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viernes, marzo 29, 2024

«Beto» Caligiuri

CALIGIURI* Durante más de sesenta años practicó el periodismo, vocación de lo animó desde muy joven.
* Con el pseudónimo de «El Cronista de Barrio Fuerte» ha publicado innumerable cantidad de artículos en medios de prensa locales, tales como «El Orden» y «El 9 de Julio», especialmente relacionados con las actividades deportivas.
* Frecuentó el periodismo radial, integrando el grupo fundador de «En la mesa del Café».
* A lo largo de su vida ha sido objeto de numerosos reconocimientos, tanto así que una de las cabinas de transmisión del campo de deportes del Club y Biblioteca «Agustín Alvarez»  lleva su nombre.
* Fue un permanente colaborador de Diario EL 9 DE JULIO, desde 1965.
* El Concejo Deliberante de 9 de Julio le otorgó un merecido reconocimiento..

La vocación en el hombre, más que una mera elección es algo así como un «llamado», un imperativo interior que le orienta hacia un fin determinado que el sujeto comprende y considera algo así como el mejor de todos los bienes posibles. Una vocación es a la vez, encuentro y  partida, es renuncia y aceptación, búsqueda y hallazgo,   y fundamentalmente es compromiso; pues por pesada que fuere la carga del trabajo, si éste fluye desde la profundidad de la aceptación difícilmente pueda advertirse su densidad.
La persona que ha encontrado su vocación, o al menos se ha encaminado hacia su búsqueda, impulsada por esa desconocida fuerza interior -cuyo origen motor difícilmente podría interpretarse acabadamente- adentra a su espíritu en una suerte de éxtasis, donde cada impulso está teñido por la satisfacción de obrar de la manera en que se debe obrar; vivir como se debe vivir; y ser cuanto se debe ser. Abrazar con libertad la propia vocación es, en definitiva, encontrar parte de ese destino existencial a que se ha sido llamado.
No siempre será como afirmara Terencio -en su obra «Andria», escrita en el año 166 a.C.-, «quoniam non potest id fieri quod vis; ide velis quod possis»; pues toda vocación, entendida como fin que planifica y perfecciona, implica una lucha sin desmayos; en otras  palabras, actos que no cesen en buscar la plenitud en ese fin último.
Hoy, en nuestro espacio semanal, destinado a recorrer la carrera vital de quienes, de  muchas formas, han servido y honrado a nuestra comunidad, tramos  de la trayectoria del recordado Alberto «Beto» Caligiuri, conocido entre sus coterráneos como «El Cronista de Barrio Fuerte». El sin dudas, mucho entendió cuanto significa abrazar una vocación, seguir el camino en una labor que reclama, para sí, mucha dedicación: el periodismo.
Nacido en nuestra ciudad el 11 de octubre de 1924, vio la luz en la misma casa donde hoy vive -Avenida Antonio Aita entre Mitre y  La Rioja- en el núcleo mismo del llamado «Barrio Fuerte». Sus padres fueron Santos Caligiuri y María Scalizi.
A raíz de algunos problemas de salud, emprendió sus estudios primarios a los 13 años, en la Escuela Nº 4 y los secundarios en la Escuela de Comercios y Anexos «9 de Julio», hoy Escuela Normal Superior. En la primera conoció de su vocación de cronista, pues ya en la infancia colaboraba en el periódico mural de ese colegio.
En diciembre de 1944, ante sus condiscípulos, disertó acerca del alcoholismo, con tanto acierto que mereció las loas de la prensa de entonces. Ya en estos años abrigaba una fuerte inquietud cultural e intelectual que ponía de manifiesto en sus numerosas colaboraciones periodísticas.

EN EL PERIODISMO
En efecto, fue en octubre de 1943 cuando, siendo alumno de los cursos elementales, publicó su primer escrito periodístico, titulado «Impresiones falsas». A partir de entonces no dejó de colaborar con la prensa escrita, especialmente con «El Orden», donde incorporó las primeras armas. Fue precisamente el subdirector de ese periódico, Eusebio Martínez, quien -el 23 de febrero de 1948- en una nota, titulada «Juventud Unida firme en el más popular de los deportes» le bautizó con el mote de «El Cronista de Barrio Fuerte».
«Barrio Fuerte» fue la barriada que acunó a otro gran redactor, amigo dilecto de Caligiuri,  el recordado Walter Moscato, una pluma selecta que dejó muy buenos trabajos en las páginas de la prensa, cerca de medio siglo atrás.
El 21 de octubre de 1965 publicó su primera colaboración en EL 9 DE JULIO. Desde entonces mantuvo su espacio semanal, sea con las legendarias Estadísticas como con las columnas «Volver al Pasado», entre otras.

EN  LA MESA DEL CAFÉ
En junio de 1954, en Publicidad «Splendid» y con los auspicios de «Gotecia» surgió «En la Mesa del Café», un espacio donde se comentaban aspectos relacionados con el fútbol de 9 de Julio. Sus primeros comentaristas fueron Rogelio Monti, Inocencio Arias, Víctor Vaccari, Oscar Luján Novas (jefe publicitario). «Pila» Alzueta y quien nos ocupa. Además, a la cena de inauguración que fuera servida en la parrilla «El Palenque» asistieron Alberto «Reca» Aita, José Zabala, Carmelo Guaragna, Oscar Novas, Jesús A. Blanco, Encarnación Navarro y   «Toti» Andali.
Más tarde fueron incorporándose nuevas figuras, de quienes no seria sencillo, dado su extensión, formular una lista.

