10 de julio de 1905: Falleció en Buenos Aires el mayor Guerrino Greni. En 1868 había pasado a revistar en la Frontera Oeste, con asiento en 9 de Julio. Enseguida se vinculó a la pequeña sociedad nuevejuliense del naciente pueblo. En febrero de 1876 fue elegido consejero municipal titular para la Corporación Municipal de 9 de Julio. En 1877 fue consejero escolar de 9 de Julio y, ese mismo año, fue nombrado para integrar el Juris sobre clasificaciones de patentes en 9 de Julio.
10 de julio de 1916: Fue colocada la piedra fundamental de un monumento que, en homenaje al Centenario de la Independencia, debía erigirse en la Plaza “General Belgrano”.
10 de julio de 1946: Fue fundada la Asociación de Bomberos Voluntarios.
10 de julio de 1987: Falleció la artista Clotilde Berni. Sus brillantes obras en bordado se conservan en la Delegación del Colegio de Escribanos.
10 de julio de 2010: Alejandro Casas presentó, en 9 de Julio, su tercer libro: “As de espadas, cuatro de copas”.
Días pasados, el Club Deportivo “San Agustín”, en sus instalaciones, rindió homenaje a Juan Carlos Moreno, uno de sus fundadores, quien fuera también uno de los primeros profesores del Colegio Marianista de esta ciudad. Participaron del acto las autoridades del Club, simpatizantes y exalumnos de Moreno. Además de efectuarle la entrega de una casaca de la institución, le fue impuesto su nombre al sector de vestuarios. Julio Barcia, al dirigirse a los presentes, con emotivas palabras, expresó que el homenajeado es “parte de la historia grande del Club San Agustín”. “No quiero dejar –añadió Barcia, dirigiéndose a Moreno- la parte del Colegio de lado por el momento, porque también fue brillante tu carrera y todos nosotros te tenemos en el corazón. Y el haberte conocido fue un disfrutar la vida. Fueron formadores. Han sido formadores en todo”. “UNA IDEA DE FAMILIA” Al recibir el obsequio de la camiseta, Juan Carlos Moreno recordó que, en 1964, cuando se comenzó con la fundación del Club, “tenía que buscarlo todo, empezar de cero, porque no había nada”. “Cuando fui a Buenos Aires –agregó Moreno- a buscar las camisetas elegimos un equipo que no tenga ninguna referencia con otro club de Argentina. Queríamos ser originales. Y encontré este color, diferente. Así que con él empezamos y con el pantalón blanco que usaban los chicos para hacer gimnasia”. “Al principio –recordó Moreno- era el único equipo que tenía, porque no teníamos dinero para más. Yo no sabía que había que llevar uno de reserva. Así que un día que nos tocó jugar con Agustín Alvarez el árbitro dijo que no podíamos con ese color, que usáramos la de reserva. Como no teníamos, el otro club nos prestó las de ellos. Así pudimos jugar. Si no, hubiéramos perdido el partido ese por no poder jugar”. Moreno subrayó que “son muchos recuerdos, muchas emociones, muchas cosas con esta camiseta; sobre todo el primer año que ganó la quinta división y, al año siguiente, la quinta y la cuarta”. “La idea –refirió- era de familia, crear una familia. Porque yo veía que llegaba el sábado y los alumnos se iban para un sitio, para otro, para arriba con un club. Y dije, ¿por qué tienen que despedirse? ¿Por qué esa amistad que empieza en la escuela, por qué no continúa durante el fin de semana? Así imaginé esto del club. Entonces, los sábados los que jugaban entraban a la cancha y los que no, estaban afuera gritando, por supuesto, animando a los jugadores. Así que fue esa idea de hacer un club que fuera una familia”. Para Moreno, “esa amistad tan fuerte que se centra en una escuela, en un colegio, desde chiquito que va aumentando cada año; entonces, ¿por qué no conservarla también fuera de la escuela? fue así la idea del Club San Agustín, que dio muchas alegrías”. “9 de julio es una de las etapas más importantes de mi vida. Porque yo tenía veinticuatro años. Qué maravilloso. Veinticuatro años y con cancha libre para hacer lo que quisiera. A los veinticuatro años, teniendo un Colegio que fundamos y una juventud como la que teníamos, hicimos muchas cosas. Fuimos de viaje, organizamos. En fin, toda una vida que para mí ha sido muy importante. Verlos me emociona mucho”, expresó. En la parte final del acto, luego del descubrimiento de la placa que refrenda la imposición del nombre, Moreno ingresó al vestuario donde lo aguardaban los jugadores que estaban próximos a ingresar a la cancha a disputar un partido. El legendario fundador les dirigió su palabra entusiasta.
