spot_img
spot_img
17.8 C
Nueve de Julio
sábado, abril 20, 2024

La vida, un camino en el servicio a sus semejantes

* Docente de alma, desde muy niña sintió su vocación para esta profesión, que ejerció hasta acogerse a los beneficios jubilatorios.
* Siempre dedicada al estudio e investigación, legado que recibió de sus padres, ese mismo aspecto procuró acrecentarlos en sus alumnos.
* Psicologa Social, obtuvo este título en el año 2004 y, poco después, comenzó a desarrollar programas radiales sobre esa temática.
* Actualmente conduce, junto a Alicia Otero, el programa «Sentirse pleno», que se emite semanalmente por FM «Amanecer».
* De una rica personalidad, siempre atenta a la escucha, ha creado un espacio de ayuda y reflexión, un grupo operativo que trabaja diferentes temáticas, de gran enriquecimiento interior.

La prisa y el permanente vértigo en que vivimos en el mundo actual, de una u otra manera, irradia su resplandor, muchas veces tenebroso, a las diferentes manifestaciones vitales, el trabajo, el ocio, el estudio o el pensamiento. No siempre es fácil hallar el deseado oasis en medio de tanta vorágine.
En la diaria actividad periodística, inmersa siempre en la fugacidad de lo estrictamente actual, se experimenta a diario el apresuramiento con que las personas vivimos, en el tiempo presente. En ese devenir es, por demás gratificante para un cronista, detener el agitado andar y disponerse a realizar un interviú con alguien que, en cada uno de sus términos, expresiones y comentarios, invita directa o indirectamente a pensar.
Esa satisfacción es la que ha experimentado el redactor de esta nota al mantener un entrevista periodística con Viviana Font de Laxagueborde.
Efectivamente, tiene Viviana la virtud de quien habla con esa precisión natural que brota no solamente del saber sino del sentir; que fluye del fuego interior que irradia en el corazón de las personas esencialmente buenas. Muchas veces se ha dicho que los grandes pensamientos vienen del corazón y, es sobrecogedor afirmarlo, el interlocutor encuentra en la palabra de Viviana esa luz que ayuda a iluminar el camino en el obscuro tunel al que a veces ingresa el alma humana, o a dar claridad al mar en la noche de tempestad, cuando la barca interior parece encallar en bancos de arena.

Nacida en 9 de Julio, el 27 de mayo de 1947, en el seno de una «familia muy honrada, de clase media, trabajadora, que nos brindó una formación muy grande», tal como ella propiamente la define. Ese hogar, formado por Sixto Font y Evelia Marta Petrocco se completaba con otros dos hijos: Horacio (Abogado de profesión y juez durante varios años, hasta su jubilación) y Oscar (Médico Veterinario, quien trabajó en el Ejército retirándose con el grado de Capitán) ambos radicados en la ciudad de Mar del Plata.
«Mis padres -recuerda- eran dos lectores. Mi padre se guiaba por los ideales de los grandes hombres, de la talla de Yrigoyen, Moreno y Sarmiento, entre otros. Nos inculcaron la importancia del estudio, del saber; por eso a los tres hermanos nos gustó estudiar. Ambos se dedicaron por entero a nuestra formación».
En efecto, su padre se había formado como autodidacta. Vinculado al voluntariado y a las instituciones de servicio de 9 de Julio, fue uno de los fundadores del Centro Folklórico «Las Nazarenas», cuya comisión directiva presidió; asimismo, fue un militante del Radicalismo de sólidas convicciones. Siempre atento y disponible para colaborar en cuanto se lo requiriese, quienes lo conocieron asienten que fue un hombre ejemplar. Sin dudas, Viviana, heredó mucho de este legado paterno. Pionero en la radiofonía nuevejuliense, Sixto Font, fue uno de los primeros locutores, en la legendaria Publicidad de «El Imparcial».
Su madre, fallecida recientemente -el 11 de julio del año pasado, cuando contada 94 años de edad-, fue una mujer de sólida formación cultural, dotada de un espíritu culto y sensible. Había llegado a 9 de Julio con un título universitario, el de Mecánica Dental, algo que no era común por entonces.

