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Once Tigres venció a Agustín Alvarez en un partido emocionante e inolvidable

[22 de junio de 2010] El partido destacado de la fecha y uno de los más emocionantes del campeonato lo protagonizaron en el Estadio Antonio Crosa Agustín Alvarez y Once Tigres y terminó 3 a 2 en favor del bicampeón 2008 – 2009. El visitante fue un justo vencedor, más allá del esfuerzo conmovedor del local con inferioridad numérica. Hubo tres expulsados y pasó de todo en una tarde fría, con sol y buen marco de público.

Once Tigres repitió la misma formación que en el partido anterior, mientras que Agustín Alvarez sumó otra baja: la de Joglar. El equipo visitante se mostró más ordenado parado en la cancha y más peligroso para atacar desde el minuto inicial. La más clara, antes de la apertura fue un mano a mano que Torres le ganó a Belloso a los 12′ con choque incluido.

Once Tigres en dos minutos definió el partido. La primera jugada fue de pelota parada cuando González envió suave al primer palo el tiro libre y Martín Alayón la empujó para abrir el marcador a los 19′. Mientras que a los 20′ Juan Perazzo, que se consolida en el primer equipo, convirtió un golazo de larga distancia con tiro fuerte y al palo derecho de Torres para el 2 a 0.

Once Tigres era el dueño del partido. Agustín Alvarez estaba confundido. Para colmo a los 25′ se lesionó Daniel Brescia, ingresando Duarte, se retrasó Delamer que al terminar la etapa también se tenía que ir de la cancha por otra lesión. Un panorama más complicado para el escolta del campeonato. En Once Tigres Villalba reemplazó a Juárez.

Once Tigres encontró muchas ventajas de un equipo que defendía con pocos defensores. Por ausencias (Radicciotti, Lobito y Márquez) y lesiones (Brescia), volantes tuvieron que ocupar la última línea. A los 29′ Belloso remató por arriba del travesaño, a los 31′ Torres le tapó el gol a González y a los 41′ otra vez el arquero local salvó ante «Carreta» y después le hizo penal, que no vio Segovia.

Once Tigres le perdonó la vida a Agustín Alvarez que reaccionó en el complemento. A los 3′ de tiro libre Ignacio Bossio convirtió un golazo al segundo palo de Cacho, era el 2 a 1 y parecía que seguía el envión del local. Juan Perazzo estaba enchufado puso el freno enseguida y a los 5′ convirtió el 3 a 1, en un rebote, luego de un tiro libre.

A los 8′ Torres le volvió a ganar otro duelo a González evitando el cuarto tanto. Hasta que a los 14′ aprovechó un centro Lucas Mariperisena para cabecear por encima del cuerpo del arquero de Once Tigres y establecer el 3 a 2 que dejaba al local nuevamente a tiro del empate.

Se complicó el local con la expulsión de Gailac, reaccionando ante Frisenda y Segovia le mostró roja directa cuando se jugaban 17′. Once Tigres lo quería liquidar pero perdió contundencia en la última media hora. A los 23′ lo tuvo González y dos minutos más tarde Belloso, en una salvó Rojas y también los palos devolvieron los remates de Once Tigres desde ese momento hasta el final.

Sin embargo Agustín Alvarez sacó fuerzas de dónde no tenía, por el cansancio y el desgaste. Bossio tuvo que ser asistido cuando sufrió un calambre, repuso energías y volvió la esperanza.

Inexplicablemente, Once Tigres perdió confianza y con un hombre más que su rival no lo hizo notar en un momento del partido y casi se complica. Lo acorraló el «Rojo», se replegó el «Tigre» y también pudo haberlo empatado por esas cosas del fútbol. A los 37′ por medio de Mariperisena, a los 43′ Bossio no pudo vencer a Cacho y a los 44 con un tiro libre de Torres que salvó sorpresivamente Ascani, rechazando. Sobre la hora fueron expulsados Siri (doble amarilla) y un par de minutos después Zoller (doble amonestación).

Dio 9 minutos de adicional Segovia, por interrupciones del juego, pero no alcanzó la ilusión del local y ganó Once Tigres que sigue en la senda de la recuperación: tercero, a un punto del escolta Agustín Alvarez y a cinco de Atlético 9 de Julio (el puntero ahora le lleva cuatro al segundo). Ganó el que mejor hizo las cosas futbolísticamente y el que tuvo más entrega se fue con las manos vacías, pero con la tranquilidad de haber dado todo.

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