El lunes 7 de julio, en el centro de exposiciones de la Terminal de Omnibus, quedó inaugurada la muestra “El arte como medio” de Emmanuel Anzorena. El espacio dedicado a las artes visuales está impulsado por la dirección General de Cultura, que mes a mes suma exposiciones de artistas locales. «El arte como medio» es un recorrido por diferentes momentos de su vida y en cada una de ellas utiliza distintas técnicas, abarcando universos contados a través de la pintura con un aspecto mágico y surrealista, luego trazos en lapicera, lápices de colores y una serie de su casa de la infancia con acuarelas. El artista, a través de los años estuvo investigando con los materiales que tenía a mano, pintó banderas de la promo, murales, en vivo en muchos eventos, aprendió a tatuar, realiza máscaras y caretones, da talleres en la EACC y continúa explorando. Acercate a conocer la obra de este talentoso y autodidacta artista nuevejuliense.
La Cámara de Comercio, Industria, Producción y Bienes Raíces de 9 de Julio, dando cumplimiento a su Estatuto, el lunes 30 de junio, llevó a cabo su Asamblea Anual Ordinaria. Además de dar tratamiento y aprobación unánime a lo establecido en el orden del día, con relación a las memorias y Balances, se procedió a la renovación parcial de la Comisión Directiva. La Comisión quedó conformada de la siguiente manera: Presidente: Diego Baztarrica. Vicepresidente: María E. Linarez. Secretario: Luis Valinoti. Prosecretario: Favio Ibarra. Tesorero: Juan Carlos Calderaro. Protesorero: Juan Pablo Mutyun. Vocales titulares: Lucas Tortolo, Lucía Miceli, Hugo Villa, Jorge Médica, Carlos Barucco. Vocales suplentes: Martín Girardi, Matías Márquez, Jorge Schinetti, Liliana Anca, Julián Faustino. Síndico titular: Daniel Rumi. Síndico suplente: Miriam Elizabeth Garcia Bau.
El próximo viernes 11 de julio de 2025, a las 9 horas, en la Escuela de Educación Secundaria N° 8, en la esquina de Mariano Moreno y Obligado, el historiador Esteban Bayer brindará una conferencia sobre la obra de su padre, Osvaldo Bayer. Precisamente, la madre del disertante y esposa de Osvaldo, Marlies Joos Bayer, vivió siendo muy joven en 9 de Julio. A comienzos de septiembre de 2015, pocos días después del fallecimiento de Marlies, Cecilia Rossetto le dedicó una muy interesante nota, la cual reproducimos hoy, a vísperas de la visita de su hijo a esta ciudad. También, en aquella ocasión seleccionamos algunos párrafos de su libro de memorias, donde Marlies refiere acerca de su vida en 9 de Julio.
