spot_img
spot_img
16.1 C
Nueve de Julio
viernes, abril 26, 2024

Sin mi permiso, no

Thomas Jefferson, considerado uno de los más destacados estadistas norteamericanos y hombre identificado con la Ilustración, fue un decidido defensor de la libertad de prensa. Siendo presidente de los Estados Unidos afirmó que “la fuerza de la opinión pública es irresistible cuando se le permite expresarse libremente” y, al mismo tiempo, añadió que “entre un gobierno sin prensa y una prensa sin gobierno, no vacilaría un instante en preferir lo segundo”. La libertad de prensa es, en toda sociedad organizada, un atributo necesario para la vida de sus instituciones, sean gubernamentales o privadas.

Una vez más, ha quedado claro que, como viene ocurriendo desde hace algunos años, la denominada Dirección General de Prensa y Difusión de la Municipalidad pretende digitar, por así decirlo, aquello que los medios nuevejulienses deben escribir.
En la mañana de hoy, uno de los periodistas de esta redacción se comunicó con una funcionaria del área de Acción Social municipal con la finalidad de conocer su apreciación y, por consiguiente, la de la gestión municipal, acerca de la situación que se encuentra atravesando un vecino de esta ciudad que vive en la calle y en circunstancias de abandono. La respuesta de esta funcionaria fue que, el cronista, primeramente hablara con el Director de Prensa, Julio Fernández Cortes y, si este prestaba su beneplácito, entonces concedería la entrevista.
Al principio la respuesta de la funcionaria causó sorpresa; pero, al dirigir una mirada retrospectiva y al recordar las quejas formuladas por otros colegas que han pasado por análoga posición, no fue sino otra expresión de una realidad que impera. Desde el año 2005, en que asumió la nueva gestión municipal, comenzaron a observarse procedimientos absolutamente extraños al contexto de la sociedad nuevejuliense y al periodismo del lugar, el cual no estaba acostumbrado a que, desde la órbita municipal, se le pretendiera imponer cerrojos.
El hecho esencial de que, haya sido necesario crear un organismo municipal dedicado a la Prensa y Difusión, algo que en otras administraciones no había existido, invita a varios análisis y reflexiones que la brevedad de esta nota no permite desarrollar ahora.
Es poco favorable, sobre todo para la imagen del Municipio, que una funcionaria no posea la libertad para dirigir su palabra o su opinión a un medio de prensa. Hay en ello una exteriorización de intolerancia más propio de una época que los argentinos desearíamos no haber vivido; hay en ese estilo una forma de actuar inédita para los nuevejulienses, más propicia para otros ámbitos donde la intriga, la confabulación y el contubernio pueden ser usados para la maniobra política; pero no para una comunidad como la de 9 de Julio.
El hecho de que un funcionario municipal, en la expresión de su opinión, se vea restringido por el tamiz sesgado de un Director de Prensa es verdaderamente preocupante.

Más noticias