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Nueve de Julio
jueves, abril 25, 2024

El adiós a los kioscos de vereda

Probablemente fue con el decreto del 24 de febrero de 1944, suscripto por el comisionado municipal de entonces, concediendo permiso para la instalación de un kiosco en la Plaza “General Belgrano”, cuando comenzó a escribirse la historia de estos comercios pequeños que, en su momento, llegaron para trasmutar la postal urbana de la ciudad. En aquellos lugares donde existieron, en los barrios o en las calles del centro de la ciudad, dejaron su huella, el recuerdo de sus propietarios, los kiosqueros de ayer, que vendían las revistas clásicas y las golosinas.
El progreso, los cambios en la configuración de la legislación que regula la seguridad e higiene en el trabajo y otros factores, coadyuvaron para que, paulatinamente, los kioscos ubicados en las veredas y los existen en la Plaza “General Belgrano” y en el Parque «General San Martín» (sector de juegos), cierren sus puertas. Y, desde luego, tras ello, sobrevenga su demolición.
En su construcción, los hubo de madera y chapa y también de mampostería. Hoy, de todos los que existieron en la ciudad, solamente subsisten tres, que ya no funcionan como tales: en la avenida Eva Perón casi 25 de Mayo, el proverbial kiosco de Santos Bramajo (que antes había sido de don Joaquín Sánchez) en la Plaza “General Belgrano” y el de la avenida Garmendia y Echeverría. También existe otro en Tomás Cosentino y Ramón N. Poratti.
Los vecinos memoriosos recordarán los que existieron en la calle Bartolomé Mitre y Río Bermejo (hoy Antonio Aita), en la esquina de Tucumán y Río Negro (hoy Tomás Cosentino), en la avenida General Vedia casi Urquiza, en Urquiza y Entre Ríos (cercanías del Club Libertad),  en la esquina de Libertad y Salta, en la avenida San Martín esquina Robbio, en Bartolomé Mitre y Libertad, en la avenida Vedia a pocos metros de la esquina con Tucumán y el ubicado en Vedia casi La Rioja, en la avenida San Martín y Santiago del Estero, Mitre casi Chacabuco y el kiosco de “Alegre” en Mitre casi Corrientes.
Entre los últimos que fueron destruidos por la piqueta, hacia 2018, estaba el kiosco “Lalo”, ubicado en Mendoza casi Alsina y “Amelia”, que atendieron con tanto cariño Amelia y Pablo en Vedia casi Avellaneda.
La desaparición de estos kioscos marca un aspecto más de la indetenible marcha del tiempo, en la transformación de la ciudad y del espacio. Tras el largo adiós a los viejos kioscos de vereda, hoy solo que queda de ellos el recuerdo.

 

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