PALABRAS DE CECILIA ROSETTO
Marlies Joos Bayer escribió un libro titulado “La vida me ha regalado todo. Entre 9 de Julio y Linz junto al Rin” que fuera editado en 2013 por la Biblioteca Nacional con prólogo de Horacio González. Hoy, llorando su partida, insomne, recuerdo esa deliciosa historia familiar que ella desarrolló como si fueran cartas para sus nietos y donde dedica un capítulo a su infancia en 9 de Julio, con el ferviente deseo de que esos niños nacidos de su sangre en tierras germanas alguna vez se enteraran de un sitio a 270 km de Buenos Aires donde recalaron sus bisabuelos alemanes en búsqueda de una vida mejor después de la primera Guerra Mundial. Ella nos cuenta cómo era esa ciudad de calles de tierra en aquellos años, cómo era su casa, sus amigas y sus vecinos, a quienes describe amorosamente: …” lo más hermoso para mí era nuestra casa vecina: se trataba de un almacén muy humilde con cajones en los que se almacenaba la harina, el azúcar, los fideos, la yerba mate; cajas de lata con galletitas y muchos frascos con caramelos de todos los colores. Doña Juana-Juana Guzzetti de Bettoli- la dueña, era viuda con 7 hijos, seis mujeres y un varón…Raquel, la quinta hija de mi edad, fue mi mejor amiga y todavía hoy lo seguimos siendo.” Y así, Marlies continúa dando pinceladas de su infancia en 9 de Julio (donde vivieron hasta 1937) y de sus costumbres, de la “vuelta al perro” alrededor de la plaza, de la pequeña colonia alemana que había llegado llena de ilusiones a esas tierras escapando de las guerras, de la familia Monsberger, de los Gehring que trabajaban de panaderos en lo de Gobelli, de los Blum, los Pullem y de los Silcher que se instalaron en el campo en un rancho de adobe donde Marlies recuerda haber cabalgado por primera vez. Relata una aventura en la estación de Dennehy y una Nochebuena en su casa cuando sus padres vistieron un pino del jardín con adornos que habían traído de Alemania y los niños vecinos se trepaban al muro que daba a la calle para verlo. En 9 de Julio, Marlies aprendió a hablar el castellano a los cinco años “en la escuela particular del señor Cavallari” y, tal vez por eso, siempre afirmó “los recuerdos de aquel tiempo quedaron muy impregnados en mí.” Conocí a Marlies hace más de quince años por la amistad que me unía a su querido marido, Osvaldo Bayer. Después de un tiempo de los tres compartir cenas plenas de amistad y buen vino, comencé a encontrarme a solas con ella para charlar durante horas y entonces descubrir a una mujer encantadora, de humor irónico y aguda inteligencia. Disfrutábamos hablando de cine, música y viajes y ella me regalaba relatos llenos de detalles de sus cruces en barco por el Océano Atlántico. En el verano de 2004, Marlies y Osvaldo me invitaron a su bella casa en Linz a orillas del Rin. Yo vivía en Barcelona y el avión que despegó del Prat me dejó en Colonia (Köln, en alemán) y allí me esperaba Marlies con su auto. Un rato después ya estábamos atravesando las callejuelas de ensueño de Linz para llegar a la calle Sonnenberg donde pasaríamos (otra vez los tres!) días maravillosos de complicidad y cariño. Osvaldo siempre me decía: “Ven a visitarnos, deshojaremos pétalos y prepararemos los próximos planes de liberación de la humanidad.” Cuánto, cuánto disfrutamos juntos!!. Conservo esa vida compartida con mis amigos adorados como el tesoro más grande que me fuera otorgado. Escribo esta nota para los nuevejulienses, por ser también una de ellos, en el afán de enterarlos que esa mujer amante que acompañó al escritor y luchador incansable Osvaldo Bayer en las alegrías de crear una familia hermosa y en los sinsabores de los amargos días del exilio y las pérdidas, se llamaba Marlies Joos Bayer y, alguna vez, corrió feliz su inocencia bajo el inmenso cielo de 9 de Julio.
RECUERDOS DE 9 DE JULIO A partir de la semblanza redactada por Cecilia Rossetto, y gracias a la gentileza de Rita, Cristina y Graciela Gómez, pudimos acceder a un ejemplar del libro escrito por Marlies Joos Bayer, en el que evoca sus recuerdos de 9 de Julio. A continuación extracta-mos algunos de los pasajes más significativos: Viajamos en junio de 1930 en barco, yo tenía siete meses. El abuelo estaba muy orgulloso y en seguida compró un cochecito, hermoso, de cuero blanco. Cuando volvimos -ya a 9 de Julio- era el primer cochecito en esa ciudad y la gente no acababa de asombrarse. Papá había comenzado a trabajar en Hasenclever & Cía., herramientas, bazar y menaje, y lo destinaron de viajante a la zona del oeste de la provincia de Buenos Aires, aproximadamente 270 kilómetros de la capital. Allí comienzan mis memorias. Había apenas unas pocas calles asfaltadas, todas eran calles de tierra, lo cual producía mucho polvo en las casas. Vivíamos en una casa típica de aquella época: al frente dos habitaciones con ventanas y balcón a la calle; entre ellas la puerta de entrada. Hacia el fondo seguían varias habitaciones, el baño y finalmente la cocina y piezas de servicio. A lo largo de estas estancias se hallaba un largo patio, con entramado de madera y madreselvas, glicinas o enredaderas. Al costado y en el fondo se encontraba el jardín con granados, higueras, durazneros y limoneros. La vida diaria se desarrollaba en el patio, allí se comía, se recibían las visitas, se planchaba, se jugaba. Recuerdo cuando una vez llegaron nubes de langostas y aún veo el patio cubierto de ellas.
