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Nueve de Julio
viernes, abril 26, 2024

El globo aerostático de Silimbani en 9 de Julio

Por Héctor José Iaconis.
Cuando habían transcurrido apenas unos años de la primera década del siglo XX, el capitán José Silimbani trajo a la comunidad de 9 de Julio un espectáculo que los vecinos rememoraron con el correr de los años, transmitiendo el relato a oral a hijos y nietos. Un registro fotográfico realizado por Rafael Adobato da cuenta de este acontecimiento que, tal vez, se trató de la primera ascensión aerostática realizada en el pueblo.
En efecto, José Silimbani era un militar graduado como capitán en Italia, su tierra natal, aunque algunos dudaban de tal jerarquía. Lo cierto es que, en Europa, había adquirido sus conocimientos en aerostática y, cuando arribó a la Argentina, no dudó en explotarlos.
Lo hizo a partir de una serie de demostraciones, de las cuales participaba su esposa, la malograda Antonieta Cimolini. Según una breve nota biográfica recogida por Vicente Osvaldo Cutolo, “ambos se dedicaban a la realización de espectáculos públicos de aerostación”.
“Traían consigo –añade Cutolo- un globo de tipo Montgolfier con el que pronto se hicieron populares debido a las frecuentes ascensiones en Buenos Aires como en ciudades del interior del país. En julio de 1903 realizaron una demostración en pleno centro de la ciudad de Paraná, pero al elevarse el aeróstato se estrelló contra una de las casas vecinas, sufriendo Silimbani algunas contusiones en el muslo” (1).
En los vuelos que realizaba Silimbani, generalmente, su esposa brindaba algunas pruebas gimnásticas en un trapecio que pendía desde la barquilla del globo.
En 9 de Julio la demostración fue realizada en pleno centro. Lógicamente, en esos años, sobraban solares amplios en el radio urbano de la ciudad, donde hacer una función de este tipo.
El público se aglomeró en torno a las calles Montevideo (hoy Bartolomé Mitre) y Mendoza, para contemplar la ascensión del globo aerostático.

UNA TRAGEDIA
Por esos días, en que Silimbani había estado en 9 de Julio, una tragedia tiñó su vida y determinó un antes y un después. El 13 de marzo de 1904, en la ciudad de Buenos Aires, en el contexto de una ascensión aerostática, su esposa pereció ahogada. Había colgado el trapecio al globo, sin la canastilla y sin su esposo, no haciendo posible el dominio el mismo. Impulsado por el viento, se dirigió hacia el rio donde se precipitó.
No hubo posibilidad de rescatarla con vida y, lo que debía ser un espectáculo, aclamado por el público, se transformó en una tragedia. La inquieta y poco complaciente concurrencia y la propia Antonieta habrían insistido en realizar la prueba aun cuando las condiciones climáticas no estaba dadas y a pesar de las negativas de Silimbani.
Poco después, José Silimbani, tal vez exhortado por algún coterráneo suyo, se alejó de la Argentina para radicarse en Brasil, donde se le pierde el rastro.

NOTA
(*) Nuevo Diccionario Biográfico Argentino (1750-1930), Buenos Aires, Editorial Elche, 1985, tomo VII, pág. 102.

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