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martes, abril 16, 2024

Blas Martínez («Blasito»)

blas martinezLa bondad como elecciónde vida
* Radicado junto a sus padres, siendo muy joven, comenzó a trabajar en el comercio que había fundado su padre, «La Subasta».
* Atraído por la música, estudió bandoneón  y poco más tarde fundó su propia orquesta.
* Estuvo vinculado a algunas instituciones tradicionalista de 9 de julio; no era extraño verlo luciendo prendas de gauchas en cuanto desfiles de emprendados se realizara en  la ciudad.
* La Sociedad Española de esta ciudad, lo contó entre sus más infatigables miembros. Habiendo ocupado diversos cargos, llegó a presidir su comisión directiva.

El origen de la palabra bondad es del latín. Proviene de  de boni- tas, bonititis formado por bonus, bona, bonum cuyo significado es bueno y el sufijo -tat- con los que se forman los abstractos de cualidad. Por tanto el concepto etimológico de este vocablo es cualidad de bueno. Se identifica con la característica propia de las buenas personas. Es también la inclinación o tendencia natural a hacer el bien.
El término bondadoso es un adjetivo que se utiliza para indicar a una persona llena de bondad, de genio apacible, la persona bondadosa se caracteriza por ser una persona que realiza el bien y promover todo lo bueno para las personas que se encuentran a su alrededor. Tener bondad es ser benevolente, amable e intenta procurar la ayuda de otro.
Precisamente, mucho sabía acerca del valor de la bondad, la persona cuya vida traemos hoy a nuestra sección semana; más aún, a sus dotes de ser  bondadoso se añadían otros valores como la solidaridad, la generosidad, la humildad o el respeto.

UNA VIDA, UNA ESQUINA, UN RECUERDO
Si bien ya ha perdido la característica que consiguiera su fundador, hace más de medio siglo atrás, en la actualidad los nuevejulienses pueden aún leer un gran letrero donde se denota la otrora existencia de un comercio: «La Subasta». La esquina de La Rioja y Robbio aún parece, en el recuerdo de cualquier transeúnte que circule por el lugar, conservar la impronta que le confiriera el legendario negocio fundado por Carmelo Martínez.
Allí, puede decirse, todavía sobrevive la imagen inolvidable de Blas Martínez, hijo del fundador del tradicional bazar, a quien sus amigos apodaron afectuosamente “Blasito”.
Nacido en la estancia “Huetel”, en el partido de 25 de Mayo, el 27 de junio de 1917, habían sido sus padres Carmelo Martínez y María Martínez, ambos naturales de Logroño, en España.
Siendo aún joven se radicó en 9 de Julio, donde su padre en sociedad con un tío suyo, estableció “La Subasta”. Allí trabajó primero a las órdenes de su padre y luego asociado a éste.
Hacia 1956, tras la muerte del fundador, Blas prosiguió al frente del comercio, el cual para entonces ya había adquirido prestigio entre los vecinos de 9 de Julio.

LA MUSICA Y LAS ACTIVIDADES FOLKLORICAS
Una de las aficiones más importantes en la carrera vital de Martínez, fue la música. Había estudiado bandoneón de la mano del acreditado maestro Víctor Frustaci. En este orden, tiempo más tarde logró conformar su propia orquesta típica, aún recordada por muchos.
Tampoco escapó a su delectación participar en cuanto desfile o acontecimiento tradicionalista aconteciera en la ciudad. Vinculado con las peñas folklóricas, solía vestir con singular porte las prensas gauchescas, o encabezar las marchas a caballo portando la enseña patria.

DEPORTISTA
En sus mocedades, el Club “Juventud Unida” fue el ámbito donde desarrolló sus cualidades deportivas como futbolista. Pero, mucho más renombre hubo cobrado con la práctica de la pelota a paleta.
En este último frecuentó las canchas, tanto del Club Español como del Club Atlético “9 de Julio”. Asiduo participante en campeonatos,  pudo conquistar merecidos reconocimientos.
A comienzo de la década de 1940 se había vinculado al grupo de jóvenes que propiciaron la fundación de otra entidad social y deportiva: el Club Atlético “San Martín”.

SU BONDAD
La bondad es la disposición permanente a hacer el bien, de manera amable, generosa y firme. Las personas bondadosas sienten un gran respeto por sus semejantes, y se preocupan por su bienestar.
Si alguien no está en buena situación y necesita ayuda, el bondadoso no duda en ofrecérsela, y lo hace sin ofender, amorosamente y poniendo un gran interés en ello.
La bondad es una de las cualidades humanas que mejor reflejan la esencia humana, pues la persona bondadosa es buena, benigna y benévola, y a veces se la relaciona con la amabilidad. Tiene inclinación por hacer el bien a los demás, y lo hace con afecto, comprensión y respeto. La mejor persona suele ser bondadosa.
La bondad fue uno de los más claros atributos que distinguieron a Blas Martínez.

EN LA SOCIEDAD ESPAÑOLA, VOCACION SOLIDARIA
La Sociedad Española de 9 de Julio le contó entre sus más decididos colaboradores, hasta los últimos días de su existencia.
En la comisión directiva, luego de ocupar los cargos de pro-tesorero  y de tesorero, fue elegido para presidirla, por citar, entre 1963 y 1966.
Además, su comercio fue el lugar, durante muchos años, donde los asociados podían requerir las ordenes para las prestaciones asistenciales  que efectuaba la institución.

SU FAMILIA
Blas Martínez contrajo matrimonio con Irma Aida Zabala, el 16 de marzo de 1940. Fruto de esa unión nació su hija María Isabel Martínez de Bai.

PALABRAS FINALES
La vida de Blas Martínez se apagó, inesperadamente, el domingo 14 de diciembre de 1986. Hasta el día previo a su deceso había atendido su comercio con la habitual cordialidad que le era característica.
Tras su muerte, “La Subasta” debió proseguir un curso deferente, respecto de aquel que sus fundadores le había dado. Pero, aún así, en la sola presencia de su nombre, permanece presente, aunque intangible, el perfil de ese hombre bueno a quienes sus amigos y vecinos jamán olvidaron.
La capacidad para la bondad existe en cada persona sin excepción alguna. No importa el tipo de dolor que le haya tocado vivir en su vida, esa capacidad nunca es destruida.
En los días de intenso movimiento y vértigo que toca vivir, muchas veces y sin advertirlo se va cayendo en una rutina que hace olvidar ser amable, atento, y bondadoso. Sin dudas, recordar esas bellas almas que, en su paso por la vida han sido buenas, puede ayudar a todos a vivir cada día con mayor bondad.

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