Marlies Joos Bayer
14 meses más tarde nació mi hermano Peter; todos los nacimientos ocurrían en la casa con una partera. Mi padre se olvidó de anotar a Peter en el Registro Civil y cuando por fin lo hizo tuvo que cambiar la fecha de nacimiento porque se había vencido el plazo. De modo que Peter cumple años dos veces: el 12 y el 19 de enero. Siempre fuimos muy amigos. Juntos hacíamos toda clase de fecho rías. Un día caluroso de verano -los padres dormían la siesta- nos aburríamos mucho y decidimos hacer algo al respecto. Buscamos botellas vacías, las colocamos en la calle y esperamos a que a algún coche se le pinchara la rueda; como no ocurría nada, nos dimos cuenta de que era necesario romper las botellas; así lo hicimos, pero el primero que pinchó una goma fue papá al salir con su auto del garage. Creo que nunca se enteró de nuestra aventura. Peter siempre tenía ideas geniales para hacer cosas disparatadas. Los abuelos solían enviar paquetes con juguetes, figuritas, y cierta vez Peter recibió dos hermosos barcos de madera. En la esquina de casa vivían dos varones mellizos de nuestra edad. El padre tenía un taller mecánico para máquinas agrícolas, un paraíso de fierros y sobrantes. Peter no tuvo mejor idea que hacer un trueque: los barcos contra algunos fierros viejos. Todavía recuerdo la paliza que recibió de mamá y hasta todavía me duele a mí. Pero lo más hermoso para mí era nuestra casa vecina: se trataba de un almacén, muy humilde, con cajones en los que se almacenaba la harina, el azúcar, los fideos, la yerba mate; cajas de lata con galletitas y muchos frascos con caramelos de todos los colores. Doña Juana -Juana Guzzetti de Bettoli-, la dueña, era viuda con siete hijos, seis mujeres y un varón. No existía la pensión por viudez y no era fácil subsistir con tantos hijos. La madre amamantaba a sus hijos hasta los tres años, era comida barata. Al mediodía se comían fideos y a la noche un vaso de leche. Un buen día había desaparecido el hijo, un muchacho de unos veinte años. Doña Juana estaba desesperada y papá le ayudó en el trance. Finalmente supieron que había viajado a Buenos Aires, el sueño de todos los jóvenes que se sonrían ahogados y sin perspectivas en las pequeñas ciudades del campo. Pero Doña Juana también nos ayudaba a nosotros: tenía remedios caseros para curar todas las enfermedades de la vida diaria, yuyos, tés, cataplasmas y algún dicho. Una vez me mordió un perro -yo había tratado de quitarle un hueso que estaba royendo- y Doña Juana, ni corta ni perezosa, me alzó, me llevó a su cocina donde siempre había una hornalla con fuego y me quemó la herida con un pedazo de carbón ardiente. Grité como loca, pero surtió efecto. La quinta hija, Raquel, de mi edad, fue mi mejor amiga y todavía hoy lo seguimos siendo. Nos encantaba jugar a las «señoritas». Nos hacíamos sombreros -toda señorita o señora usaba un sombrero- con bandejas para tortas y masas que adornábamos con plumas, flores y tules. Nos «pintábamos» las uñas pegando pétalos de malvón sobre ellas y con clavos sujetábamos tacos de madera debajo de nuestros zapatos. Bautizábamos a nuestras muñecas y, para las fiestas del bautismo, Doña Juana nos regalaba una bolsita, -eran de papel manteca rojo o verde- con caramelos. Detrás del negocio había un cuartito y las chicas lo habían tapizado todo con tapas de revistas con artistas y cantante de tango. Un día del año 1935, entro a la casa de Doña Juana y la veo a la hija Edith llorando desesperadamente junto a esas fotos. Había muerto Carlos Gardel en un accidente de aviación. En aquellos años las radios trasmitían casi únicamente música de tango, más o menos buena. En mi casa no se escuchaba el tango, era música para «argentinos»; a las seis de la tarde había una audición que pasaba valses vieneses y esa sí la escuchábamos. También teníamos un gramófono, pero solamente la ópera Aida en discos. El folclore no estaba de moda, recién mucho más tarde, bajo el gobierno de Perón se comenzó a fomentar la música del interior. La casa de Doña Juana tenía el piso de tierra y todos los