En la jornada de ayer se produjo un hecho casi insólito para esta comunidad. Un usuario que estaba realizando un trámite en las oficinas de ABSA de esta ciudad, inmerso en una extraña furia, realizó varios destrozos. En apariencia, y de acuerdo a lo comentado por las autoridades de la empresa, el episodio aconteció cuando el individuo realizaba un trámite.
Miguel Disipio, jefe de la sucursal de ABSA en 9 de Julio, en una rueda de prensa, explicó que «se presentó un usuario, quien en un principio tenía una buena predisposición, a interiorizarse por un trámite que tenía en curso, por un exceso de consumo, y sobre lo cual la empresa estaba evaluando la posibilidad de reconocer el exceso de consumo, en virtud de que había tenido una pérdida».
Según Disipio, el usuario «reaccionó intempestivamente feroz hacia las chicas que lo estaban atendiendo. Primero les arrojó una silla, afortunadamente, no impactó en la compañera, pero rompió el vidrio de una ventana; no bastándole con esto, se dirigió al escritorio de la otra empleada, tomó el monitor de la computadora y se lo arrojó. Por suerte, como el monitor estaba conectado, a mitad de trayecto cayó al suelo, sin que impacte contra ellas».
Consciente de la magnitud de lo que había generado, el agresor se retiró enseguida; pero, de acuerdo con lo informado por el jefe de ABSA, habría proferido otras amenazas, tales como «prender fuego a todo».
Omar Botei, secretario gremial del Sindicato de Obras Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires y José María Barbosa, secretario del Interior del Sindicato de Obras Sanitarias, vinieron a esta ciudad en representación del Secretario General Julio César Castro, quien al mismo tiempo el secretario regional de la Confederación General del Trabajo en La Plata.
En diálogo con la prensa, Botei refirió que «a través de un llamado telefónico tuvimos la información de lo que había acontecido, por parte del delegado gremial en esta ciudad, Roque Riola».
«Nosotros -añadió Botei- queremos repudiar los hechos de violencia, principalmente los dirigidos hacia los trabajadores, a los cuales defendemos. Se trata de gente que viene a trabajar para llevar el pan a su casa y, bajo ningún punto de vista, podemos permitir la agresión física o verbal y, principalmente, cuando en este lugar se encontraban dos señoras, madres, junto con otro compañero, quienes están a cargo de la atención al público».
«No vamos a permitir ninguna agresión más a ningún trabajador. Nosotros trabajamos para mantener de la mejor manera posible el servicio», subrayó el funcionario gremial.
Como consecuencia de este episodio ha sido radicada una denuncia penal. En cuanto a la atención al público, hasta ayer se estaba determinando si se retomaría o no de manera normal, en tanto y en cuanto esté garantizada la seguridad de las personas.
«No sabemos si esta fue una agresión deliberada o aislada, como el exabrupto de un desquiciado. No obstante, nosotros queremos repudiarla», remarcó Omar Botei.
« Nosotros somos un gremio de muy bajo perfil, siempre trabajadores, tratamos de solucionar todos los problemas en la ciudad. No vamos a permitir este tipo de agresiones bajo ningún punto de vista», sostuvo Guillermo Marrupe, gerente regional de ABSA.
«EL HOMBRE VOLVIO»
En la tarde de ayer, mientras se desarrollaba la conferencia de prensa en las oficinas de ABSA, el agresor volvió. Esta vez, quedándose en la vereda, dijo querer hablar con Miguel Disipio, pero al momento en que los medios de prensa que estaban presentes se acercaron a él, huyó raudamente, negando ser la persona aludida.
Ha quedado la duda si el individuo esta vez venía a dialogar pacíficamente o bien pretendía seguir arrojando objetos al edificio o cumplir su amenaza de «prender fuego a todo».
