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viernes, marzo 29, 2024

El General Manuel Belgrano

* Escribe PAOLO BARBIERI
Con gran estupor y sorpresa viví la conmemoración del aniversario de la muerte del General Belgrano. No sólo por los dichos erróneos vertidos por el vicepresidente en ejercicio del poder ejecutivo, Amado Buodou, al manifestar que se celebraba el bicentenario de la creación de la bandera (cuyo bicentenario se cumplió el 12 de febrero de este año), sino también tuve que soportar que la locutora de la cadena nacional lo llame Dr. “Juan” Manuel Belgrano.
Primero que nada me gustaría aclarar que el nombre de Belgrano era Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, por lo que el “Juan” está de más, tal vez lo confundieron con Juan Manuel de Rosas, no lo sé.
Por otro lado me gustaría realizar un desagravio en honor del GENERAL Belgrano, titulado de forma no casual por estos tiempos con el rótulo de Doctor y omitiendo el de General.
Deberíamos aclarar de antemano que Belgrano se recibió de abogado en enero de 1793 en Valladolid (España). Nunca jamás realizó Belgrano un doctorado alguno, y si bien es usual denominar a los abogados como Doctores, esto se debe a una acordada de la Corte que así lo dispuso. Pero en la época de Belgrano esta acordada estaba lejos de existir.
Los abogados, por otra parte, son titulados como doctores en los estrados judiciales, ya que se les debe el mismo respeto que a los magistrados. Esto no transforma a los abogados en Doctores ni mucho menos, es sólo una cuestión de respeto, una formalidad.
Belgrano no sólo no era Doctor, sino que además él mismo firmaba sus papeles como “General Manuel Belgrano”. Por lo que llamarlo de otra manera, en forma oficial, durante los actos en su honor y memoria, es una gran falta de respeto.
Lamento profundamente que el gobierno actual no pueda distinguir el honrar al Prócer más importante, junto con San Martín, de los argentinos; Al Prócer de conducta intachable, que debe ser objeto de admiración por todos, y no víctima de politiquería barata.
Tal vez el partido gobernante olvida que su fundador es un General de la Nación, tal vez deberían enterarse que quitarle el título, por demás bien ganado, de General al Prócer es faltarle el respeto a su memoria, y que hacerlo pensando en situaciones políticas actuales es aun más denigrante para quien nunca quiso entrometerse en las luchas internas por diferencias políticas. Por último, recordarles que Generales como Belgrano y San Martín fundaron esta Nación con las armas en la mano, y la revolución de mayo fue el preludio de una larga guerra y gloriosa lucha por la independencia, por lo que estuvo bastante lejos de ser un acto “civil”.
Omitiré referirme, pero no quiero dejar de mencionar mi repudio, a los actos políticos partidarios que realiza el gobierno actual en conmemoración de fechas patrias; en lo que debería ser una fiesta cívica de todos, ni siquiera los máximos próceres se salvan de la política argentina actual, es una pena.
Querido General Belgrano, quienes hoy te deshonran desconocen tu historia, tu legado y tu ejemplo de hombre de bien que no vaciló en perder su fortuna primero y su vida después luchando por la libertad y la independencia. Si basta recordar que el día antes de morir pediste a tu hermana Juana que le entregase el reloj de oro a tu médico, ya que como le dijiste, “es todo cuanto tengo que dar a este hombre bueno y generoso”.
El General Manuel Belgrano falleció a las siete de la mañana del 20 de junio de 1820. Muy pocos asistieron a su funeral, y solo un diario publicó el aviso fúnebre. Murió pobre y olvidado, pero con la entereza de los hombres de bien, que no dudan en luchar por las causas justas en beneficio de todos.

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