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Nueve de Julio
miércoles, abril 24, 2024

La magia de un payaso, la solidaridad y el amor a la infancia

corneta-principal* Siendo muy joven, descubrió una vocación que, desde hace más de 40 años, lo acompaña: ser payaso.
* Ha animado innumerable cantidad de eventos, tanto en 9 de Julio como en las localidades del interior y fuera del distrito.
* Incursionó en el teatro y, sin dudas, ello le permitió llevar nuevos conocimientos a su trabajo.
* Ha colaborado y lo sigue haciendo en diferentes instituciones, siempre con una entrega incondicional y un sentido amplio de la solidaridad.

Carlos Salvador Galván, a quien se lo conoce entre los nuevejulienses con el apodo de «Talo», es una persona que sabe la significación que tiene la solidaridad y el servicio a la comunidad. Desde su vocación de payaso, animando eventos y llevando la alegría a escuelas, hogares de niños o ancianos y centros de salud, ha trasmitido -y lo sigue haciendo – de una manera práctica y concreta dando una lección de solidaridad.
Desde hace más de cuatro décadas su nombre está ligado a una actividad artística que no siempre es valorada en su justa dimensión. Precisamente, desde los ámbitos oficiales encargados de la difusión de la cultura, por lo general se descuida a quienes tienen el talento para animar, crear un clima de fiesta y hacer divertir a la gente. Eso es parte de nuestra cultura, son nuestros artistas, son nuevejulienses, tienen talento y merecen que, desde los ámbitos oficiales, se les otorgue el merecido reconocimiento.
No siempre basta con un diploma de honor. Más importante aún es honrarlos dándoles un espacio en los espectáculos que se realizan, en los escenarios que se montan en la ciudad o en el Partido.
Carlos Galván ha comprendido su vocación artística de una manera absolutamente generosa. Por eso, en la comunidad, es una persona querida y respetada.
Nacido el 1 de junio de 1953, en la localidad de Ezeiza, es el anteúltimo menor de nueve hermanos. Cuando contaba seis años de edad se radicó en esta ciudad.
«Una de las razones principales -explica «Talo» en una entrevista mantenida con EL 9 DE JULIO- por la cual vine a 9 de Julio es porque, Carlos Volta, me ofreció la posibilidad de encontrar a dos de mis hermanos que vivían en esta ciudad. En esos años estaba viviendo en la casa de la familia Garbizo, en Buenos Aires. Volta me trajo a 9 de Julio y fui adoptado por la familia Martínez, que por esos años tenía la concesión del bar de la terminal de ómnibus».
Doña Florentina Martínez, a quien «Talo» considera cariñosamente su abuela, no solamente le brindó un hogar sino también una educación y el cariño de una familia. Por entonces, la familia Martínez vivía en la calle Libertad 35 (numeración antigua), frente a la quinta de Vadillo. Ese fue el primer barrio en el que vivió «Talo» tras afincarse en esta ciudad.
Más tarde, cuando contaba once años, «Cholo» Martínez había enviudado y adquirió una casa para su mamá, doña Florentina, en la calle Sarmiento entre Robbio y Mendoza.
«Tengo -recuerda- los mejores recuerdos de mi infancia en esta ciudad. Apenas llegué de Buenos Aires hice de muchos amigos así como también compañeros de estudios, cuando cursé la primaria en la Escuela Nº 5, los cuales todavía conservo».
Los estudios primarios los completó en la Escuela Nº 3 y, un año más tarde, fue becado por el Club de Leones de 9 de Julio para cursar los secundarios. Por esos años eligió emprender la vida laboral y dejar los estudios; en consecuencia, inmerso en el trabajo aprendió varios oficios, en los cuales aún se desempeña.

LA DIMENSION ARTISTICA
Hace más de 40 años que, Carlos Galván recrea un personaje entrañable para la ciudad: el Payaso «Corneta». En 1971, en la esquina de Vedia y Sarmiento, en el edificio que actualmente ocupa el Diario «EL 9 DE JULIO», funcionaba un bar, propiedad de «Cholo» Martínez; que, con antelación, había funcionado en otro lugar con el nombre de «Maracaibo».
«En el bar -recuerda «Talo»- de Vedia y Sarmiento fue donde conocí a quien me transmitió esta vocación, el Payaso ‘Frasquito’. El era oriundo de la localidad de La Niña y había trabajado con grandes artistas, en Buenos Aires y en ciudades de la provincia. En esos años, en los bares de la ciudad se acostumbraba llevar algunos artistas callejeros. Así pues, no faltaban aquellos que, por ejemplo, tocaban melodías con botellitas, formando un xilofón; guitarreros y cantores conocidos. En mi adolescencia, lo acompañaba a ‘Frasquito’ en sus actuaciones».
La Guardería «El Hogar del Niño», ubicada en esquina de Urquiza y Vedia y el Hogar de Ancianos, que por entonces se encontraba en la esquina de Vedia y General Paz, fueron los primeros ámbito que conocieron el talento de «Talo» para animar y divertir. También, trabajó como payaso en la Guardería infantil «Burbujas» y concurrió en muchas oportunidades a la Escuela de Enseñanza Múltiple.

