Una suelta de globos en una escuelita rural del partido de Bragado, traza la relación entre una nena de 13 años y un matrimonio de uruguayos. Cuatro historias en una, trasladados por un globo que apareció allá por el 2009 y hoy termina de concretar su mensaje.
El globo color rosado asomó por el cielo y su color contrastó con el verde de los árboles y el celeste del cielo, sobre la chacra donde viven Virginia y Wilson en la localidad de Treinta y Tres, a orillas del Río Olimar, allí donde nacieran el legendario trío «Los Olimareños».
Lo que no sabían era que ese globo iba a transportar cuatro historias muy particulares.
Virginia Román (59) y Wilson González (69) son un matrimonio muy apreciado en Treinta y Tres, donde Wilson tiene una bloquera y junto a Virginia llevan una vida apacible, participando de diversos proyectos sociales en la comunidad.
Cuando los vecinos quieren llegar hasta el río, saben que por esa chacra pueden obtener el permiso para bañarse o practicar deportes náuticos.
El globo flotó sobre la chacra y les llamaba la atención que por varios días se mantuvo en el aire.
De a poco se fue desinflando y cayó exánime sobre un montículo de tierra detrás del arenero.
Virginia se acercó al globo y vió que de un hilo pendía una nota: «Me llamo Ludmi, soy alumna del SEIMM Nº 403 del Paraje «Rauch Viejo», ¡Feliz Día, Jardines! 28/05/09″
Cortó el hilo de los restos del globo, ató una llave a la otra punta y la colgó de un perchero donde aún perdura.
Pasaron los años y, en una charla con su amigo Víctor Sánchez, Virginia y Wilson (que fue compañero de José «Pepe» Mugica en la Escuela Agraria) se preguntaban quién habrá sido esa nena, cómo llegó el globo hasta allí, qué sería de la vida de Ludmi hoy, 8 años después de ese episodio, ¿Sabrá ella que el globo llegó a Uruguay?.
Víctor se puso en marcha para buscar unir estas historias, y decidió comunicarse con nuestro medio, sin saber que «Rauch Viejo» se encuentra en el Partido de Bragado.
«Este matrimonio es muy querido en la ciudad de Treinta y Tres, porque son solidarios y se involucran en diferentes proyectos sociales. Ayudan a muchas personas que necesitan, facilitándoles arena, bloques o ladrillos, e incluso, dejan ingresar a sus predios, que como el día de hoy, las familias y sus hijos, lo buscan porque tiene un encanto que viene de la belleza de sus montes y el azul de sus aguas, aprovechando algunos a hacer un asado y otros, a pescar; también a hacer deportes naúticos, o simplemente, quedarse sentados admirando esa naturaleza que el entorno regala a sus visitantes. Hay también una pista de carrera de caballos, en otra parte del predio, donde los domingos es frecuente las carreras y una suerte de camping, en otro de los puntos del monte natural que rodea el lugar. En un predio, no tan grande, han sabido Wilson y Virginia, darle una extensiva actividad y uso.» contó Víctor a ABCHOY.
Y decidimos acompañar esta historia.
En Bragado vive la maestra jardinera Ivana Siri.
Ivana vivía en la zona de «Rauch Viejo», estudió en la Escuela Nº 28 que está en ese lugar y, cuando se recibió de maestra jardinera fue destinada al SEIMM Nº 403 que está en ese paraje «Hoy la escuela está cerrada. El jardincito estaba con la escuela y lo pasaron a la Escuela 9. ¡No puedo creer que sea un globo del 2009! Pensé que era uno del 2015. Ludmila es casi una adolescente. La sigo viendo porque Bragado es chico y nos conocemos todos. ¡Qué bárbaro!
Aquí comienza otra de las historias que transportó ese globo que recorrió más de 900 kilómetros hasta caer en la chacra de Wilson y Virginia.
«Esa escuela la cerraron hace unos años» señala Ivana, y agrega «Es una escuela que particularmente yo aprecio mucho, porque estudié ahí la escuela primaria. Mis hermanos y yo fuimos a esa escuela porque somos de Rauch Viejo. Todavía no funcionaba el Jardín. Después estuve cuando me recibí de maestra jardinera. Después, por lo que pasa en el campo, se cerró. La escuela está a 42 km. de Bragado. La suelta de globos se hizo para el Día de los Jardines. Hace unos días me enteré que ahora está prohibido por eso de la contaminación. Es la primera vez que me entero del destino de un globo. Mañana, cuando le comente a mis compañeras, no me van a poder creer. Ludmila era mi alumna y su mamá es profesora de plástica en el Jardincito donde yo trabajo.»
«La verdad es que tengo una alegría inmensa. Esa escuela para mí tiene un significado especial. La adoro y me dio mucha pena cuando la cerraron porque viví la mayor parte de mi vida ahí. Qué lindo que haya caído en un lugar donde hayan podido valorar el mensaje»
Y hablamos con Ludmila Alice, quien es una adolescente que allá por el 2009 lanzó el globo que terminó recorriendo 900 km. para caer en la casa de Wilson y Virginia, en Uruguay.
Cuando se hizo la suelta de globos en el paraje «Rauch viejo» tenía sólo 5 años «Estaba en mi último año de jardín. Creo que el globo era de color rosa» recuerda, pero «no recuerdo qué decía el cartel».
La noticia del hallazgo del globo la sorprende «No esperaba que apareciera. Es lindo» dice Ludmila y admite que le gustaría conocer a Wilson y Virginia.
«Ahora estoy en Bragado, pero viví hasta que terminé el Jardín en Rauch Viejo. Me gusta el campo y mi papá trabaja allá.» cuenta esta joven que fue quien lanzó el globo viajero.
La historia enlaza estas dos localidades rurales. Por un lado la localidad de 33, que por el año 2009 tenía tan sólo 25.000 habitantes y en una de sus chacras cayó el globo enviado por Ludmila desde el paraje «Rauch viejo», en Bragado, que tiene una densidad similar.
Historias de gente amante del campo, de la vida natural, que valora las pequeñas cosas como el cartelito que transportaba un caprichoso globo (que se asemeja al entrañable «Globo Rojo» de Albert Lamorisse), que Virginia ató a una llave y colocó en el perchero y que los une con Ivana, la maestra, y Ludmila, la alumna, que están en Bragado, provincia de Buenos Aires.
* Nota publicada por abchoy.com.ar Portal de Rauch.
De esta nota también se hizo eco el programa «En el Camino· que conduce Mario Markic por TN
