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viernes, abril 19, 2024

Contradicciones

Por Eduardo Gallo Llorente, Eduardo Gallo Llorente, gallollorente@gmail.com
Por Eduardo Gallo Llorente, Eduardo Gallo Llorente,
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Hace pocos días Vilma Ibarra, ex legisladora por el Frente para la Victoria, publicó un libro titulado “Cristina vs. Cristina el ocaso del relato”, donde hace un pormenorizado análisis de las posturas públicas a lo largo de los últimos 20 años de Cristina Fernandez de Kichner. Surgen en él todas las contradicciones, idas y vueltas en muchas de sus posiciones políticas a lo largo de este período.
Nadie puede decir que Vilma Ibarra es liberal o gorila ya que perteneció al kichnerismo y muestra a lo largo de su interesante libro el desencuentro entre la política y la verdad.  Agrega que siempre se puede cambiar de posiciones aduciendo cualquier excusa como por ejemplo que las condiciones han cambiado.
Uno de los temas más interesantes donde se aprecian las fisuras más grandes del relato es en el tema económico. Ultimamente y sobretodo desde la era Kicillof como Ministro de Economía, la Presidente ha radicalizado sus posturas y en varias ocasiones se ha referido a la “pesadilla neoliberal”.
En 1994 en Santa Fe, en ocasión de la Convención Constituyente cuando todavía era amiga de Menem y admiradora de Cavallo se refería a su propia administración:  “Cuando recibimos el gobierno en 1989 éramos un país fragmentado, al borde de la disolución social, sin moneda y con un estado sobredimensionado que como un Dios griego se come a sus propios hijos. Entonces hubo que abordar una tarea muy difícil, reformar el estado, reformularlo, reconstruir la economía, retomar la credibilidad de los agentes económicos en cuanto que era posible una Argentina diferente”.
Es interesante analizar lo dicho en ese momento con lo que ha hecho el kichnerismo en los últimos 12 años y en especial en los 8 de Cristina donde el empleo público ha crecido en forma vertiginosa. A modo de  ejemplo se puede mencionar que en la Cancillería trabajaban aproximadamente 3000 agentes hace 8 años y hoy superan los 8000. El INTA, el INADI y otras reparticiones públicas también han multiplicado por 3 sus empleados que no saben ni en que lugar les toca trabajar. Ella ponderó las reformas de Menem en los 90 y estuvo a favor de la privatización de YPF en dicha década. Parrilli, actual secretario de la Presidencia, en ese momento era diputado por Neuquén y fue el miembro informante en el debate de la privatización de YPF.
Defendió en muchas ocasiones la convertibilidad que nos llevó a la debacle del 2001 y luego siendo Presidenta atacó a la convertibilidad, a Menem a Cavallo que dejaron de ser sus amigos.
Hay otros temas como los Derechos Humanos donde también se nota un cambio de postura, impugnaron a Patti y Antonio Bussi por estar comprometidos en la represión ilegal pero en el año 2013 promovió al Gral Milani que está acusado de la desaparición del soldado Ledo por las madres del la Provincia de La Rioja y otras entidades defensoras de los Derechos Humanos.
La sensibilidad de los Kichner frente a este tema es muy tardía y cuando Néstor era Gobernador de Santa Cruz ignoró sitemáticamente a Hebe de Bonafini cada vez que visitó la Provincia.
Siendo senadora, en varias ocasiones Cristina se mostró muy preocupada  por los hechos de corrupción. En 1997 presentó un proyecto para conformar una comisión investigadora especial de “hechos ilícitos o prácticas de corrupción”. Sin embrago siendo Presidente tuvo actitudes diametralmente opuestas especialmente en el tema Jaime y Bodou.
El menosprecio por la verdad es otro aspecto llamativo del discurso de Cristina, insiste en afirmar que los número de la inflación son los que publica el INDEC aunque todos los argentinos de buena fé saben que no es así y para distraernos apoya esas ridículas campañas promovidas por Guillermo Moreno de “Clarin miente” y manda a D’Elia y Hebe de Bonafini a insultar y escrachar a los periodistas que no comulgan con ella.
La justicia también ha sufrido los cambios del pensamiento y el humor presidencial.  Son por todos conocidos las idas y vueltas con el número de los miembros del Consejo de la Magistratura y también con los miembros de la Corte y hoy en día nadie sabe cual es el número de los miembros que ella considera el más apropiado.
Ibarra sostiene que Cristina consigue que le pasen por alto las contradicciones porque quienes la escuchan están dispuestos de antemano a creerle .
Santiago Kovadloff lo expresa de la siguiente forma al analizar la escasa o nula crítica de los intelectuales oficialistas. Para ellos el gobierno no tiene razón es la razón.

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