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Nueve de Julio
viernes, abril 26, 2024

Un apasionado de los fierros y el running que fue clave para acelerar la eficiencia de un tambo

Clarin Rural publicó una nota sobre el nuevejuliense Emmanuel Zappa

Emmanuel Zappa tiene 33 años y lleva 12 años en el tambo de su padre y su tío. En diez años duplicaron las vacas en ordeñe, invirtieron en infraestructura y pulieron un tambo clásico de manejo pastoril.
La historia de Emmanuel Zappa en 9 de Julio es la de un montón de pibes que en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba -donde se se concentra el 90% de la producción argentina de leche- crecieron esperando el fin de semana para dejar los cuadernos de la escuela e irse a manejar los tractores, desde los siete años, y ordeñar las vacas en el tambo de su padre y su tío.
Hace 40 años, Miguel Angel (su padre) y Eduardo Zappa (su tío ya fallecido) armaron el tambo “La Victoria” en el campo que heredaron de su padre y de su abuelo, que ganó cada hectárea laburan- do en la estancia de los Gómez Alzaga en este rincón de la provincia de Buenos Aires.
El tambo de los Zappa sumó más bajadas e incorporó herramientas para mitigar el estrés térmico de las vacas.
El tambo de los Zappa sumó más bajadas e incorporó herramientas para mitigar el estrés térmico de las vacas.
El tambo está cerca de Patricios, un pequeño pueblo a 20 kilómetros de 9 de Julio. Hace 12 años, cuando Emmanuel volvió de estudiar la tecnicatura agropecuaria en Buenos Aires, el establecimiento tenía unas 200 vacas en ordeñe, seis bajadas -podía ordeñar 12 vacas cada vez- y le faltaba agua en muchos de los potreros.
Ahora, es un tambo de 16 bajadas en el que se ordeñan 32 vacas por turno, cuenta con ventiladores y sistemas de aspersión para mitigar el estrés calórico y sombra artificial distribuida en los distintos potreros.
El rodeo lechero es de 400 vacas, con un promedio de 27 litros por animal y picos de 32 litros -en la primavera- en un sistema pastoril clásico que produce 10.000 litros de leche cruda por día (12.500 litros diarios en la primavera). Trabajan en una superficie de 200 hectáreas propias (pasturas y verdeos) y alquilan 150 hectáreas más para hacer los verdeos.
¿Cómo fue creciendo el tambo? De base, la genética lechera fue una muy buena plataforma. “Mi tío inseminaba y se vendían las vaquillonas a otros tambos porque eran de buena calidad. En un momento comenzamos a quedarnos con las vaquillonas y fuimos creciendo con nuestros propios animales”, contó en una entrevista con Clarín Rural.
El otro eje clave fue el manejo del agua. “Con un pasacaño fui tirando redes de agua por todo el tambo y puse bebederos móviles con picos de agua en todos los lotes”, explicó el joven productor. Al contar con aguadas de buena calidad en los potreros, las vacas empezaron a «consumir menos energía» -a caminar menos- para tomar agua y pudieron gestionar mejor los lotes de alfalfa y los verdeos, que son la base forrajera del tambo (los animales sólo comen concentrado en las instalaciones de ordeñe).
Al sistema hídrico, Zappa le acaba de ajustar una tuerca más: los tanques australianos con perforaciones equipadas con bombas sumergibles que funcionan con la energía que proveen paneles solares. “Está buenísimo porque no hay que llegar con el tendido eléctrico a esos potreros”, destacó.
Para Zappa, la relación con su padre y su tío no fue complicada. “Hubo un tiempo de adaptación, pero la verdad que aceptaban mis ideas y pude generar confianza. Y al ver que las cosas mejoraban le dimos para adelante”, recordó.
En las pasturas no hubo que hacer ajustes importantes. “Lo que sí propuse fue la necesidad de invertir para hacer alfalfas nuevas y renovarlas para tener más pasto y de mejor calidad”, señaló.
¿Qué es lo que viene? En el mediano plazo, los Zappa tienen previsto seguir ganando eficiencia pero sin grandes inversiones. “Está difícil la situación, nos pagan la leche en pesos y compramos los insumos dolarizados. El kilo de soja vale $ 29 y el litro de leche cruda $ 22, cuando deberían estar en un valor similar”, precisó. Otro problema es que el escenario económico es incierto y hasta es complicado conseguir chapas, alambres y otros insumos para los potreros. Pero Emmanuel seguro no se va a aburrir: hace running en las afueras de 9 de julio -corrió media maratón- y también es el piloto de un Fiat 128 en una categoría de automo- vilismo de Turismo Promo- cional que se corre en el centro y norte de la provincia de Buenos Aires. “Mi suegro Marcelo Alori me enganchó con los autos y me encanta”, aseguró.
En el tambo también se monta arriba de los fierros para hacer los rollos y sembrar las pasturas y los verdeos. Monitorea los lotes y el trabajo de los contratistas con un drone. Y comparte todo eso en una cuenta de Twitter que seguro va a seguir sumando seguidores.

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