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Nueve de Julio
jueves, marzo 28, 2024

Hace 90 años nacía el padre Pedro Traveset

 

Se cumplen hoy 90 años del natalicio del inolvidable padre Pedro Traveset, sacerdote que, por espacio de más de dos décadas, vivió en 9 de Julio ejerciendo su ministerio sacerdotal. En efecto, el padre «Pedrito», como le llamaban quienes le conocieron, había nacido en Sant Quirze de Besora, una población española relativamente pequeña, situada a unos 587 metros de altitud, en la comarca de Ripollés, a orillas del río Ter, en Barcelona, el 29 de junio de 1932. Sus padres, Enrique y Loreto, habían conformado un hogar humilde -integrado, además, por tres hermanos varones y una mujer, que falleció tempranamente-, pero imbuido de la rica religiosidad que, por entonces, se vivía en las familias de aquellas pequeñas aldeas.
Durante su infancia debió vivir los efectos destructivos de la Guerra Civil Española. Por entonces, siendo aún niño, estuvo vinculado a la vida parroquial de su pueblo, colaborando con el párroco como monaguillo; y fue allí donde comenzó a tomar forma su deseo de consagrar su vida a Dios como sacerdote.
Contaba doce años cuando, el 12 de noviembre de 1945, con el estímulo del cura de su pueblo, y con la anuencia del su obispo -monseñor Juan Perelló y Pou, de los Misioneros del Sagrado Corazón- ingresó en el seminario menor de Vich, para cursar los estudios secundarios. Más tarde, en el Seminario Mayor, de la misma diócesis, completó el trienio filosófico y los cuatro años de Teología.
En su pueblo natal recibió la ordenación presbiteral el 21 de diciembre de 1957, oficiando al día siguiente, su primera misa.
Si bien, desde los primeros momentos de su ministerio, el padre Pedro intuía que sería destinado lejos de su patria, el obispo de su diócesis, monseñor Ramón Masnou Boixeda (1907-2004), lo envió como vicario a Sant Hipólito de Voltregá, donde permaneció durante dos años y medio. Luego, fue destinado a la iglesia de Serem.
En 1963, ya producido el fallecimiento de sus padres, por mandato de su obispo, fue enviado a la República Argentina, con residencia en la Diócesis de 9 de Julio.
En los años inmediatamente posteriores de fundada la Diócesis de 9 de Julio, ya se habían afincado, en carácter de sacerdotes extradiocesanos, Jacinto Anglada, Francisco Fumaz, Miguel Codina, Luis Molins Verdaguer, Ramón Prat y José Rossell Angelat, todos pertenecientes a la Diócesis de Vich. Molins, Rossell y Fumaz, habían sido destinados al Seminario de Santa María, instalado en la localidad de Guanaco; y, de hecho, el primero, había sido su rector fundador, en 1958.
El padre Pedro arribó a Buenos Aires, el 23 de diciembre de 1963. Ya en 9 de Julio, el obispo diocesano, monseñor Antonio Quarrachino, lo designó para la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en la ciudad de Trenque Lauquen. Allí celebró los primeros bautismos, el 25 de diciembre del mismo año.

EN 9 DE JULIO
Después de permanecer durante seis años en Trenque Lauquen, monseñor Alejo Benedicto Guilligan, quien había sido preconizado obispo en julio de 1969 y tomado posesión de la sede el 4 de octubre, confió al padre Pedro, en ese mismo año, una importarte tarea: la de cura párroco de la Catedral de 9 de Julio.
A lo largo de los veintitrés años que permaneció en esta ciudad realizó una labor pastoral encomiable, que se desplegó desde la organización de los movimientos eclesiales, a la luz de las nuevas enseñanzas del Concilio, hasta la concreción de obras de refacción en el templo. La más importante de ellas, sin dudas, fue la reconstrucción del presbiterio y la construcción del nuevo altar mayor, a cuyos laterales fueron colocadas las imágenes de María y de Santo Domingo, que él mismo procuró traer desde Barcelona.
La figura del padre Pedro fue, para 9 de Julio, un ejemplo genuino de la consagración plena a su ministerio. Aquí su personalidad sumamente jovial y sociable le permitió cosechar un innumerable grupo de amigos.

EN TRENQUE LAUQUEN
El sucesor de monseñor Guilligan, monseñor José Victorio Tomassi, el 24 de mayo de 1992, destinó al Padre Pedro nuevamente a Trenque Lauquen, poniéndolo también al frente de la parroquia y del Colegio «Pbro. Miguel Di Jerónimo», del que fue representante legal y asesor espiritual.
En esta ciudad, la labor pastoral del padre Pedro fue intensa: visitas a la Clínica, el Hospital Municipal y los enfermos en sus domicilios. También se ocupaba de la Pastoral Carcelaria, en el establecimiento penal que existe en Trenque Lauquen, donde celebraba misa y dirigía la catequesis de los internos.

DISTINCIÓN «DIVINO MAESTRO 2006»
Recientemente el nombre del Padre Pedro Traveset fue propuesto para el otorgamiento de la distinción «Divino Maestro 2006»; un galardón que otorga el Consejo Superior de Educación Católica a educadores de establecimientos educativos, tanto de gestión estatal como de gestión privada que se hayan destacado por notables servicios prestados. La Distinción Divino Maestro la recibió, el padre Pedro, el 22 de septiembre de 2006, en una ceremonia realizada en la sede del CONSUDEC.

EN 2007, ANTE LA JUSTICIA
En el año 2007, el padre Pedro debió comparecer ante la Justicia, durante un juicio oral que se efectuó en el marco del proceso judicial, por crímenes de lesa humanidad contra el capellán Von Wernich, ocurridos durante la dictadura milital (1976-1983). En esos años el padre Pedro vivía en la Catedral de 9 de Julio donde también residía Von Wernich.
En aquella ocasión, en declaraciones periodísticas, el padre Pedro afirmó que fue citado a declarar porque «además de conocer algún episodio, que referiré ante la justicia, pude comprobar que Von Wernich tenía relación con los que detentaban el poder criminal de la dictadura».
«Soy un testigo propuesto por las víctimas y esto quiere decir que son las víctimas de hechos aberrantes en los que participó mi hermano Von Wernich, son las víctimas las que piden que declare. La querella quiere demostrar que había otra manera de actuar y de ser como iglesia en esos momentos terribles», había explicado el padre Padre en esta oportunidad.

SU FALLECIMIENTO
El padre Pedrito falleció el 25 de abril de 2012 en España, donde había retornado junto a su familia poco antes. Su recuerdo se mantiene vivo en la comunidad nuevejuliense que conoció de sus gestos cercanos, siempre atentos a ayudar a los otros.

(Datos biográficos: Archivo de Publicaciones Periodísticas de Diario EL 9 DE JULIO).

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