días había que mojarlo para evitar el polvo. Pero todo estaba adornado con ‘mucho amor: en vez de puertas había cortinas sujetadas con grandes moños, flores, cuadros hechos con almanaques -también en mi casa mamá hacía los cuadros con motivos de almanaques, no había otra forma en 9 de Julio-. Todas las tardes las chicas se tenían que duchar y vestirse bien. Luego se iba a la plaza para la «vuelta del perro». Las chicas circulaban por el medio de las veredas, tomadas del brazo, y los muchachos, parados al costado, las miraban y les decían piropos. Raquel y yo también participábamos, aunque todavía no teníamos ninguna chanceo Muchos años existió ese ritual, más tarde fue reemplazado por los autos que daban vueltas y vueltas alrededor de la plaza. Las seis hijas de Doña Juana aprendieron el arte de la costura: bordado a mano, a máquina, sombrerería, vainillado, y eran verdaderas artistas. Hoy todavía, la más joven, Maruca, sigue la profesión: cose verdaderos sueños de trajes de novia para las hijas de judíos ricos en Buenos Aires. Dice que las postulantes a un vestido deben esperar turno hasta dos años (jojalá que les dure el noviazgo!).
La casa donde vivió Marlies Joos Bayer en 9 de Julio.
UNA “COLONIA ALEMANA” EN 9 DE JULIO Marlies recuerda, asimismo la presencia de alemanes en 9 de Julio, en la década de 1930: En 9 de Julio éramos una pequeña «colonia alemana». Vivía allí la familia Monsberger, austríacos de Klagenfurt. Él era molinero y me interesaba mucho el hecho de que –según me contaba mamá- el matrimonio se había conocido a través de un aviso en el diario. Ella se llamaba Finny, lo cual era mucho más fascinante aún: en nuestros círculos nadie se llamaba Finny. Luego estaba la familia Gehring, de Nuremberg como mamá. Vivían muy pobremente en una casita de habitación y cocina. Él era confitero pero trabajaba de panadero en lo de Gobelli. Cuando pienso en las ilusiones que se habrían hecho todos esos emigrantes y en qué terminaron, todos viviendo de pequeñas rentas y en casas humildes. Seguramente les hubiera ido mejor quedándose en Alemania -siempre que pasaran sanos y salvos la guetra-. Mis padres se sentían algo superiores a los Gehring, a él lo llamaban un compadrito porque le gustaba bailar bailes modernos. Yo la quería mucho a Grete; me contaba mucho de Alemania, de su sobrina Elfriede, nombre que le puse a mi muñeca preferida. Volvieron a Alemania en el año 1938. Max le dejó a mi padre mil pesos de aquella época, de reserva por si a ellos les pasara algo, para el hijo Werner. Varios años después de la guerra reclamaron los mil pesos más los intereses. Papá ya había muerto. Nuestras finanzas no eran de las mejores, la inflación se había comido todos los ahorros, de modo que la suma que les pudimos enviar no les satisfizo y la amistad quedó trunca. Muchos años más tarde -ya vivíamos en Alemania- me llamó Grete, después de que hubiera muerto su marido; mi alegría fue grande, la visité y luego de una noche muy agradable se nos ocurrió la idea de viajar juntas a la Argentina. Poco después falleció. También estaba la familia Blum, húngaros alemanes con dos hijos, Paul y Otto. Don Pablo era mecánico de aviación. Fuimos amigos por muchos años, después se fueron a vivir a Mendoza. Creo que Paul tuvo alguna vez intenciones de enamorarse de mí, pero no era el hombre de mis sueños, no puede una enamorarse cuando se ha crecido juntos casi como hermanos. Queda la familia Pullem, fotógrafos, dos hijas: Lidia y Elli. Recién años más tarde retorné la amistad con las chicas de Pullem. Todavía estoy en 9 de Julio y se me viene a la memoria un recuerdo: vivía también en esta ciudad, pero en el campo, en un rancho de adobe, la familia Silcher, campesinos. Las mujeres decidieron hacer una excursión, con sus pequeños hijitos, Werner, Walter, Herman y yo. Pasamos un día bellísimo, me permitieron cabalgar. La señora de Silcher había puesto la mesa con mantel de brocato y cubiertos de plata, todo traído de Alemania. Me acuerdo que cocinó arroz con leche y no sé cuántos huevos le había puesto, riquísimo.
