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jueves, abril 25, 2024

Reflexión del Padre Mamerto


Ayer en el día de su cumpleaños el padre Mamerto compartió esta reflexión en las redes sociales:
Como dice una canción: “Uno cree que no cambia. Y que cambian los demás”. Y es porque uno se siente estático, como cuando vamos dentro de un vagón del ferrocarril, en el que vemos que todo corre hacia atrás nuestro. Pero a veces la vida nos da la oportunidad de parar, o al menos de ir más lentamente para poder ver mejor lo que nos rodea. Empezamos a tener tiempo y a detenernos a conversar con las cosas, con los demás, y sobre todo con nosotros mismos. Comenzamos a observar todo lo que llevamos dentro y que no conocíamos. Descubrimos lo inmediato, aquellas cosas y personas con las que siempre vivimos pero con las que no entrábamos en diálogo.
Esta pandemia, con las restricciones de todo tipo que nos impuso y que el mundo sufre, a algunos nos está regalando tiempo. Doloroso tiempo de quietud y de interioridad. Incluso para los monjes. Pero en nuestro caso simplemente se trata de ahondar algo que es específico nuestro: la soledad. No digo aislamiento. La soledad es la capacidad de estar bien consigo mismo. El aislamiento es la realidad de no poder estar con los demás: ya sea por una decisión nuestra o una imposición de las circunstancias. La soledad puede ser dolorosa, pero es siempre fecunda. El aislamiento hasta puede ser placentero, pero siempre es empobrecedor.
La soledad achica los espacios que son la geografía que nosotros queremos conquistar porque en ella nos instalamos. Es una manera de tener tiempo. O mejor, de aprovechar el tiempo y darle la importancia que tiene en nuestra vida. Mientras que el aislamiento se relaciona con el espacio. Queremos que un espacio sea exclusivamente nuestro y que lo ocupemos sólo nosotros, excluyendo a los demás.
Y el tiempo es superior al espacio. Porque genera la esperanza y cree en el futuro. Por eso puede ser leal al presente sin guardar rencor o nostalgia del pasado.
Mamerto Menapace
«Ansiedad y ancianidad: un recuerdo»
@patriagrandeeditora

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