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jueves, marzo 28, 2024

Opinión: Julián Domínguez critica y no propone soluciones para los problemas que él causó

Durante los ocho años de la presidencia de Cristina Kirchner, ni ella ni sus funcionarios eran afectos a dar entrevistas y conferencias de prensa. Me tocó vivirlo en carne propia ya que en varias oportunidades con distintos funcionarios nacionales solicité muchas veces entrevistas que no me fueron concedidas. Este fue el caso del Dr. Julián Domínguez, ex Ministro de Agroindustria desde octubre de 2009 a diciembre de 2011 y luego en el segundo mandato de Cristina, Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.
En varias oportunidades me comuniqué con un colaborador cercano a él, el Ing. Agr. Lorenzo Basso, y también con su encargado de Prensa quien nunca dijo que no me darían la entrevista pero tampoco fijó fecha para la misma buscando desalentarme o cansarme como finalmente ocurrió.
El martes 10 del corriente en este medio y supongo que en otros también el Dr. Domínguez hizo una denuncia pública sobre el vaciamiento del INTA por despidos de personal y reducción de presupuesto. Llama la atención que durante su gestión al frente del Ministerio de Agroindustria del cual depende el INTA pobló de jóvenes militantes todas las dependencias de dicho Ministerio, del INTA y del SENASA, especialmente de la Juventud Peronista de la Universidad de La Plata, la mayoría de ellos sin experiencia en el área agropecuaria. En el caso del INTA el plantel del personal se multiplicó casi por tres desde el año 2007 al 2015 pero no sólo eso sino que ellos fueron destinados a las oficinas de Capital y no a las experimentales y agencia de extensión. Hoy en día el 85% del presupuesto del organismo se destina al pago de sueldos, lo cual no deja margen para fondos para proyectos de investigación y esto es obra de Dominguez.
El sitio de Internet La Política On-line denunció que estos jóvenes eran contratados para trabajar en la campaña política para la reelección de Cristina Fernández de Kirchner en la época del Dr. Domínguez al frente del Ministerio en cuestión.
Durante su paso por el Ministerio Agropecuario delineó un Programa Estratégico Agroalimentario, PEA, que era una total expresión de deseos con metas de producción del 2010 al 2020. Dichas metas, totalmente incum- plibles, en especial bajo las políticas implementadas para el sector agropecuario por el Kirchnerismo. Recuerdo ahora los famosos ROES, cupos y cierres temporarios de exportación y muchas promesas incumplidas al sector como el plan trigo y maíz plus.
En los últimos 120 años el promedio de ha. sembradas con trigo fue de 5.9 millones de ha., durante los ocho años de CFK se sembraron de promedio 4,5 millones de ha. y se llegó en dos campañas a aproximadamente 4 millones de ha. Las menores siembras en 100 años. Durante esos años se aumentó mucho la siembra de soja a pesar de las altas retenciones, ya que este cultivo era prácticamente el único que no sufría interferencias para su exportación, pero se producía un desbalance con poca siembra de gramíneas, trigo y maíz,
Las exportaciones de carne fueron cayendo año a año y de ser el tercer o cuarto exportador del mundo en los primeros años del presente siglo pasamos en diez años al puesto 10 u 11 y el stock vacuno en 10 años se redujo en 10 millones de cabezas. Todo un logro. También de tener superávit energético a principios de siglo se pasó a importar muchos barcos con gas y fuel oil.
Al momento de retirarse en el 2015 el Ing. Agr. Ernesto Viglizzo, investigador del INTA durante 27 años con numerosos reconocimientos internacionales criticó la gestión del Kirchnerismo en el INTA en dos notas publicadas en el diario La Nación, donde expone que los investigadores que no estaban alineados con el gobierno nacional tuvieron dificultades para desarrollar su actividad científica y profesional. Podríamos resumir su crítica en este dos párrafos textuales: “La usina de conocimiento está dañada, el núcleo duro de investigación y extensión han cedido terreno a una estrategia comunicacional omnipresente que difunde más actos de funcionarios políticos que tecnología. Se han gastado millones para financiar un proyecto marketinero de vuelo corto. Cautivo de una visión populista e incompatible con la búsqueda de excelencia, el organismo casi triplicó su número de agentes desde el 2007 a partir de una incorporación masiva y desordenada.”
“No se aumentó el personal en investigación y extensión , sino en jóvenes militantes de sectores urbanos y periurbanos con poca o nula formación agropecuaria y no se le dio prácticamente participación al productor.”
Todas estas críticas las hizo un investigador de larga trayectoria en la institución. Julián Domínguez critica la actual gestión y no propone soluciones para un problema que él mismo y el Kirchnerismo causaron.
Invito al Dr. Domínguez a un debate público en 9 de Julio sobre las políticas agropecuarias del Kirchnerismo, su gestión y su visión del INTA.

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* Por Eduardo Gallo Llorente
[email protected]

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