LA CARRERA DOCENTE
La mayor parte del itinerarium vitae de Viviana está vinculado directamente con la enseñanza.
Ella cuenta con triple título docente. Egresó de la secundaria como Maestra Normal Nacional; seguidamente, en el Instituto Superior de Formación Docente cursó la carrera de Magisterio Superior y, más tarde, realizó el profesorado en Educación Inicial.
«Desde niña -explica- sentí vocación por la docencia. Dos de mis tías, las más cercanas a nuestro hogar ,eran docentes y una de ellas vivió con nosotros hasta que se casó. Mis tías Rosalía Font y Nelly Angela Petrocco, no solamente tienen en común la profesión docente, ambas tienen la misma edad y ambas iniciaron su carrera en la Escuela Nº 18 de La Niña. Ellas me fueron cultivando en esa vocación».
Sus primeras armas como educadora las forjó en la Escuela Normal Superior, donde fue Maestra -durante muchos años- en los cursos inferiores. En el ámbito educativo provincial fue designada para la Escuela Nº 2 y, ulteriormente, en la Escuela Nº 5.
«Durante toda mi carrera docente -agrega la entrevistada- trabajé con mucho gusto y mucho amor por la niñez. Alrededor de doce años estuve con los alumnos más pequeños y, posteriormente, me pasaron con los grados superiores, sexto y séptimo. Afortunadamente pude elegir las áreas a enseñar, y opté por Ciencias Sociales y Lengua. Siempre amé esta área, así que pude continuar aggiornandome al respecto».
De su pasión por el idioma, mejor aún, por las letras, ofrecen fiel testimonio los libros que se ubican en los anaqueles de su biblioteca. Allí, en el lugar donde cotidiana-mente trabaja, estudia e investiga, se hallan interesantes volúmenes de las más variadas temáticas, hasta un inconfundible ejemplar del diccionario latino de Manuel de Valbuena, una joya bibliográfica hoy casi inhallable.
«Por esos años -reme-mora- trabajábamos mucho en equipo, utilizábamos la biblioteca de la escuela y, sobre todo, tenía el concepto, como lo tienen otros docentes, acerca de la importancia de utilizar el libro, aprendiendo a investigar, separando lo esencial de lo superfluo, lo primario y lo secundario. Una vez que el alumno incorpora esas nociones, las mismas le sirven para toda la vida».
Otro aspecto importante en la práctica docente era su preocupación para que el alumno resuelva sus guías de estudio en el aula. «Los fines de semana no les daba tarea, porque consideraba que la misma se debe realizar con la guía del docente; con excepción de aquellos que tenían alguna dificultad, a quienes reforzaba con alguna tarea anexa», comenta.
En los años previos a su retiro jubilatorio como docente, Viviana, se desempeñó en el área administrativa, en la Secretaría de Inspección de Enseñanza; también fue secretaria en el Consejo Escolar de 9 de Julio.

LA PSICOLOGIA SOCIAL
En el año 2001, Viviana Font, comenzó a cursar los estudios de la carrera de Psicología Social en el Centro de Altos Estudios en Psicología Social (CAEPS). En 2004 obtuvo el título de Psicólogo Social, en un contexto formativo que le fue muy favorable, puesto que en él había descubierto una nueva vocación.
«A partir de esta carrera comencé a encontrar respuestas a muchos interrogantes que tenía; me emocionaba con las charlas de los profesores. Sentí que estaba en el camino, que la Psicología Social era lo mío», expresa.
Más tarde, en 2005, cursó un posgrado o especialización en Psicología Transpersonal.

LA RADIO, EL PRIMER PROGRAMA
A poco de recibirse como Psicóloga Social, junto a su amiga y compañera de estudios, Stella Avalos y a otros dos psicólogos sociales, comenzó a realizar un programa radial denominado «Ser social». El mismo se emitía los días sábados por FM «Amanecer». Esta emisora recién había sido fundada, cuando Juan Carlos Bravo y su esposa Alicia Otero le brindaron a Viviana y Stella la posibilidad de contar con ese espacio.
«Con este programa nos fue muy bien, como así también con otro programa que realizamos, llamado ‘Pequeños creativos’», refiere.

