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Nueve de Julio
jueves, diciembre 12, 2024

Los sillones «vis-a-vis» del Museo de 9 de Julio, exponentes de una época dorada

Por Héctor José Iaconis.

Del rico mobiliario con que cuenta el Centro Cultural, Museo y Archivo Histórico “General Julio de Vedia”, dos ejemplares suelen llamar la atención de los visitantes. Habiendo pasado por distintas sedes, edificios transitorios donde se albergó el Museo, hasta la ubicación definitiva actual, a lo largo de las décadas, la mirada del observador a la sala (designada como “Sala de Epoca”) donde se exhibían estos sillones, despertaba la inmediata expresión de admiración y de curiosidad.

Se trata de los sillones o sofás denominados como “Tête-à-tête” (“cabeza con cabeza”), “vis-à-vis” (“cara a cara”), “tú y yo”, “canapé à confidante” o simplemente “confidante”[1]. Los que, con forma de “S”,  reunía dos asientos contrapuestos[2], de ahí  la generalización del término “causeuse” e incluso “siamoise” (siamés o siamesa)[3], que no les son tan propios.

Los que se conservan en el Museo pertenecieron al antiguo Salón de Recepciones de la Municipalidad de 9 de Julio y habían sido adquiridos hacia 1897 junto con el exquisito moblaje con que contó aquel lugar[4].

Exponente indiscutible de la ebanistería francesa, corresponde al denominado “Segundo Imperio”. En efecto, este sillón biplaza está ligado al estilo Napoleón III; no obstante, en Inglaterra , también tuvo su repercusión[5].

Desde luego, el “vis-a-vis” no fue el único sillón de tipo “confidante” que se encontraba en el viejo salón municipal. Desafortunamente, no se ha conservado el de cuatro plazas, que puede apreciarse en la fotografía antigua que se inserta más abajo, ubicado en el centro del recinto. Tampoco se han preservado los sillones llamados «boudeuse» (un par de asientos dispuestos uno junto al otro, compartiendo el mismo respaldo), que se ven en la antigua imagen del salón original.

Actual disposición de los sillones o sofá «vis-a-vis», en el Museo, Archivo Histórico y Centro Cultural de 9 de Julio. Atrás, una imagen del viejo salón municipal. Créditos de la imagen: Elisabet Urso.

IDEAL PARA EL CORTEJO

Ligado, por diferentes circunstancias, a la vida burguesa de la sociedad francesa decimonónica, el “vis-a-vis” revela una forma de relación y la preocupación por crear confort a la hora de recibir a los invitados. “Silla social por excelencia”, a menudo con un almohadillado generoso, permitía que dos personas platicaran cómodamente sin tener que voltear la cabeza.

En el salón de recepciones de la Municipalidad, particularmente en los bailes y reuniones sociales de comienzos del siglo XX, fue el preferido para el cortejo. Novios o festejantes, eludiendo la mirada inquisidora de los mayores, los escogían como la silla predilecta para estar un poco más cerca, departir más a gusto,  o incluso tomarse de la mano sin escapar de la rigurosa formalidad exigida.

Con el correr de los lustros, estos sillones fueron cayendo en desuso. A comienzos de la década de 1930 se los miraba con desdén y no faltó el intendente municipal que, fiel a su prístina indolencia, los quitó de su legítimo lugar[6].

Aunque ya no atizan el recuerdo de quienes los usaron, en más de una velada, su presencia, formando parte del patrimonio histórico de la comunidad, invitan a las nuevas generaciones a admirar el vestigio de una época pasada. Han llegado hasta nosotros, desde los lejos brumosos de la historia, para conectarnos con un tiempo dorado donde la vida era un poco más sentimental, sensible y sensitiva.

Los sillones o sofá «vis-a-vis», tal como estaban dispuestos en el Salón de Recepciones de la Municipalidad.

NOTAS

[1] CHARLES BOYCE, Dictionary of Furniture, 2a. edic., New York, Roundtable Press, 2001, pág. 70. Cfr. ANTONY WHITE – BRUCE ROBERTSON, Furniture & furnishings. A visual guide,  New York, Design Press, 1990, pág. 34.

[2] JOSEPH ARONSON, Enciclopedia gráfica del mueble y de la decoración, Buenos Aires, Ediciones Centurión, 1945, págs. 260 y 268. Véase también JULIA RAYNSFORD,  The story of furniture,  London-New York, Hamlyn, 1975, pág. 54.

[3] BOYCE, op. cit., pág. 52. En ARONSON, op. cit., pág. 243, se usa la palabra «siamesa».

[4] BUENAVENTURA N. VITA, Crónica Vecinal de Nueve de Julio. 1863-1900. Prima versio. Original mecanógrafo inédito, en el Archivo y Museo Histórico “Julio de Vedia” de 9 de Julio. También citado en HECTOR J. IACONIS, El Salón Blanco. Un lugar con historia, en Diario EL 9 DE JULIO, 13 de agosto de 2016, disponible en https://www.diarioel9dejulio.com.ar/noticia/70778.

[5] R. W. SYMONDS-B.B. WHINERAY, Victorian furniture, London, Country Life Limited, 1962, pág. 94 y 224.

[6] IACONIS,  loc. cit.

Otro plano de los sillones «vis-a-vis», en el Museo de 9 de Julio. Créditos de la imagen: Pilar Bidondo (detalle).
Dos amigas posan «vis-a-vis» en un retrato tomado en el estudio fotográfico de Rafael Adobato.
Cabinet card. Gelatina de plata, formato oval sobre cartón gofrado, con sello impreso del estudio fotográfico.
Viñeta satírica sobre el uso del sofá vis-a-vis en una publicación de época.

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