Días paados el Club Atlético Once Tigres, en el Estadio “Abel Del Fabro”, presentó a su nuevo cuerpo técnico de Primera y Cuarta División, que afrontarán los próximos torneos de la Liga Nuevejuliense de Fútbol en la temporada 2025/2026, que comenzaría fines de septiembre. De esta manera, Nicolás Simón, quien venía desempeñándose como coordinador deportivo de la institución y ayudante de campo, será el DT de Primera División, contando con el apoyo del ex futbolista del Club, Mario Rumi; y del DT de Cuarta División, José Becci -quien continuará en ese cargo-, como ayudantes de campo. El cuerpo técnico se completa con el Prof. Lucas García, como preparador físico; Javier Albano como entrenador de arqueros; Rubén Tolosa, Valentín Melgarejo y Agustín Arce como ayudantes de campo de Cuarta División; Pablo Chávez como utilero y Ricardo Guarino como secretario deportivo. “Estoy muy contento y agradecido con esta oportunidad que me brinda el Club y deseoso de aprovechar la misma de la mejor manera”, comentó Nicolás Simón, adelantando además que la pretemporada se iniciaría el día 11 de agosto, de manera de contar con siete semanas de trabajo previas al inicio del torneo, prevista para el 28 de setiembre. “De todas maneras, a los jugadores les enviamos algunas actividades para que realicen de manera particular en sus casas o en grupos, libremente, de manera que lleguen con una base física a la pretemporada, una técnica que nos dio buenos resultados en el último receso de verano”, completó. Respecto de los objetivos de Once Tigres para el próximo campeonato, el nuevo entrenador indicó que “será fundamentalmente un año de transición y de recambio ordenado y planificado, apostando a los jugadores del Club y de las inferiores, con algunos refuerzos en puestos donde lo necesitamos”. “En la Cuarta División pretendemos contar con un plantel conformado por jugadores de las distintas divisiones inferiores, formando una suerte de selectivo, ya que las mismas vienen siendo protagonistas de los campeonatos de la Liga, con muy buenos desempeños”, indicó también.
En el predio del Club Once Tigres de la ciudad de 9 de Julio se llevarán a cabo pruebas gratuitas de jugadores de fútbol infanto juveniles por parte del Club Atlético Huracán, entidad de Parque Patricios de la ciudad de Buenos Aires. Las pruebas están previstas para el jueves 17 de julio, para las categorías 2009, 2010, 2011 y 2012. Los interesados pueden contactarse con Nicolás Simón. Todos esos datos enviar al 2317-487242. Huracán realizará una prueba de jugadores para sumar a sus divisiones formativas. Se desarrollarán en el Predio del Club Atlético Once Tigres. Con el objetivo de evaluar e incorporar nuevos talentos a la cantera, los responsables de la formación y captación en el Fútbol dispusieron una prueba general de jugadores. La misma se realizará el día jueves 17 de julio. PARA TENER EN CUENTA CATEGORÍA 2009-2010: Deberán concurrir a las 10:00 horas CATEGORÍA 2011-2012: Deberán concurrir a las 13:00 horas Para asistir a las pruebas es obligatorio asistir con un certificado médico que avale la práctica de la actividad. Además, deben concurrir con la indumentaria deportiva adecuada. Para anotarse deberán enviar: – Nombre completo – Año de nacimiento – Posición – Club de Origen COMO PARTICIPAR Nicolás Simón explicó a «EL 9 DE JULIO» que se trata de una prueba libre para jugadores. «Nosotros hicimos una invitación a clubes de 9 de Julio, como también a equipos de la zona, Bragado, Carlos Casares, Los Toldos, 25 de Mayo, Trenque Lauquen». En cuanto a la modalidad de la prueba aclaró: «no es que cada club tenga que traer su selectivo, es libre para que cualquier jugador pueda venir a probarse, que tenga su oportunidad. No les pedimos a los clubes que traigan sus seleccionados, sino que ellos manden nuestra invitación a sus grupos y que cualquier chico que quiera venir que lo haga».