UN MOMENTO MUY DIFICIL
Sin dudas, uno de los momentos más difíciles que le tocó afrontar a Viviana fue la enfermedad y el fallecimiento de su nietito, Juan Ignacio, a quien la comunidad de 9 de Julio guarda en un lugar especial de su corazón.
«Nada es casualidad en la vida. Quizá había estudiado esa carrera porque me iba a tocar afrontar ese trance tan duro; porque más allá del dolor podía contar con nuevas herramientas, para atravesarlo y para sostener al grupo familiar. Ese fue un periodo muy doloroso, pero nos queda la tranquilidad de conciencia que se hizo todo lo posible y más», manifiesta.
«Yo creo -añade- que por algo este angelito nos visitó durante dos años. Su paso entre nosotros no fue en vano, pues vino para que creciéramos espiritualmente y para que orientáramos la mirada desde otro lugar, desde otra perspectiva».

«SENTIRSE PLENO»
Tras el fallecimiento de Juan Ignacio, encontrándose junto a su hija en San Pablo, Brasil, Viviana tuvo un sueño revelador, sintiendo el mensaje, el imperativo interior, para seguir con la Psicología Social. Desde entonces, a su retorno a esta ciudad, volvió a la radio.
«Sentirse pleno» es el nombre que dio Viviana a este nuevo programa radial, que conduce junto a Alicia Otero, siempre en FM «Amanecer», saliendo al aire los dias miércoles, después de las 10 horas. Ahora, durante el mes de enero se encuentra en un breve receso, pero retomará la audición en los primeros días de febrero.
El principal objetivo de este programa, coincidente-mente con el de la raíz fundante de la Psicología Social, tal como lo describe Viviana, tiene que ver con «analizar la realidad cotidiana y, sobre esa cotidianeidad que a veces resulta tan difícil y ardua, brindar contención y apoyo».
«La Psicología Social -precisa- apunta a fortalecer a la persona desde lo emocional, utilizando la inteligencia emocional para que las emociones, cuando son negativas, no la anulen; y para que se puedan obtener aprendizajes de esos momentos difíciles por los que toca atravesar. Cuando, desde esa perspectiva, nos disponemos a transitar por esos momentos difíciles, creceremos y nos fortalecemos interiormente».
Los temores, la inseguridad y el aislamiento han sido algunos de los temas tratados con profundidad a lo largo del ciclo 2012, en «Sentirse pleno».
«Lo que más se destacaba en las temáticas sugeridas por los radioescuchas era el aislamiento», asegura Viviana, al mismo tiempo en que reconoce que «muchas veces cuando uno se siente mal, angustiado, en lugar de integrar un grupo, acercándose a la gente que lo puede ayudar, por lo general, se aísla».
«Esto, por supuesto, no es nada bueno; porque la persona comienza a maquinar que su vida es mucho más difícil que la de otros, pero en realidad no es así. La vida es difícil para todos, es como una línea sinuosa, que tiene momentos muy gratos y otros no tanto; por eso, los primeros debemos vivirlos a pleno mientras que, los segundos, tenemos que atravesarlos con herramientas, para que no nos hagan doler tanto», dice.
Gracias a esa impronta de reflexión y análisis que le consiguió Viviana a este programa, sumado a las cualidades que ella tiene en la expresión de la palabra, en la dicción y, sobre todo, en la apertura para la escucha, «Sentirse pleno» tuvo enseguida una gran repercusión y fue recibido con beneplácito por la audiencia.
«La radio -se explaya- primero comenzó como un desafío, desde la Psicología Social, por el entusiasmo de transmitir toda la teoría y el conocimiento que habíamos aprendido; pero, en el caminar, me fui dando cuenta que había algo más significativo aún: la comunicación, el contacto que se genera con el otro».