MIEMBRO DE AGENCIAS PERIODISTICAS
En agosto de 1958 fue designado corresponsal de «Team» (Organización Deportiva de Buenos Aires para todo el país).  Esta era una agencia de alcanse nacional que tenía su sede en la calle Alsina 2752, en la Capital Federal. Además, entre la década de 1950 y la de 1970, integró la prestigiosa «D’Agostino Deportes», prestigiosa firma que cubría las certámenes  deportivos, especialmente las referidas al automovilismo, propiedad de J. J. D’Agostino y E. D’Agostino. En calidad de comentarista de esa agencia le cupo cubrir importantes competencias en las ciudades de 9 de Julio, Pehuajó, Bragado y Carlos Casares. Más aún, sus transmisiones eran difundidas por LR6 «Radio Mitre».

SU AMISTAD CON OSCAR GALVEZ
Durante varios años mantuvo una fluida amistad con el notable corredor Oscar Alfredo Gálvez. Cada vez que este piloto visitaba esta ciudad acudía a su casa.

EL CONSULTORIO ESTADISTICO
Merece una especial consideración la monumental recopilación que había realizado Caligiuri acerca de los distintos campeonatos futbolísticos.  Una buena cantidad de voluminosas carpetas, íntegramente mecanografiadas y prolijamente diseñadas, documentan los resultados de los partidos disputados en nuestra ciudad. Es una cuidada recopilación estudiada hasta en sus más mínimos detalles y compuesta con tal exactitud que sería difícil encontrar diferencia alguna en sus cifras.
Esta obra fue legada a su amigo el recordado Felix Antonio Saizar.

OTROS CAMINOS
El 16 de agosto de 1961 fue fundado en 9 de Julio el Círculo de Cronistas Deportivos. Caligiuri integró su primera comisión directiva en calidad de sacretario. Los cargos de presidente y tesorero fueron ocupados por Rogelio Chiesa y Alberto Aita.
Uno de los acontecimientos significativos de su vida fue el viaje a las Islas Malvinas, realizado  hacia enero de 1975 junto a Primo Casciola. A bordo de la nave «Enrique C», de bandera italiana, recorrió además las playas de Montevideo y los puestos de Chubut y Usuahia.

PREMIOS INSTITUIDOS
En 1974 instituyó el «Micrófono de Honor», distinción que comenzó a otorgar al año siguiente, a quienes se distinguían en el periodismo deportivo. En órden cronológico, lo recibieron Antonio Saizar (en dos oportunidades), Edgardo De Risio, Julio L. Guerriere (en
dos oportunidades), Julio C. Galeano, Juan E. Cambello, Héctor Tinetti, Abel Vía, Raúl Mascheroni (en dos oportunidades), Antonio Aita (en dos oportunidades), José F. Machioni, Juan C. Delamer (en dos oportunidades), Raúl Andrián, Domingo Dinesta, Eduardo Tinetti, Jorge Mastrangioli, y Jorge Cabrera. A las 20 horas del 7 de junio de 1996 la entrega definitiva de esta distinción era otorgada a Antonio Saizar. También, el 22 de diciembre de 1992 estableció el «Premio Amistad».

DISTINCIONES RECIBIDAS
En tantas décadas de dedicación al periodismo ha recibido importante cantidad de distinciones las cuales, por su cantidad, escapan a ser mencionadas en esta breve nota. Sin embargo, es dable citar algunos de los más importantes: * Pergamino de homenaje, con ocasión del Primer Triángulo del Oeste, del 5 de septiembre de 1965;* Diploma de honor de LT 33 «Radio 9 de Julio», conferido el 11 de enero de 1974; * Distinción de la misma emisora, donde se le reconoce «Maestro de las estadísticas,
colaborador y amigo», fechada el 7 de agosto de 1979; * Medalla de plata otorgada por la citada radio, el 26 de agosto de 1983; * Trofeos competición, donde se le distingue como «Decano del Periodismo», concedido el 7 de julio de 1992; * Distinción de Radio Victoria, otorgada el 26 de abril de 1997.
El Concejo Deliberante  de 9 de Julio le otorgó un  merecido reconocimiento.

PALABRAS FINALES
En octubre de 2013, en una nota titulada «Simplemente, el Cronista de Barrio Fuerte», su colega, Julio Guerriere, decano de los periodistas nuevejulienses, afirmaba que, «en Alberto Caligiuri pueden sintetizarse diferentes épocas del periodismo nuevejuliense, marcadas a fuego por la honestidad, la severidad en la opinión, el juicio certero, la conducta  y la responsabilidad, en un marco pergeñado de bohemia».
«Quienes compartimos -añade Julio- con él incontables horas de pluma y de micrófono sabemos de lo mucho que se le debe. Fue un atento vigía del periodismo lugareño y un permanente consejero en el marco de esta actividad».

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