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jueves, abril 25, 2024

Se desarrolló el Campeonato de Bolitas

Días pasados, por iniciativa de la Hermana Alma, Ermitaña Diocesana, se desarrolló un interesante evento: un Campeonato de Bolitas. El mismo estuvo dirigido a toda la familia y estuvo dividido en cuatro categorías.

De acuerdo con lo explicado por la Hermana Alma, “fue un evento muy lindo, pero no se cumplieron las expectativas que se hizo de convocar a la familia, ya que vinieron muy pocos y casi todos, sin la familia”.
“Sin embargo –añadió-, hubo mucha alegría y los veteranos, realmente se divirtieron mucho y jugaron ¡¡¡ para ganar!!!, interesantísimo…..recordando otros tiempos claro”.
De afuera de Patricios, solo arribó una familia completa, cuyo niño, Alejandro, de la categoria 10 años, salió en tercer lugar, llevándose su medalla.
AGRADECIMIENTOS
La religiosa destacó la colaboración brindada por Marianela López, “por su gestión y el donativo de trofeos y medallas de la Secretaria de Deportes en la persona de Gustavo Santilli”.
“Desde Buenos Aires, Teresa, Florencia y Fausto, donaron, maníes para garrapiñada, chocolate, maíz para el pochoclo, azúcar para nuestros copos de nieve, y turrones.  Agradezco al comisionista Hector Heit, que nos trae las donaciones desde Buenos Aires, siempre con su generosidad en los viajes.  A las señoras de la Capilla, por su voluntariado y su alegria, y a la dirección del Diario EL 9 DE JULIO, por la particular atención a este evento también vaya nuestra gratitud”, manifestó.
UNA VOCACION
La Hermana Alma Virginia Montenegro, nació en Buenos Aires en el Barrio de Once donde su padre era portero de un edificio, creció, junto a su madre y hermana en el seno de una familia de trabajadores, muy cercanos a las enseñanzas de Jesús.
Ya adolescente, toma contacto con las Hermanas Mercedarias de la Caridad y se inicia en la vida religiosa; a los 17 ingresa en el noviciado y ya profesa tuvo una vida muy activa en Colegios, Sanatorios, Asilos de Ancianos. Durante un tiempo es enviada a la Quiaca a trabajar en una fundación para Ancianos, en la comunidad Coya, donde tuvo “…el honor de trabajar con padre Jesús Olmedo”.
A los 26 años, ya de regreso a Buenos Aires, siente que el “carisma” de la Congregación no respondía a lo que pedía el Señor y se retira. Comienza su camino en busca de la verdadera esencia de su vocación. Años después toma contacto con los Frailes Dominicos del Convento San Pedro Telmo de la Orden de Predicadores. Allí mismo como formadora en la cofradía de Nuestra Señora del Rosario de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires, va recorriendo un camino que la lleva a encontrarse con la Vida Eremítica.
El “sumergirse” en la oración profunda dio frutos en una relación en la que el Señor, en su Santísima Trinidad, le brindaba y demandaba mayor intimidad.
Desde hace un tiempo la Hermana Alma se encuentra en la comunidad de Patricios donde vive la vida consagrada como Ermitaña, de acuerdo a lo prescripto por el canon 603 del Código de Derecho Canónico, que establece aspectos acerca del eremitismo diocesano-canónico.
UN PEDIDO
La Hermana Alma ha solicitado, por un lado, la donación de piezas de ajedrez y tableros, pues hay un voluntario en Patricios que se ofreció para enseñar el juego-ciencia. Por otro parte, también ha solicitado a aquellas personas que posean muebles en buenas condiciones y se dispongan a donarlos, para acompañar con estos recursos a  algunas familias de Patricios que los necesitan.
Quienes deseen efectuar estas donaciones pueden comunicarse al celular 011 1535655369.

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