UNA PARADOJA DE NUESTRO TIEMPO
Viviana define como «una paradoja de nuestro tiempo», una realidad que afecta a las personas en el mundo actual: la falta de comunicación.
«En el camino de la comunicaciones, en una era en la que hemos crecido tanto en materia tecnológica, facilitando la comunicación a grandes distancias, el ser humano se siente solo. Ponerse frente a la pantalla de una computadora es una forma de aislamiento. Es algo así como colocarse una anteojera y mirar la pantalla sin tener presente todo lo que sucede en derredor», señala.
Ante ello, Viviana hace especial hincapié en la importancia de «vivir el aquí y el ahora», así como también en «estimular el ser solidario, brindándonos a todos quienes nos necesitan».
«Hay muchas instituciones de la comunidad que necesitan de personas que donen su tiempo», opina.

GRUPO DE TRABAJO
A partir del programa radial surgió la idea de formar un grupo operativo de reflexión. Así pues, con la coordinación de Viviana, este grupo se reúne para analizar textos, comentarlos y compartir las diferentes vivencias que cada uno lleva al mismo.
«Se produce -alega- un intercambio de energía que resulta muy valioso, porque quien está atravesando un momento que no es grato puede advertir que a los demás también nos ocurren cosas que nos preocupan. En general, la problemática del ser humano son análogas, lo que cambia es la visión sobre las mismas».
«Dejar de buscar en el afuera y mirar hacia adentro», «perdonarse y ser autocrítico», «corregir el error», «agradecer», son conceptos gravitantes que convergen en la dinámica del grupo y lo van fortaleciendo y enriqueciendo.
«Muchas veces vivimos quejándonos y nos olvidamos de agradecer por lo bueno que nos toca vivir», sugiere.
Cada vez que alguien desee incorporarse al grupo, Viviana mantiene con la persona interesada una entrevista previa, para conocerla, ahondar un poco más en su problemática y en su persona. El grupo operativo es abierto y se reúne con una tarea específica, fijando un objetivo. Todos los integrantes pueden aportar material, vivencias y reflexiones.
Al referirse a la configuración del grupo, Viviana asevera que «todas las personas pueden aportar algo importante, todos tenemos ese fuego interior que quizá, todavía, no ha sido descubierto». En ese sentido, sobran los ejemplos de personas que, ya de grandes, descubrieron una vocación y se dispusieron a pintar, participar de un grupo de danza terapia o aprender a ejecutar un instrumento musical.
«No podemos pasar en vano por la vida. Es una escuela permanente, donde constantemente vamos aprendiendo; por eso es importante saber encontrar el rumbo, poder decir interiormente ‘ esto es lo mío’. Saber lo que deseamos y poder brindarse por otro es una forma de trascender», destaca.

SU FAMILIA
Casada con Oscar Raúl Laxagueborde, formó una familia constituida por tres hijos: Fernando, instructor de tenis de la Escuela de Tenis Profesional Bettina Fulco, actualmente radicado en Mar del Plata; Mariana, afincada en San Pablo, Brasil y Andrés, quien heredó el noble oficio de su padre, la herrería y, asimismo, es bombero voluntario de gran vocación de servicio. Ellos le han dado cinco hermosos nietos, por quienes Viviana siente especial orgullo: Francisco, Olivia, Lino, Julieta, Valentina y Josefina.
«La familia es como el cimiento de un edificio. Si un edificio no está construido sobre buenas bases, con el tiempo puede tambalear. Mi felicidad se basa en mi familia y en mis logros personales, los cuales no tienen que ver para nada con lo material sino con lo espiritual, con sentirse bien y haber encontrado el rumbo», subraya.

PALABRAS FINALES
En la vida, son sus puntales, su familia, su vocación, el estudio, la investigación y la música. Sobre este último aspecto, Viviana, perteneció al cuerpo de baile del Centro Folklórico «Las Nazarenas», donde conoció a quien con el tiempo se convertiría en su esposo.
Miguel de Unamuno, en «El secreto de la vida», uno de los ensayos más cautivantes entre los escritos en lengua española, afirma que «sólo el fuego interior, oculto, el que no luce hacia fuera ni recibe aire del mundo, es el que puede darnos diamantes duraderos». Ciertamente, es indudable que, en el crisol de su corazón, en lo interior de su alma, se ha ido forjando el pensamiento y el carácter de Viviana, y esa condición esencial que la impulsa a ayudar al otro a encontrar el camino.

Más noticias