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Nueve de Julio
jueves, diciembre 5, 2024

Se cumple un nuevo aniversario del hundimiento del Crucero “General Belgrano”.

El 2 de mayo de 1982, un mes después de que la Argentina tomara posesión de las Islas Malvinas el crucero General Belgrano fue hundido por los impactos de torpedos por ataque de un submarino británico fuera de la zona de exclusión que Gran Bretaña había fijado, ocasionando la muerte a 368 tripulantes.

En ese contexto perdió la vida el soldado nuevejuliense Néstor Francisquez.  Entre los sobrevivientes se encontraban Edgardo Gastambide, Eduardo Salgado y Walter Debenedetti, también vecinos de esta ciudad.

LA DESTRUCCION DEL CRUCERO

Al estallar la Guerra, el Crucero A.R.A. “General Belgrano” era un objetivo militar atacable por las fuerzas británicas; no así por su ubicación, finalidad o utilización, ya que el buque argentino se encontraba ubicado a 91 millas del continente, de regreso a su base, con la única finalidad de alejarse de la flota británica luego de que fuera abortada la estrategia naval argentina de envolver a la flota enemiga, cuando ésta se replegara en alta mar luego del ataque de la Fuerza Aérea Argentina del 1° de mayo.

El crucero “General Belgrano” fue torpedeado el 2 de mayo de 1982 con 1093 tripulantes a bordo. En el naufragio murieron 323 hombres y sobrevivieron 770.

El “General Belgrano” fue el primer barco hundido durante una guerra por un submarino nuclear de ataque.

Al momento de su hundimiento, el barco argentino, se encontraba fuera de la zona de exclusión militar declarada unilateralmente por Gran Bretaña.

Al momento de producirse al ataque, Néstor se encontraba de guardia en el sector de artillería, uno de los cuales sufrieron los primeros impactos.

Un texto elaborado por su sobreviviente del “General Belgrano” recuerda que, a las 16:01 horas, “los artilleros (entre quienes se encontraba el nuevejuliense) que tomaron la guardia 33 probaron sus mecanismos y la torre II ya estaba buscando blancos en el horizonte”.

“Fue en ese momento –añade- cuando el buque se sacudió violentamente. Una poderosa explosión, seguida del cese inmediato de energía e iluminación paralizó a los 1093 tripulantes. Y cuando parecía que el buque se elevaba por el aire, se produjo una segunda explosión proveniente de proa, cuyas consecuencias se vieron claramente desde el puente de comando, cuando al caer la gran columna de agua, hierros y maderas, se descubrió la falta de 15 metros de buque”.

En un tiempo relativamente breve el crucero se hundió.

LA LLEGADA DE LOS SOBREVIVIENTES DEL BELGRANO Y LA INCERTIDUMBRE

El lunes 10 de mayo se daba a conocer la noticia de que los soldados Eduardo Salgado y Edgardo Gastambide, vecinos de esta ciudad, quienes formaban parte de la tripulación del «General Belgrano» habían sido rescatados y trasladados a Puerto Belgrano. Se les había dado goce de licencia y habían regresado a 9 de Julio con dos días de licencia.

Nada se sabía hasta entonces de Néstor. Sus compañeros nuevejulienese, Salgado y Gastambide, apenas arribaron a Puerto Belgrano, buscaron infructuosamente a Francisquez entre los sobrevivientes al naufragio.

La familia y los amigos, ante la falta de noticias oficiales acerca del paradero de Néstor vivieron momento de angustia e incertidumbre. En ese sentido, el Diario «El 9 de Julio», del 20 de mayo de 1982 explica que «Pedro Grecco, junto a un hermano del soldado desaparecido, cuando se inquietaron por la falta de comunicación viajaron a Bahía Blanca en procura de noticias”.

“De esto hacía varios días. Iban dos angustias unidas, la de la familia y la del señor Grecco que lo tuvo a su lado hasta antes de incorporarse a la Marina y lo siente como propio hijo. El mismo pesar se advierte en la esquina de San Juan y Mitre, tanto en la sección nafta, en el quiosco allí existente, como otros sectores, nos expresan la hondura con que caló el dolor», concluye el artículo de prensa.

LA NOTICIA DE SU FALLECIMIENTO

El miércoles 19 de mayo de 1982, «la llegada de un suboficial de la Armada Argentina al hogar de Alsina entre Heredia y Chacabuco, trayendo su mensaje de luto, creó la certeza de su desaparición».

El texto del comunicado indicaba que «el nombre del malogrado joven no figura entre los rescatados y que, por lo tanto, existe presunción de su fallecimiento».

En la nota periodística publicada en esa ocasión se daba cuenta que el Diario «EL 9 DE JULIO», «en compañía de Pedro Grecco, del lavadero de coches Plini, donde el joven trabajó y se había ganado su cariño profundo, estuvo en el hogar del desaparecido soldado conscripto expresándole su solidaridad».

 

 

 

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