En la tarde de ayer, se realizó una reunión entre las nuevas autoridades del Albergue Canino e integrantes de las entidades no gubernamentales que se ocupan, en esta ciudad, de la protección animal. En la oportunidad, el Secretario de Salud de la Municipalidad, doctor José María Simonelli, estuvo acompañado por los médicos veterinarios Gabriel Saralegui, Andrés Álvarez y Felipe Onagoyti, quienes acometerán la nueva gestión.
En diálogo con los medios de prensa, José María Simonelli explicó que «ha sido organizado, en una parte, el personal profesional que trabaja en la institución y, por otra parte, está siendo acondicionada la infraestructura, preparándose la cabina móvil para castración». En el mismo sentido, indicó que «se va a establecer un vehículo para el traslado de la cabina móvil, tanto por los pueblos como por los barrios de la ciudad, y se decidió, por consejo de los profesionales, la incorporación de material quirúrgico para las castraciones y han sido solicitadas vacunas para la cobertura antirrá bica».
«Se trata -añadió- del comienzo de un proyecto, que aspira a cambiar en dos o tres años la realidad de la población canina del Partido. La solución de esta situación no requiere solamente de compromiso del Estado municipal, sino que requiere la participación de todos, en lo que refiere a las adopciones y a la educación sobre la tenencia responsable».
Simonelli consideró imprescindible trabajar en el mejoramiento de los números de la castración anual, la cobertura antirrábica, la despara sitación de los animales y el trabajo con toda la comunidad.
Por su parte, el doctor Gabriel Saralegui refirió que, «la idea de este nuevo proyecto de trabajo consiste en poder cambiar el paradigma de lo que se entiende por albergue canino».
De acuerdo a lo indicado por el doctor Saralegui, uno de los primeros pasos en esta nueva gestión para con el Albergue Canino consiste en la captación total de los animales que se encuentran el mismo. Asimismo, anticipó que «los perros callejeros también van a ser castrados, por medio de la captura, la castración y la posterior devolución al medio donde se encuentran viviendo, ya que el municipio no cuenta con la capacidad ni los recursos para alimentar semejante cantidad de animales».
«Cuando nos hicimos cargo teníamos 186 perros y la dinámica de errores y problemas anteriores llevaron a que, en la actualidad, hay 206», reconoció Saralegui.
Para el médico veterinario, «la mayoría de la gente tiene la idea equivocada de que el Albergue Canino es un lugar en el cual se puede depositar perros que están tirados o que no los queremos más, para que el municipio se haga cargo».
«La idea es que el Albergue sea un lugar de tránsito, pero no con animales que sean mantenidos de por vida; el albergue tiene que ser un lugar en el que haya la menor cantidad de animales posibles», subrayó Saralegui.
Si bien, como se dijo, en la reunión fueron invitadas las organizaciones vecinales que se ocupan de la protección animal, el doctor Saralegui, aclaró de manera irrefutable: «Sobre nosotros recaerán las decisiones profesionales que se tomarán para la concreción de todo lo que se ha planeado en este proyecto. Debe quedar muy claro que la autoridad del Albergue somos nosotros, no es un cogobierno, sino una asociación con las entidades para resolver un problema de la comunidad».
