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Nueve de Julio
viernes, abril 19, 2024

Miguel Brascó visitó 9 de Julio

En el Salón Bicentenario de la Sociedad Rural de 9 de Julio, y en el marco de la 115º Exposición Rural, tuvo lugar «La Cena del año». La misma contó con la organización del Club de Vinos «El Sótano», Finca «La Anita», y de las Vinotecas «Barrica Don Pedro» y «Alta Gama».

En esta ocasión, se contó con la presencia de Miguel Brascó, reconocido especialista en vinos, cuya figura es de proyección internacional. Escritor, humorista, dibujante, editor, crítico y especialista en vinos y comida gourmet es autor de libros que han recibido los mejores comentarios por parte de la crítica especializada.
En diálogo con los medios de prensa, Miguel Brascó se refirió a los vinos en Argentina, tema que le apasiona.
– ¿Cómo comenzó su interés por el mundo de los vinos?
– Todos los argentinos estamos, de una forma u otra, en el mundo de los vinos. La Argentina es el quinto país productor y consumidor de vinos, de manera que su hay una comunidad que tiene veteranía y experiencia en el consumo de vinos es éste.
– ¿El argentino, como consumidor, conoce sobre vinos?
– Por supuesto. El argentino conoce muchísimo sobre vinos, de una manera auténtica y genuina y clama porque quiere conocer sobre vinos. Generalmente la gente sabe todo lo que debe saber sobre vinos, pero siempre quiere conocer un poco más.
– ¿Qué opina de la evolución que ha sufrido el vino en las últimas décadas?
– La evolución de los vinos no es un fenómeno local. Los vinos cambiaron en todas partes del mundo, en la década de 1980, dejando de tener predominancia los vinos comunes de mesa.
Este cambio se debe a que estamos en un punto exponencial alto, en el cual se van reemplazando los vinos comunes por vinos de mejor calidad.
Los vinos comunes que no son malos, sino que están hechos con uva común, con menores pretensiones y también a costos más reducidos.
Hasta la década de 1970, en la Argentina había cerca de un 99 por ciento de vinos comunes y apenas el uno por ciento de vinos finos. Para la década de 1980 el porcentaje de vinos finos aumentó al 3 por ciento. Aún estamos en el 3 o 4 por ciento; pero la producción es suficientemente importante.
– ¿Cómo define a un vino fino?.
– Un vino fino es aquel que busca la excelencia como objetivo principal. La relación calidad-precio es típica de ese tipo de vinos.
La Argentina cuenta con un mercado interno poderoso debido a que nuestra demografía está basada en un número importante de italianos y españoles que inmigraron al país en la segunda mitad del siglo XIX. En consecuencia, puede darse el lujo de prescindir de las exportaciones, cosa que otros países, como por ejemplo Chile, no pueden hacer.
Nosotros fabricamos vinos para argentinos y los mismos tienen un correlato en los mercados internacionales, en los que felizmente ha logrado posicionarse.
– ¿Es procedente caracterizar un vino según un puntaje?
– El puntaje que se le da a los vinos, por su calidad, es un macaneo total. El puntaje es algo absurdo y eso es fácil de comprenderlo: si uno prueba un vino el lunes a las 17 horas le parece excelente, sin embargo, si prueba el mismo vino el martes a las 18 horas le parecerá horrible.
En este caso, el vino no depende de sí mismo sino de la subjetividad de quien lo prueba, del momento en que lo hace, la copa que utiliza y la comida con la cual se está acompañando el vino.

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