En el transcurso de la semana pasada, los concejales que integran el bloque del Frente para la Victoria, doctores José María Giuliodoro y Eduardo Cerdeira, ofrecieron una conferencia de prensa dando cuenta acerca del estado en que se encontraría el Hogar Municipal de Ancianos «Santo Domingo de Guzmán» de esta ciudad. Al respecto, los ediles pusieron a la luz algunas irregularidades que habrían encontrado en una visita que ambos realizaron a la institución.
Con la finalidad de conceder el derecho a réplica, que corresponde en un caso de esta naturaleza, frente a la importancia de las declaraciones formuladas, Diario EL 9 DE JULIO entrevistó a Eduardo Byrne, Director General del Hogar.
En primer lugar, Byrne explicó que «en las declaraciones vertidas por los concejales, se refirieron a un recorte alimentario que afectaría a los abuelos que residen».
«Los concejales recogieron alguna información por parte de los abuelos, como así también hicieron algunas preguntas al personal que se encontraba en turno. En ese momento no me encontraba presente. Sería bueno que, la próxima vez, los concejales constaten la información que reciben, porque el informante debe tener claro lo que está diciendo, al menos verificando si lo que está diciendo es cierto».
El director del Hogar subrayó que «no existe recorte alimentario en la institución; como tampoco se ha efectuado ningún tipo de reducción de otros insumos o del personal».
«El menú -añadió- que consumen los abuelos que está establecido por dos profesionales nutricionistas. Durante la semana ellas organizan el menú y, además, es importante tener en cuenta que no todos los abuelos pueden consumir la misma alimentación; el informe médico determina también el tipo de alimentos pueden ingerir, de acuerdo a la patología que cada uno de ellos pueda padecer, como por ejemplo diabetes u obesidad. En este caso, ellos tienen dietas especiales y, tal vez, limitadas. Lógicamente, que si a esos abuelos que están sometidos a una dieta especial se pregunta si le dan de comer bien, ellos van a decir que comen poco; pero, en este caso, es importante averiguar previamente por qué ellos consumen determinada dieta».
Otro de los temas que, en sus declaraciones, refirieron los concejales fue el de las condiciones edilicias en que se encontraría la sede del Hogar Municipal de Ancianos. Al respecto, Eduardo Byrne, recordó que «se trata de un edificio antiguo al cual hay que hacerle permanentes reparaciones, pintura, arreglos de techos, que es lo que actualmente se está haciendo».
«Las obras de pintura -indicó- no están paralizadas, inclusive hemos incrementado el trabajo porque advertimos que, a medida que íbamos avanzando encontrabamos paredes deterioradas, a las cuales primeramente era necesario repararlas. Hace alrededor de una semana se concluyó la colocación de yeso en unos cincuenta metros correspondientes al hall central, para recién después continuar la obra de pintura».
«Disponemos de una Asociación Cooperadora que está trabajando, día a día, con un esfuerzo muy grande. No son habitaciones chicas y, en consecuencia, el gasto para la pintura o la reparación es importante», sostuvo.
Con referencia a la higiene del Hogar, otro de los puntos cuestionados por los concejales, Byrne se mostró sorprendido, argumentando que «se dispone de un personal, para ese trabajo, con una experiencia de entre veinte y treinta años de servicio».
«He observado -dijo- la dedicación que el personal pone para la limpieza del Hogar, que se realiza constantemente, en los tres turnos. Aquí asisten muchas familias visitando los abuelos residentes y, por lo tanto, sería bueno que se le consulte también a ellas su opinión sobre la higiene del lugar».
El director del Hogar también refutó de manera terminante el comentario, realizado por los concejales, acerca de que «los empleados de la institución se encuentran, últimamente, amenazados, perseguidos, sin especificar de parte de quién viene esa presión».
«Se trata -aclaró- de una información confusa. Como director del Hogar jamás he amenazado o perseguido a nadie. A raíz de esas declaraciones los empleados se encuentran dolidos, ya que se trata de una absoluta falacia. Hay personas que llevan muchos años trabajando en este lugar y se han sentido ofendidas frente a los dichos de esos concejales».
«No sé que existe detrás de las declaraciones efectuadas por concejales. Sería bueno que cuando ellos decidan hacer una visita a la institución, sin necesidad de avisar, vengan con total libertad; pero si desean saber qué es lo que comen y como lo hacen, que acudan en el horario del almuerzo o de la cena. De esta manera podrán constatar la realidad», concluyó.
