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jueves, abril 25, 2024

Se realizó la tradicional Huella de Fortines de Carlos Casares y Guanaco

[3 de noviembre de 2010] El fin de semana último, desde la mañana del sábado hasta la tarde del domingo, tuvo lugar la realización de la trigésimo segunda edición de la Huella de Fortines, que viene siendo organizada desde la ciudad de Carlos Casares desde más de quince años, y que ha sido declarado de «Interés Turístico Provincial» por la Subsecretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires.

En esta oportunidad, la Huella unió Carlos Casares con la localidad de Guanaco, en el Partido de Pehuajó, en un recorrido interesantísimo que fue un  “inolvidable viaje por la historia”.

Entre los doscientos ochenta huelleros que participaron, lo hicieron varios nuevejulienses, quienes disfrutaron de esta atractiva experiencia.

En diálogo con EL 9 DE JULIO, uno de los participantes, Antonio Rocca, presidente del Centro Tradicionalista “Doctor Cesáreo Lozano”, explicó que la Huella se inició “partiendo alrededor de las 9 de la mañana desde Carlos Casares hacia Mauricio Hirsch donde tuvo lugar el almuerzo, se descansó y alrededor de las 15 horas se volvió a ensillar para partir con rumbo a Guanaco, Partido de Pehuajó”.

Rocca subrayó que “el Delegado municipal de Guanaco ofreció un hermoso marco, comodidades, higiene, agua para los caballos, leña para los huelleros, baños químicos”. Asimismo, tal como lo refirió el entrevistado, “a la noche se fogoneó hasta altas horas de la madrugada. Cada integrante o grupo iba con sus guitarras, con sus lechones y corderos, con la realización de un escenario hermoso, con la presencia de artistas de Carlos Casares, Pehuajó, con la animación del Chango Celis, y luego se realizó una linda bailanta”.

Antonio Rocca destacó la presencia de jóvenes y niños en la Huella.

“Me llenó de satisfacción –añadió- ver la presencia de un almácigo bastante importante de jóvenes y niños. Había alrededor de veinte petizos cuyos jinetes eran chicos. Ellos son quienes recién comienzan, luego pasan a montar en caballo, mejoran sus pilchas, la calidad, y comienzan a participar de los centros tradicionalistas o de los desfiles”.

Para Rocca la presencia de los jóvenes en la Huella constituyó un “orgullo y satisfacción porque ellos van a enarbolar la bandera de la tradición”.

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