spot_img
spot_img
18.3 C
Nueve de Julio
sábado, abril 20, 2024

Crónica de un Jueves Santo

Jueves Santo para la iglesia católica. Me voy a mi infancia, gracias al feriado en el campo de mis abuelos, él, grandote, fuerte, de modales secos, manos gastadas por el laburo, fue quien me subió por primera vez a “la petisa” y quien me hizo conocer la fidelidad de los perros.

Lo vi llorar pocas veces, cuando se murió “el Fox”, un cruza collie con ovejero alemán al que recuerdo colgado de la cola de alguna vaca, cuando “el pellizco en la cintura” lo hizo doblarse del dolor y cuando falleció su hija menor (“esto no es la ley de la vida, un padre jamás debería tener que enterrar a un hijo” recuerdo que me dijo). Ella, mallorquina de ley, mandona, controladora, sufrida, laburadora, con la fuerza de una topadora, me inculcó el gusto a los verdes, a las flores, a las frutas y verduras de estación cosechadas en su quinta, a levantarme a las 5 en pleno invierno para hacer el tambo en el corral donde te enterrabas en el barro formado por el rocío y la pisoteada de las vacas. Jamás olvidaré las charlas mientras ella fregaba las sábanas blancas en la batea con jabón en pan. Jamás la vi llorar. Para ella el jueves y viernes santo eran días de recogimiento y ayuno, días donde comía sólo lo indispensable, no se escuchaba música y nosotros, los chicos, respetábamos su dolor por la muerte de Jesús hasta el Sábado de Gloria, donde empezaban los preparativos para el domingo de Pascua, la fiesta de resurrección.
Eran épocas de respeto, de palabra, de honor. No sé si mejores o peores a las actuales, solo sé que eran épocas diferentes.
Hoy, Jueves Santo, 40 años después, luego de un día de trabajo normal, mientras escucho bañarse a mi hija para salir a disfrutar la primera noche del largo feriado, me pongo a leer diarios y a mirar tele para enterarme qué pasó en el mundo. Se me junta lo que escuché, lo que leí, lo que ví, lo que hablé con la gente esta última semana y me digo a mí misma: ¡¡¡“qué mal que estamos”!!!
No todos saben por qué tenemos este feriado largo, muchísimos menos los que entienden el por qué y contaditos los que lo respetan. Mañana no comemos carne, pero por costumbre, hace años que nos quejamos de cómo aumenta el pescado (este año no se nota por la sensación de inflación) pero pocos, y los que pueden aprovechan para unas mini vacaciones.
Y no quería llegar a esto, pero cuando dejo que mi mente vaya sola es caprichosa y vuela donde menos quiero. Hoy debería ser día de recogimiento o, aunque más no sea por el feriado, de respeto, y lo que menos he visto hoy es respeto. Los “medios hegemónicos” se pelean con el vice y, de paso, le pegan a “la morocha”, depende del canal que pongas todos y ninguno tienen razón, la justicia en el medio y los medios queriendo hacer justicia. Una FM local se pelea con el ex diputado por intermedio de los concejales K, (sin pruebas pero alguien paró el trámite en la nación), justo cuando a algunos nos llamó la atención la falta de referencia al traslado del matadero en el discurso intendental del martes. La señora de la cooperativa, seguramente cansada de tanto manoseo, “largó” lo que se le vino a la boca y ahí cayeron también “los otros”, porque en época de campaña le ofrecieron colaboración y después se borraron. Por supuesto, al instante uno de “los otros”, el celeste y blanco, por teléfono tratando de aclarar, pero oscureciendo más: ”nosotros le dijimos a la señora que no hiciera la movida porque no le convenía estar contra los radicales”. Para seguir entretenidos el dirigente histórico hablando de suspensiones en el gremio metalúrgico y asambleas en Hilcor. Para cerrar la mañana el nuevo, o viejo según desde donde se lo mire, bloque FpV, hablando de lo mismo pero diciendo cosas distintas. El Dr. en Leyes explicando cuáles son los deberes de los poderes legislativos y ejecutivos, el Dr. en Medicina explicando como el vespertino hace campaña en su contra debido a la bolsa de plata que maneja el ex diputado y dando detalles de su relación “de respeto” con el intendente (eso sí, los dos enojados por el cambio de cerradura), y los entrevistadores dando la sensación a los oyentes que a la mañana temprano les habían dado cuerda con una sola cantinela: ataquen a los concejales y salven al intendente. La excusa con la que todos se llenan la boca, pero a mí nadie me hace creer, es ¡¡¡las 40 familias que dependen del matadero!!! Mientras tanto uno tiene que leer los dos diarios locales para tratar de lograr una idea coherente de la realidad, ya que si lees uno (cualquiera) te quedás con la mitad de la historia. Todos pelean, todos enemigos, todos destruyen, nosotros los dejamos, total el domingo algunos irán a misa y se desearán la paz…
Zamarreo mi mente para que baje y me digo a mí misma: “¿entendés por qué la gente prefiere ser un individuo y no un ciudadano?”. Sí lo entiendo, pero no me lo banco.
Siempre fui una creyente de que el futuro siempre iba a ser mejor, hoy extraño las semanas santas con mis abuelos. Eran épocas de respeto, no de códigos. Eran épocas de valores, no de precios. Eran épocas de sentimientos, no de conveniencias.

Julia Crespo
DNI 14.582.922
[email protected]

Más noticias