LOS GRUPOS FORMADOS POR «TALO»
A lo largo de su dilatada trayectoria, Carlos «Talo» Galván formó diferentes grupo de payasos y animadores con los cuales recorrió infinidad de lugares, fuera de los límites geográficos del Partido de 9 de Julio. En este sentido, resulta memorable el denominado «Estadiolandia», que actuaba en el ámbito del Club Atlético «9 de Julio». Por espacio de ocho años, el grupo trabajó durante las colonias de vacaciones y en diferentes eventos.
Años más tarde, formó el grupo «Muni», donde se incorporan el payaso «Firulete», que actualmente sigue con «Corneta» y Oscar Bibini («Rabanito»).
Precisamente, con «Rabanito» trabajaron juntos por más de dos décadas, trazando una carrera interesante que, el Concejo Deliberante de 9 de Julio distinguió en octubre de 2009 con un diploma de honor.
«Talo» trabajó, asimismo, en el Centro Integrador Comunitario, donde conformó la agrupación «Corneta y sus payasos», no solamente para la animación sino también con una proyección terapéutica, vinculando el arte con otras dimensiones de la salud.

UNA TAREA CONTINUA
Entre los días 4, 5 y 6 de julio, el doctor Agustín Pereda, participó del primer Congreso Federal de prevención, organizado en la ciudad de Córdoba por la Confederación Odontológica de la República Argentina. En esta ocasión, el odontólogo presentó un proyecto desarrollado conjuntamente con «Talo» y su grupo de payasos, el taller «Teatro y salud bucal. Un encuentro pleno de sonrisas», llevado a cabo en el salón de usos múltiples del Centro Integrador Comunitario.
«Este trabajo -dice- siempre lo hice para divertirme. Nunca he tenido restricciones, siempre estoy disponible para quien me convoque. Incluso, cada vez que se incorpora un nuevo miembro al grupo, lo primero que hago es aclararle que, esta tarea es para divertirse y no para hacer dinero».
«Nosotros tratamos de divertir al auditorio, crear un clima de alegría entre los niños y dos adultos. En nuestras presentaciones no hay violencia ni expresiones groseras», comenta.
En la actualidad, «Talo» lidera un grupo de payasos conformado por Silvina Diez, Isabel Tuama («Firulete»), Mariana Pianetti («Pilita»), Andrea Buceta («Paleta»), Estela Mato («Pelusa»), Mónica Palomeque («Pomelito») y Acosta («Polilla»). Además, integran este conjunto algunos payasos más pequeños, hijos o nietos de los demás miembros; de esta manera, ha quedado formado por dos generaciones diferentes.
Desde hace cinco años, también trabaja en el proyecto «La vereda va a tu barrio», conjuntamente con dos profesionales asistentes sociales. Por medio de este han organizado distintos festivales en las barriadas de la ciudad.
En breve, Carlos Galván, llevará toda la alegría de su grupo de payasos a la Sociedad de Fomento del Barrio «Los Aromos «. Proyecta comenzar a trabajar para reflotar la actividad de la institución.

SU FAMILIA
Puede decirse que gran parte de la vida de «Talo» está vinculada a la calle Sarmiento pues, luego de contraer matrimonio con Blanca Lescano, adquirió una casa en la misma arteria, entre Arturo Frondizi y Edison.
«Talo» tiene dos hijos: Leandro Galván y Erika Severina; además, tiene dos nietas. Lourdes y Josefina.

PALABRAS FINALES
Resulta tarea difícil resumir en el espacio acordado para esta nota. «Talo» es una persona preocupaba por la niñez, por dar a los niños lo mejor, por despertar en ellos la sonrisa. Sabe que la infancia necesita, hoy más que nunca, que los adultos acompañen a los pequeños y que ese acompañamiento sea cercano, inmediato, personal. De eso tratan en gran medida sus presentaciones, su grupo de payasos despierta ternura, contagia alegría y, sobre todo, crea una magia de encuentro.

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