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Nueve de Julio
jueves, abril 25, 2024

La medicina como vocación ética y compromiso moral

lizaso* Durante varias décadas ejerció la medicina en esta ciudad.
* Especializado en cirugía, ocupó la jefatura de servicio en el Hospital «Julio de Vedia».
* Director de la Asistencia Pública de 9 de Julio, fue también médico en la localidad de Carlos María Naón, a la cual estuvo vinculado desde su infancia.
* Fue Co-fundador de la Clínica Independencia.
* Médico ejemplar, abrazó con vocación la profesión y, con honradez y generosidad, se puso al servicio de su comunidad y de sus pacientes.

«Si ser médico es entregar la vida a la misión elegida.
«Si ser médico es no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección de cada día.
«Si ser médico es hacer de la ambición, nobleza; del interés, generosidad; del tiempo, destiempo; y de la ciencia, servicio al hombre que es el hijo de Dios.
«Si ser médico es amor, infinito amor, a nuestro semejante….
«Entonces ser medico es la divina ilusión de que el dolor sea goce; la enfermedad sea salud; y la muerte sea vida».
Las palabras que anteceden fueron escritas por uno de los más notables humanistas de habla hispana, médico y filósofo, el doctor Gregorio Marañón, Sirven, pues, como el exordio de esta breve semblanza biográfica por medio de la cual queremos recordar a un médico destacado que vivió y ejerció su profesión en este medio.
El 26 de septiembre último se cumplió el 10º aniversario del fallecimiento del doctor Néstor Julio Lisazo, quien ejerciera por espacio de varias décadas su profesión de médico cirujano en esta ciudad.
Nacido en la ciudad de Bragado, el 2 de junio de 1920 sus padres Antonio Lisazo y Carmen Berridi se encontraban radicados en el sector rural del Partido de 9 de Julio.
Siendo niño, junto a su familia, vivió cerca de la localidad de Carlos María Naón.
Allí su abuelo, Julian Lisazo, un inmigrante vasco, oriundo de Guipúzcoa, en 1880, había fundado un establecimiento agropecuario, a estancia “Santa Ana”, ubicada a unas siete leguas de 9 de Julio y a dos de Carlos María Naón. Al frente de ese establecimiento agropecuario, en el cual se practicaba la agricultura y la ganadería, desde 1916, se encontraba su padre.
En su primera infancia, fue enviado a la inicial de Bragado, junto a sus abuelos maternos, para que cursara allí los estudios primarios y secundarios en el Colegio Nacional.

VOCACION POR LA MEDICINA
Sintiéndose llamado por una vocación que habría de abrazar por el resto de su vida, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, donde efectuó toda su carrera, graduándose en 1947 con el título de Doctor en Medicina.
A poco de regresar de la Facultad, inició su capacitación en Cirugía, rama de la medicina que le interesaba perfeccionar, asistiendo como médico residente al Hospital Álvarez, en la ciudad de Buenos Aires. También frecuentó con interés profesional el Instituto de Gastroenterología y a otras instituciones análogas a las que estuvo vinculado durante los años en que ejerció la medicina.
Radicado en la ciudad de 9 de Julio, abrió primero su consultorio particular, para luego ingresar al Hospital «Julio de Vedia”, donde se desempeñó como jefe del área de Cirugía.
Ulteriormente también desempeñó el cargo de director de la Asistencia Pública de 9 de Julio.

FUNDADOR DE CLINICA INDEPENDENCIA
Hacia 1955, tanto el doctor Lisazo como otros jóvenes médicos que residían en la ciudad, comenzaron a concebir la idea de realizar un trabajo más interdisciplinario, con equipos médicos, que pudieran desarrollar su especialidad y compartieran un compromiso común en la atención integral del paciente. En ese contexto habrían de concebir la idea de fundar una nueva clínica. En efecto, en 1961, junto a los Santiago Meli, Normal W. Moscato, Carlos Régulo Martínez, Miguel Angel Busignani, Juan Carlos Fage y Juan Lorenzo Kersich, el doctor Néstor Lisazo fue co-fundador de Clínica Indepencia.
El doctor Lisazo no solamente realizó las primeras intervenciones quirúrgicas en la Clínica; también le cupo atender el primer parto, un 5 de junio de 1961. Se trataba de una familia amiga del doctor Lisazo, oriunda de la localidad de Carlos María Naón. El niño, fue bautizado con el nombre Néstor, en honor del médico que lo había recibido al nacer. Pocos meses después, con la llegada del doctor Kersich, especialista en Ginecología, fue cubierta en forma definitiva esa especialidad en el nuevo establecimiento.

SU FAMILIA
El doctor Néstor Lisazo formó su hogar, en 1956, con Ofelia Raquel Orbea, con la que tuvieron seis hijos (Alejandro, Martín, Ana Inés, María Carmen, Ignacio y María Eugenia ). Ellos lo acompañaron a transitar por el camino del servicio a la comunidad.

PALABRAS FINALES
No son pocos los vecinos, tanto de Carlos María Naón como de la ciudad de 9 de Julio, que aún recuerdan con estima y respeto la figura del doctor Lisazo.
Sin dudas para las nuevas generaciones de médicos, puede suponer una manera de dirigir hacia un horizonte fecundo su trayectoria profesional, toda vez que es posible reflejarse en aquellos profesionales honorables que, a lo largo de la historia, dejaron su huella. Precisamente, la vocación del doctor Lisazo puede ser tenida como auténtico paradigma.
Al evocar la figura de este médico nuevejuliense es inevitable volver a citar un fragmento de Gregorio Marañón, quien al trazar los grandes principios que se requieren para ser un gran Médico, escribía: “Ser, en verdad, un gran médico es el amor invariable al que sufre y la generosidad en la prestación de la ciencia, que han de brotar en cada minuto sin esfuerzo, naturalmente, como el agua del manantial.Con la idea clavada en el corazón de que trabajamos con instrumentos imperfectos y con medios de utilidad insegura, pero con la conciencia cierta de que hasta donde no puede llegar el saber, llega siempre el amor”.
Precisamente, esa cualidad de generosidad, se vio amalgamada en el doctor Lisazo, junto a otras virtudes que lo caracteriza: supo transmitir, cultivar y preservar los más nobles principios morales, supo vivir el compañerismo con otros colegas y cultivó y estimuló el entusiasmo a la hora sobreponerse a los obstáculos y fundar, junto a otros médicos nuevejuliense, la Clínica Independencia.

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