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Nueve de Julio
jueves, abril 25, 2024

Una joven alemana se encuentra en el Partido de 9 de Julio aprendiendo castellano

[3 de junio de 2010] Cordula Knape es una joven alemana de veinte años, que se encuentra en la Estancia «La Catita», en la localidad de La Niña, con la finalidad de aprender el idioma español y conocer la vida en un pueblo rural. Nacida en Neuss, una ciudad del oeste del estado de Renania Septentrional-Westfalia (Düsseldorf in Nordrhein-Westfalen), el 8 de noviembre de 1989, finalizó sus estudios secundarios en el Gymna- sium Nort en junio del año pasado.

Cordula lleva apenas poco más de quince días en la Argentina y ya ha cosechado una rica experiencia que, sin dudas, se enriquecerá aún más en los próximos tres meses que, según estima, permanecerá en el país.

En diálogo con  Diario EL 9 DE JULIO, Cordula explicó que, luego de realizar una pasantía en una empresa de turismo, durante tres meses, realizó estudios de Economía durante un semestre. A partir de entonces decidió comenzar los estudios del idioma, orientándose hacia la enseñanza.

«Deseo -refirió Cordula- aprender el idioma español, porque deseo ser profesora de español en la universidad en Alemania. Ser profesora me parece muy atractivo, puesto que me gustan muchos los idiomas».

Cordula eligió venir la República Argentina porque su padre considera que es un país más seguro que otras naciones de Latinoamérica.

«Elegí -añadió- la República Argentina porque muchos alemanes viajan de vacaciones a España y, por eso, quise ir a un país más interesante, y para conocer Sudamérica. Este país me gusta mucho. Estuve cuatro días en Buenos Aires, y los restantes siete días en ‘La Catita’, donde Ricardo y Laura me han hecho conocer 9 de Julio».

En su hablar, en la pronunciación adecuada de las palabras, se revela que, durante su formación secundaria, en los tres años que duró su curso de idioma español, la base formativa ha sido muy sólida.

Cordula reconoció que «se trata de una lengua difícil para su aprendizaje».

«En la escuela -dijo- aprendí el español que se habla en España. En el caso de América latina, y en particular en la Argentina, existen modismos y formas de habla distintas»

Cordula aún debe definir cuál será la universidad  que aceptara su aplicación, pues en la formación académica alemana existe el requisito o concepto de que uno debe estudiar en la universidad donde piensa ejercer.

«En el mes de septiembre quiero comenzar a estudiar inglés y español, para el profesorado, en la Universidad. Considero que es importante poder aprender aquí a hablar y entender el idioma, para luego  enseñarlo a otros», comentó.

Se trata, para la joven, de la primera experiencia en la Argentina, en un pueblo rural. Según ella misma lo comenta, le ha resultado difícil al principio imaginarse un pueblo con calle de tierra, o caballos transitando por la zona urbana, circunstancias que en los pueblos de Alemania no se observan.

«Quise -indicó- conocer la vida en el campo. Si bien las ciudades son muy interesantes, me interesa poder conocer la zona rural, puesto que en Alemania no contamos con campos tan grandes, con este paisaje».

En los pocos días que lleva en la Argentina y, sobre todo, en «La Catita», la joven se ha adaptado notablemente a la vida rural; de hecho a degustado alguna de las comidas típicas argentinas, las cuales le han resultado agradables. Por otra parte ha encontrado un espacio predilecto para practicar algunas de las actividades que se desarrollan en el campo, tales como la equitación, que ya conocía desde su infancia.

Cordula destacó como positiva la apertura que tienen los argentinos y su hospitalidad, como parte de su idiosincrasia.

«Pienso que en la Argentina la vida no es tan planificada como en Alemania. Aquí toda las personas son muy abiertas», consideró.

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