativismo.

Desde muy joven, el doctor Jorge Del Río, se había sentido atraído por temáticas vinculadas con el desarrollo y las economías sociales y tempranamente se interesó en cuanto se refería a las concesiones de los servicios públicos de energía eléctrica, la mayoría de los cuales en esa época favorecían a los grandes monopolios extranjeros.

DEFENSOR DE LOS DERECHOS NACIONALES

Como asesor letrado de la Comisión Investigadora del Grupo ANSEC, presidido por el coronel Intzaurgarat, fue autor de un estudio que determinó la caducidad de las concesiones y el rescate del servicio público de electricidad en las ciudades de Tucumán, Paraná, Santafé, Córdoba, San Luis y Jujuy.

El doctor Del Río fue fundador y primer abogado de Agua y Energía Eléctrica y abogado de Yacimientos Petrolíferos Fiscales.

Cabe recordar que al Grupo ANSEC también pertenecía la usina eléctrica que funcionaba en 9 de Julio, cuyo edificio se encontraban en la esquina de las actuales calles Edison y Cardenal Pironio. En efecto, la usina local había sido transferida, junto a otras muchas, al consorcio norteamericano Electric Bond an Share Company, directamente vinculado con la General Electric y perteneciente a la banca Morgan. En nuestro país, esa compañía constituyó cinco sociedades anónimas, conocidas por la sigla ANSEC, y se ocuparon de la administración -según la ubicación geográfica- de las plantas generadoras de electricidad adquiridas. Una de esas empresas, la Compañía de Electricidad del Sud Argentino, había recibido la transferencia de la usina de 9 de Julio y del contrato de concesión, en 1932.

A comienzos de la década de 1930, el doctor Jorge Del Río presidió una comisión directiva de vecinos, formada en la ciudad de Buenos Aires, que consiguió bajar las tarifas eléctricas de las empresas privadas y, al mismo tiempo, elevar al Concejo Deliberante una denuncia sobre la situación.

Pocas personas como el doctor Del Río han servido invariablemente al país, no solamente denunciando los despojos que en otro tiempo realizaban los monopolios internacionales, sino también efectuando pormenorizados estudios.

HOMBRE DE “FORJA”

El doctor Jorge Del Río fue uno de los decididos fundadores del movimiento FORJA. Esta denominación era la sigla de Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, y se basaba en la frase de Yrigoyen : «Todo taller de forja parece un mundo que se derrumba».

FORJA surgió como una línea interna del radicalismo con la idea de enfrentar a la conducción capituladora de Alvear, el  29 de junio de 1935 en un sótano ubicado en la Avenida Corrientes 1778. Entre los socios fundadores, además del doctor Del Río se encontraban Juan B. Fleitas, ex-ministro de Yrigoyen, Arturo Jauretche; Manuel Ortiz Pereyra, Homero Manzi, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, Atilio García Mellid, entre otros.

FORJA fue un intento de recuperar el Partido para las ideas que el Caudillo había puesto en marcha en su larga carrera de conductor. Este movimiento preconizó el retorno a los principios federalistas, sus integrantes fueron hispanoamericanistas y antiimperialistas, y criticaron activamente la política del gobierno durante la llamada Década Infame por su sumisión a los intereses del capital internacional.

En 1942 cuando, el doctor Jorge Del Río publicó su ensayo “El escándalo eléctrico y la investigación de la Cámara de Diputados», en el Cuaderno Nº 13 de FORJA, Raúl Scalabrini Ortiz tuvo a su cargo la redacción del prólogo. En esa oportunidad, Scalabrini Ortiz  escribía que “nadie con más autoridad que el doctor Del Río podría haber afrontado esta tarea”.

EN 9 DE JULIO

A finales de la década de 1930, el doctor Jorge Del Río se incorporó como asesor letrado ad-honorem el entonces Usina Eléctrica Popular “ Mariano Moreno» de 9 de Julio, hoy Cooperativa Eléctrica y de Servicios. La comunidad lo conoció por primera vez, en tal carácter, el 30 de noviembre de 1940 en un gran acto público realizado en el Teatro Rossini, en el orador junto con los doctores Vicente Solano Lima y Eduardo Augusto García, entre otros.

Tal como lo recibió en cierta oportunidad don Manuel Viegas, «el doctor Del Río abogado prestigioso en la metrópoli, periodista, escritor y orador fue el hombre que no descansó un solo instante en el logro de importantes objetivos para la Cooperativa, ofreciendo su concurso profesional gratuitamente».

Antonio Aita, por entonces director de EL 9 DE JULIO, refiriéndose a la labor realizada por el doctor Jorge Del Río afirmó que «en el largo proceso previo a la puesta en marcha de la Usina Eléctrica Popular (hoy Cooperativa Eléctrica y de Servicios) estuvo en todas las horas pronto a participar de asambleas, a dar su opinión jurídica y concertar un plan de acción”.

“Fue inspirador –prosigue Aita- de los organismos paralelos a la Cooperativa, como la Junta ‘Mariano Moreno’ y la Junta ‘Remedios de Escalada de San Martín’, una integrada por hombres y otro por mujeres, para desarrollar con más libertad el patriótico enfrentamiento a los intereses eléctricos en una etapa predominaban en el país”.