La gente de Huracán pide que se contacten conmigo por información. «Para ahorrarnos tiempo, pueden mandar en forma privada un mensaje con los datos, así lo tenemos agendado en una carpeta y el día que vienen ya están anotados, para ir adelantando pasos. El que no se pudo anotar antes, podrá hacerlo el mismo día». Con respecto a las pruebas, las categorías más grandes se van a probar -2009 y 2010- por la mañana y por la tarde las categorías 2011 y 2012. Esperamos que vengan muchos chicos, habrá servicio de cantina para que puedan almorzar los que vienen de otras ciudades».
El 10 de junio de 2025 la Asociación San José de Hogares Sustitutos celebró el 40º aniversario de la fundación de la entidad, cuya sede está ubicada en calle Libertad 1163 de la ciudad de 9 de Julio. La conmemoración se inició una Misa en Acción de Gracias en la Iglesia Catedral Santo Domingo de Guzmán, seguida de un encuentro fraterno en la sede del Hogar y una cena aniversario junto a miembros, colaboradores y amigos de nuestra comisión directiva. La institución —de carácter civil y sin fines de lucro— nació en 1985 con el propósito de brindar cuidado, contención y acompañamiento integral a niños y niñas que atraviesan situaciones familiares que requieren apoyo adicional en su crianza. A través de un comunicado que dio a conocer la entidad enviado por la Secretaria Analía Delma Guaragna y la Presidenta Blanca Luisa Ziliani, se informó que la Asociación San José de Hogares Sustitutos actualmente recibe «a aquellos cuyas familias, por razones laborales, sociales o circunstancias especiales, necesitan de nuestra colaboración para garantizar un entorno protector, seguro y enriquecedor». «En modalidad de Hogar de Día y en contra turno escolar, ofrecemos atención gratuita y personalizada, con el compromiso de fortalecer el vínculo familiar, promover la salud integral, facilitar la inclusión escolar y social, y sostener el desarrollo educativo, recreativo y emocional de cada niño y cada niña. Brindamos alimentación completa, actividades recreativas y deportivas, talleres, apoyo escolar, acompañamiento social y seguimiento nutricional adaptado a las necesidades de cada uno».
«A lo largo de estas cuatro décadas, hemos transitado un camino de trabajo sostenido y solidario gracias a la colaboración de voluntarios, profesionales, benefactores, ex integrantes de comisión directiva y a la comunidad en general. En esta ocasión especial, deseamos expresar nuestro más sincero agradecimiento a quienes han confiado en nuestra tarea y nos han apoyado de múltiples maneras».
«En el marco de esta celebración de 40 años, nos encontramos realizando además talleres especialmente pensados para los niños, que incluyen actividades de lectura, cocina, arte y otras propuestas recreativas y formativas. Estas iniciativas buscan estimular la creatividad, la participación activa y el aprendizaje compartido, enriqueciendo la experiencia cotidiana en nuestro Hogar», comentaron.
