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Nueve de Julio
miércoles, octubre 23, 2024

Odonimia nuevejuliense. Calle Maestro Elías Cabrerizo

ELIAS CABRERIZO (1881-1965)

Educador.

1) Clasificación semántica:
Grupo I: Odónimo.
Grupo II: Antropotopónimo/ Subgrupo: Epónimo.
2) Origen y significado del nombre de la calle:

En octubre de 1989, el Concejo Deliberante de 9 de Julio sancionaba la ordenanza n° 2683 autorizando se imponga el nombre de “Maestro Elías Cabrerizo”, a una calle comprendida entre Antártida Argentina y Manuel Viegas.

Elías Cabrerizo había nacido Vizcaya, España, el 17 de abril de 1881. En su tierra natal debió ser pastor de ovejas, aunque le fue posible realizar algunos estudios, sin llegar a graduarse en la docencia.

A principios del siglo XX emigró a la Argentina. De hecho, para 1912 ya se encontraba radicado en 9 de Julio, y había instalado su primer escuela, en un antiguo edificio de Salta entre Corrientes y Santa Fe.

Hacia agosto del año siguiente, este establecimiento contaba con 42 educandos, 28 varones y 14 mujeres. Ejercía como preceptora su esposa, en primeras nupcias, Marciana Gómez.

En octubre de 1914, trasladó su escuela a otra finca de la calle Santa Fe. Allí, donde había instalado su vivienda, la huerta y el jardín, tenía a su cuidado, además de sus muchos hijos, varios alumnos pupilos.

Los aranceles que cobraba eran relativamente bajos, lo que permitía que los alumnos pudieran cursar los estudios con más facilidad. Algunos, accedían a una especia de beca, que hacía que pagaran una cuota más reducida. Más aún, muchas veces a aquellos que no poseían recursos optaba por no cobrarles.

Más tarde, la escuela debió pasar por otros domicilios, incorporando a su programa de estudios nuevos emprendimientos, tales como el curso de Tenedor de Libros, adscrito a la Academia Fossa.

El maestro Elías Cabrerizo, según quienes compartieron su trato, recuerdan que “fue una figura que hizo todo por su propio esfuerzo, humilde, y a pesar de su severidad extrema, fue una contribución cultural para la comunidad de 9 de Julio”.

La fisonomía del maestro fue descripta por sus alumnos como la de un hombre “calvo, de baja estatura, excedido de peso, gran conversador, gran observados, sobrio. Le gustaban las fiestas, el pan alemán, la panceta, los picantes, el vino blanco y el mate amargo… Le gustaba jugar al chin-chon y en su casa se reunían amigos y vecinos a jugar y charlar. Fumaba en pipa y también cigarros de hoja”, que el mismo cultivaba en su huerta. Tenía una profunda fe cristiana que supo inculcar a sus discípulos, a través de tantos años frente al aula.

Entrado en años, afectado por una aguda sordera, ya retirado de la docencia continuó viviendo en 9 de Julio. Recibía la cercanía de sus muchos alumnos y amigos.

A pesar de los servicios que pudo prestar a la comunidad y a la patria que recibió como propia, jamás pudo jubilarse dignamente. Su retiro transcurrió en la mayor austeridad, cobrando algunas acciones de la Usina Eléctrica Popular y, para algunos, recibiendo una pequeña pensión…. Tanto así que, para tener material de lectura, ya en la ancianidad, debía acudir a un ex alumno para que le facilitara el periódico del día anterior.

Elías Cabrerizo dejó de existir en 9 de Julio, el 29 de noviembre de 1965. Sus restos descansan en la necrópolis local.

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