“Cuando hubo que afrontar la instalación de la planta generadora de la Cooperativa de 9 de Julio también intervino ante los organismos para lograr un cambio preferencial y ante el gobernador Mercante para conseguir apoyo, lo que concreto”, concluye Antonio Aita.

ESCRITOR Y CATEDRATICO

En los estudios de la legislación cooperativa, impresos en nuestra lengua o idiomas extranjeros, suele verse citado en nombre del doctor Jorge Del Río. Aún hoy, cuando han transcurrido casi cuatro décadas desde su fallecimiento, su figura es recordada por muchos y respetada entre los tratadistas.

El doctor Del Río no fue solamente un jurista y un escritor, fue un hombre de acción y un luchador, una virtud que cabe destacar en estos momentos.

Dos preocupaciones destacaron la personalidad de este destacado abogado: su lucha contra los monopolios de la energía eléctrica y del petróleo y su pasión por el cooperativismo. De su largo trabajo contra los excesos de los monopolios extranjeros vinculados a la producción y distribución de la energía eléctrica en la Argentina, fue autor de más de 70 trabajos publicados en folletos y revistas.

Entre los libros más conocidos del doctor Del Río, pueden citarse: “Las energías, su influencia en la sociedad y en el derecho”, “Política argentina y monopolios eléctricos”, “El por qué de la crisis”, “Electricidad y liberación nacional”, “Cooperativas de trabajo” y  “Cooperativas  de electricidad y usinas populares”.

La Universidad Nacional de La Plata le encomendó al doctor Jorge Del Río la organización de la cátedra sobre cooperativismo, iniciativa que fue postergada por algunos años hasta la fundación del Instituto de Estudios Cooperativos de la misma casa. En esa oportunidad, nuestro personaje, redactó un excelente trabajo sobre la enseñanza de cooperativismo.

EN OTRAS INSTITUCIONES

En 1953, la Oficina Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas le ofreció un nombramiento, el cual no pudo aceptar por razones circunstanciales.

Fue autor de un anteproyecto de ley sobre sociedades cooperativas, en el cual incorporó las expresiones más modernas de la legislación extranjera y de la experiencia argentina.

Desde 1958 ejerció la secretaría del Centro de Estudios Energéticos «General Enrique Mosconi».

El doctor Del Río fue responsable de la redacción del área de economía social y cooperativismo en el Segundo Plan Quinquenal. Por otra parte, a su iniciativa o contando con su colaboración fueron fundadas varias cooperativas, entre ellas la Asociación Argentina de Cooperativas de Trabajo.

ASI PENSABA, ASI ESCRIBIA

El doctor Jorge Del Río fue uno de los primeros autores argentinos en ofrecer interesantes ideas esenciales acerca del cooperativismo. En uno de sus libros recuerda que «la doctrina cooperativista aspira a ‘servir y no a lucrar’, sustituye la pasión de lucro y de la especulación… el cooperativismo es un sistema democrático que conduce a la democracia en el orden económico, para ir estableciendo más igualdad en la distribución de la riqueza; su desarrollo progresivo se propone la transferencia del control de la producción de manos de una minoría privilegiada a la mayoría del pueblo, sin transtornos sociales violentos, procurando a la vez una intervención menor del estado en las empresas»

Según Del Río, “para lograr mayor justicia social sin sacrificar los derechos esenciales del hombre, el cooperativismo debe realizar su mayor esfuerzo por medio de la enseñanza de una moral y de una filosofía distinta a la que dominan los negocios y en la especulación comercial, distinta también a la organización estatal de las empresas”.

El doctor Del Río consideraba que «la Cooperativa es la mejor expresión de la libre iniciativa, pero de una libre iniciativa de carácter social, no dominada por el lucro individual, sino por el mejoramiento del conjunto».

«La libertad cooperativa –afirmaba- no es la actividad sin limitaciones del individuo, que procura su enriquecimiento sin preocuparse si lesiona el interés de los demás; el sistema cooperativo concibe la libertad del individuo, limitada por las normas de una moral de solidaridad y de respeto a la paz entre los hombres y los pueblos».

Por otra parte, Jorge Del Río sostenía que “ la necesidad de ayuda estatal a la cooperativa de trabajo no sólo debe estar motivada para ponerlas a la altura de una poderosa empresa capitalista; esa ayuda se impone en razón de un interés comunitario nacional (…), en virtud de que el respaldo de los beneficios en ella es más justo y su organización productiva más humana».

PALABRAS FINALES

El doctor Jorge Del Río falleció en la ciudad de Buenos Aires, en su domicilio de la calle Tronador entre Virrey del Pino y Carbajal, en el barrio de Villa Ortúzar, el 23 de octubre de 1973.

El libro, la tribuna, el periodismo, el folleto, fueron instrumentos importantes en las manos del doctor Del Río, un luchador incansable e insobornable por la liberación y por el cooperativismo en todos los aspectos.

Emilio Naudín, el recordado ex presidente y gerente de la Cooperativa Eléctrica de 9 de Julio expresó, “el doctor Del Río fue un incansable luchador, de firme e invariable línea de conducta, incorruptible en su noble tarea de esclarecer los problemas de orden energético del país en toda su variada extensión”.

Para Naudín, “supo desentrañar en forma clara y documentada la acción de los intereses foráneos en perjuicio de la nación y lo que es más importante, no solamente señaló los males, sino que también dio las soluciones más beneficiosas y la puso en práctica en innumerables oportunidades en la que debió actuar”.

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