En la jornada de ayer, tal como lo informáramos oportunamente, funcionarios de ABSA visitaron esta ciudad para anunciar el estado de las obras que se llevan a cabo en la ciudad de 9 de Julio para el mejoramiento de la calidad del agua en la ciudad. En la oportunidad, el ingeniero Luis Volpi, gerente de Operación de Calidad de ABSA, brindó un pormenorizado informe acerca de las obras que se llevan a cabo y de las que se proyectan realizar.
En este sentido, comenzó explicando que, «en un principio, el único problema que presentaba el agua de 9 de Julio era el nitrato, pero la situación de la explotación de los acuíferos y los factores de stress hídrico, generaron que el ion arsénico esté presente, como en todas las napas de la provincia de Buenos Aires».
«El problema -añadió- del nitrato surge en los pozos del centro de la ciudad, lo cual ha podido mejorarse a partir de la ejecución de obras que significaron que los pozos ubicados sobre la avenida Antártica Argentina, que son de buena calidad, fueran introducidos en la ciudad».
LA PLANTA ENSACHETADORA
Puntualizando en la acciones paliativas, hasta tanto las obras culminen, Volpi comentó que, «con la puesta en marcha de la planta ensachetadora, se podrá abastecer a todas las personas que deseen venir a buscar el agua y, especialmente, aquellos sectores de la ciudad que se encuentran más afectados por los parámetros altos de arsénico».
«Esta planta cuenta con una tecnología que permite producir mil sachés por hora, mezclando en proporciones y agregando los minerales al agua que se está envasando», indicó.
LA PLANTA DE ABATIMIENTO
Jorge Radivoj, gerente general de ABSA, refirió que, «en un primer término se había pensando que, cuando estén finalizadas las obras de la cisterna y del anillo hídrico, de acuerdo a los resultados que arroje la mezcla, se verá si hace falta una planta para abatir el arsénico».
«Nos hemos adelantado a ello, y a raíz de que los primeros pozos de exploración dan parámetros que no son los esperados y frente a la posibilidad cierta de que, el día de mañana, la mezcla no permita una calidad uniforme en el agua, se ha resulto la construcción de la plata de abatimiento, que será sacada a licitación en noviembre de este año para concluirla en el transcurso de 2013«, dijo Radivoj.
El ingeniero Luis Volpi precisó que, «la planta de ósmosis es una planta que genera costos operativos muy altos, desde el punto de vista energético y en el mantenimiento permanente que debe garantizarse».
«Para la ciudad de 9 de Julio -agregó Volpi-, para los diez primeros años, estamos pensando que debemos tratar unos 400 metros cúbicos por hora. Por este motivo, estaremos atacando el problema con una solución a escala, con la misma tecnología aplicada en Carlos Casares».
«la tecnología que será aplicada en la planta de ósmosis a construir no será de sedimentación y de filtrado, sino la denominada “de flotación”; es decir, flota una espuma que será enviada al sistema cloacal«.
«Las instalaciones deberán contar con compresores de aire, que permitan tener agua saturada, con tanques de presurización; asimismo contará con las áreas complementarias», dijo el gerente de Operación de Calidad de ABSA.
Una de las cuestiones que generaron un pequeño debate entre integrantes de la Agrupación «9 de Julio. Todos por el agua» y el técnico de ABSA fue el índice de arsénico con el cual debería salir el agua de la planta. Para «9 de Julio. Todos por el agua» debe ser de 0,01(mg/L), de acuerdo con lo prescripto por la Organización Mundial de la Salud mientras que para ABSA, puede llegar hasta el 0.05 (mg/L).
