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Nueve de Julio
martes, abril 23, 2024

Falleció Alberto Aita, ex director de Diario «El 9 de Julio»

Una profunda sensación de pesar ha causado entre quienes integramos la familia de Diario «El 9 de Julio», el fallecimiento de Alberto Aita («Reca»), quien durante casi siete décadas integró esta casa; primero como administrador, cuando su hermano Antonio asumió la dirección; y más tarde, como director.

Nacido el 8 de febrero de 1917, «Reca» era el sexto hijo del matrimonio formado por Antonio Aita (padre) y Rosa Rosito. Su infancia transcurrió en la legendaria Villa Garibaldi, su barrio, el barrio de “Los Aita”.
DEPORTISTA:
Su corazón estuvo siempre con
los «Rojos del Palomar»
Fue un ferviente simpatizante del Club Agustín Alvarez y colaborador, presenció los partidos de su equipo hasta hace un tiempo atrás. Su apodo de “Reca” le fue dado por recordado jugador Humberto Juan Recanatini, un jugador de fútbol en Almagro y del Club “Gimnasia y Esgrima” de La Plata, e integrante de la selección nacional que obtuvo la Copa América 1927. En tiempos en que Alberto jugaba, Recanatini ocupaba el mismo puesto en el club platense, razón por la cual se le comenzó a llamar con ese apodo, que aún mantenía.
En efecto, Alberto Aita debutó como futbolista en el Club «Agustín Alvarez» cuando apenas dieciséis años. En cierta ocasión, cuando el equipo debía jugar un partido en French, ante la ausencia de uno de los jugadores, fue llamado a integrar el plantel.
Primero fue jugador de las divisiones inferiores y, más tarde, lo ascendieron a Primera donde permaneció hasta cumplir los veintiún años.
«Reca» integró el glorioso equipo campeón de 1935 de la Federación Regional de Fútbol de Oeste.
Contaban con unos veinte años de edad cuando fue invitado a practicar en los clubes porteños de «San Lorenzo» y «Atlanta».
EL PERIODISMO
Aunque primero, por un breve lapso de tiempo, trabajó como albañil, desde muy joven el destino lo hizo encontrarse con su verdadera vocación: la gráfica y el periodismo.
Los periódicos “El Pueblo” y “El Porvenir”, el último ubicado en la esquina de Corrientes y Salta, fue donde aprendió el difícil oficio de tipógrafo, adquiriendo las primeras armas en las artes gráficas.
Cuando “Reca» ingresó a trabajar en “El 9 de Julio” el entonces periódico funcionaba en la avenida Vedia entre San Luis (hoy Cavallari) y Tucumán. Pertenecía a Arturo de la Plaza y su hermano, José María, era el director del periódico”.
El febrero de 1935, «Reca» junto a su hermano Antonio adquirieron la imprensa de «El 9 de Julio».
Alberto Aita, “Reca”, fue un ejemplo de vida. Formado en una época fecunda, cuando se construían las bases de un sociedad nuevejuliense moderna, fue testigo del progreso de esta ciudad. Su labor silenciosa en el taller, componiendo los tipos que daban forma al diseño de las páginas del periódico (más tarde, diario) no le privaron de mantener vivos los ideales del desarrollismo, que supo manifestar ante cuestiones comunitarias gravitantes.
Por espacio de un lustro, entre 1995 y 2000, dirigió el Diario “El 9 de Julio”, prosiguiendo el ideario de los fundadores y la impronta que le había impreso su hermano Antonio en materia periodística.
“Reca” fue además un ejemplo de laboriosidad. Aún cuando había sobrepasado los ochenta años, invariablemente llegaba a la vieja redacción de “El 9 de Julio”, de la calle Vedia entre La Rioja y Cavallari, poco después de las siete de la mañana. Solamente hacía un alto en su trabajo hacia el mediodía y luego proseguía hasta el cierre de la edición.
SU LEGADO
Con «Reca» parte un testigo viviente de la historia del Diario «El 9 de Julio» y el último periodista nuevejuliense de su generación.
Quienes tantas veces lo vimos en su lugar de trabajo, lo recordamos siempre atento a todos los detalles de la edición cotidiana. Cada original que se redactaba pasaba por su mano y era leído y corregido con solicitud. En los márgenes de las páginas colocaba las indicaciones, el formato de los textos y, con sus propias manos, diagramaba las páginas sobre una matriz de papel.
Por su lugar de trabajo pasaban los redactores del Diario, los fotógrafos, los comentaristas deportivos o algún colaborador llevando un texto; no solamente ingresaba para llevar material para la edición del día, sino también para dialogar con “Reca”.
Fue una persona que vivió con fidelidad sus convicciones, fue honesto en sus procedes y mantuvo, con quienes estuvimos cerca suyo, en tantas horas de trabajo, la disposición de compañero, maestro y amigo.
Sus restos mortales fueron velados hoy, en el Complejo de Salas Velatorias de la CEyS e inhumados en horas de la tarde en el cementerio local.

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