Asimismo, se llevó a cabo una charla abierta dirigida a padres, cuidadores y público en general, titulada “Infancias y Familia”. Esta actividad propició un valioso espacio de reflexión colectiva en torno a los desafíos de la crianza y la construcción de entornos protectores y afectivos para el desarrollo de la niñez. Desde el Hogar se agradeció muy especialmente a los medios de comunicación que acompañaron la cobertura de los festejos y a todos aquellos que nos hicieron llegar sus cálidas felicitaciones y mensajes desde distintos lugares y ámbitos. «Renovamos así nuestro compromiso de seguir trabajando con dedicación, respeto y amor por los niños y niñas, verdaderos sujetos de derecho, para construir junto a sus familias un presente digno y un futuro esperanzador». COMO COLABORAR Desde el Hogar «San José» se invita a toda la comunidad a sumarse y colaborar con la institución, ya sea asociándose o adquiriendo el servicio de Coronas de Caridad. Quienes deseen hacerlo pueden acercarse personalmente al Hogar o comunicarse a los teléfonos 523681, 524805 o 614817 para las Coronas de Caridad, y al 520160 o 2317 419985 para consultas sobre asociación y otras formas de colaboración. Cada aporte es un valioso gesto de solidaridad que nos permite continuar brindando cuidado y contención a los niños y niñas que más lo necesitan. SAN JOSE Desde la institución se invocó la protección de San José, patrono de la institución, para que «nos siga guiando en esta misión, con su ejemplo silencioso y firme, renovando el compromiso de trabajar juntos por un presente digno y un futuro esperanzador para cada niño y cada niña que acogemos. Que Dios los bendiga. “Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis; porque de los que son como ellos es el Reino de Dios.” (Marcos 10,14)
#EfeméridesNuevejulienses #historiade9dejulio 🔸 9 de julio de 1890: Nace Emilio Adobato. Fue un destacado fotógrafo nuevejuliense. Presidió el Concejo Deliberante local y fue dirigente del Club Atlético “9 de Julio”. 🔸9 de julio de 1896: Fue colocada la piedra fundamental del Hospital de los Pobres (hoy Hospital Provincial “Julio de Vedia”). 🔸9 de julio de 1916: Fue descubierta una placa conmemorativa del Centenario de la Declaración de la Independencia en la fachada de la Escuela Nº 1. La misma fue vandalizada y hurtada del lugar en 2021. 🔸9 de Julio de 1916: Nace Celia Mondelli de Merico, destacada profesora de arte nuevejuliense y artista plástica. 🔸9 de julio de 1937: Fue inaugurado, en 9 de Julio, el Segundo Congreso Regional de Asociación Culturales. 🔸9 de Julio de 1976: Con la presencia del Ministro de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires, fue inaugurado el acceso pavimentado “Primera Junta”. 🔸9 de julio de 2000: Fueron inauguradas las obras de refacción de la sede de la Sociedad de Fomento de Barrio Luján, donde también funciona la Biblioteca Popular y Asociación Cultural “Antonio Aita”. 🔸9 de julio de 2010: En el marco de los actos conmemorativos por el Día de la Independencia, fue inaugurada la plazoleta “Soldado Néstor Francisquez. La misma se encuentra ubicada en la calles Joaquín V. González, Alsina, Alberdi y Pasaje Río Colorado
El viernes 27 de junio de 2025 se firmó un acuerdo entre el Obispado de 9 de Julio y la CEyS “Mariano Moreno”, para construir el segundo Parque Solar de la ciudad, en la Quinta Nuestra Señora de la Esperanza que aportará 2 Megavatios de energía limpia. Este proyecto no sólo transforma un espacio físico de gran valor afectivo, sino que también lo proyecta como un lugar de encuentro social, espiritual, recreativo y formativo para toda la comunidad regional. «El futuro energético no se construye sólo con infraestructura, sino con educación, conciencia ecológica y compromiso colectivo. Esta alianza inédita entre la empresa, la sociedad civil y la ciudadanía está inspirada tanto en los valores del cooperativismo como en el mensaje del Documento Laudato Si’, Se promueve: * Inclusión energética y justicia territorial * Transición hacia fuentes renovables * Impulso a la economía local y empleo calificado * Reducción de desigualdades y fortalecimiento social * Articulación de un ecosistema colaborativo a nivel regional y global La energía no sólo ilumina, sino que también integra, transforma y construye comunidad.