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Nueve de Julio
martes, diciembre 10, 2024

Egidio Magni. Vocación y trayectoria de un hombre ilustrado

Por Héctor José Iaconis.

* Fue uno de los intelectuales, por así llamarlo, más destacados en 9 de Julio, hacia finales del siglo XIX. Paradigma de un hombre ilustrado, con la impronta decimonona, contribuyó notablemente a su comunidad adoptiva. 
* Arribó a 9 de Julio, ya graduado como farmacéutico, para ejercer su profesión y establecer, más tarde, una farmacia.
* Participó de la vida de la comunidad integrándose activamente a algunos emprendimientos culturales: la fundación del Circolo Italiano y la creación de la Biblioteca “Sarmiento”.
* Fue uno de los impulsores de la filial local de la Cruz Roja y fomentó la creación de una asociación de ayuda mutua.
* Como profesor del Colegio Cavallari e integrante de sus mesas examinadoras, se lo cuenta desde el comienzo de la vida de esta institución.

Bellano, es población italiana de la antigua Lombardia, situada en la rivera oriental del lago de Como, al pie del monte Gringa. En su cercanía forma imponente paisaje una cascada, de 64 metros de altura, por donde desemboca el río Pioverna, después de recorrer los Alpes Bergamascos y el valle Sassina.
En ese singular escenario geográfico, debieron transcurrir los primeros años en la vida de Egidio Magni, cuya trayectoria biográfica hoy nos ocupa. Una carrera vital que, sin dudas, pude aportar hoy, a las mujeres y a los hombres del siglo XXI, premisas importantes en un proyecto de vida.

Egidio Magni

Nacido en Bellano, en 1864, fueron sus padres José Magni y de Teresa Ravizza(1). Aunque son escasos los datos que pueden obrar acerca de su infancia, bien puede suponerse que debió educarse en el seno de una familia de sólida cultura. Su padre, era químico farmacéutico, de profesión; mientras que su madre, «había sido dama de la reina»(2).
Probablemente era adolescente aún, cuando su familia se trasladó a Milán, donde su padre deja de existir en agosto de 1880.

EN ARGENTINA
Ya emigrado a Argentina, en 1888, obtuvo de revalidación de su título de Químico Farmacéutico, en la Universidad Nacional de Córdoba(3).
En Buenos Aires, se desempeñó como director de la farmacia del Hospital Italiano; al tiempo que, desposó a Aida Fraqueli, quien falleció el 19 de marzo de 1891, sin darle descendencia.
Allí estaba relacionado con miembros relevantes de la colectividad italiana; vínculos que, sin dudas, le fueron propicios para su traslado al interior de la provincia de Buenos Aires.

EN 9 DE JULIO
En 1891 ya se encontraba radicado en 9 de Julio. Se le había confiado la regencia de la farmacia «La Caritativa Cosmopolita» y colaboraba con la Sociedad homónima, que presidía su amigo, el ingeniero Héctor Sibilla(4). Poco después, el 16 de junio de 1892, era presentado como socio de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos de 9 de Julio, por su gerente, José Piccini(5).
Fue uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical en 9 de Julio. En 1893, fue elegido secretario del comité 9 de Julio, presidido a la sazón por el doctor Manuel Ovejero, e integrado -entre otros- Pastor Dorrego y Ramón Rey.
Por ese tiempo, además, se encontraba al frente de la delegación local de la Cruz Roja Argentina, la cual funcionaba en una vivienda de del Boulervar Montevideo (hoy Avenida Mitre) en Independencia y Santa Fe. No era, por cierto, tiempos apacibles en la escena política lugareña. La revolución de 1893 tuvo en 9 de Julio ecos bastantes crudos y requirió de los integrantes de la Cruz Roja brindar la asistencia necesaria a los heridos.
Hacia 1895, con un grande esfuerzo, procuró instalar una farmacia en Carlos Casares. El 30 de marzo, en una esquela dirigida a su esposa, le narraba: «Aquí los primeros días hizo un tiempo […] mal, tanto que tan sólo al cuarto día, pude sacar los muebles. Llegaron estos bastante deteriorados, y de los dos juegos de lavatorios, tan sólo nos quedó por recuerdo, de uno, [un] florero de noche, y del otro la jabonera…». Sobre el modo de vida, en la vivienda que habita, agrega que, «por ahora, no habiendo lugar para tender camas, dormimos, yo sobre el mostrador y Febo[sic] abajo. La cocina, la hacemos con el hornillo al patio»(6).

EN LA MASONERIA
Sin dudas, la iniciación masónica, de Egidio Magni, se habría concretado en alguna, de las muchas, logias que existían en Italia. De hecho, para 1892, ya integraba una Logia -con sede en Buenos Aires- perteneciente al Gran Oriente de Italia. También, de algún modo, pudo estar vinculado a la Logia «Hijos del Trabajo», cuyo taller se encontraba en el barrio porteño de Barracas, donde poseía amigos y coterráneos.
Lo cierto es que, en 1893, Magni pertenecía -junto a otros destacados vecinos, inmigrantes también (7)- a la Logia «Igualdad», de 9 de Julio. Por entonces, esta había impulsado, entre otras obras filantrópicas, la instalación de la Cruz Roja, con sede en el mismo taller masónico.
 
El 14 de agosto de 1893, Egidio contrajo enlace -en segundas nupcias- con Marcela Sisniega, una joven, nacida 18 años antes, en el partido de Las Heras.
Este retrato, tomado en la década de 1890, es el testimonio de un amor épico.
Las cartas que Egidio escribe a Marcela, de las que se conservan algunas, revelan la ternura del que fue un amor verdadero y al que la muerte separó tempranamente.
Marcela Sisniega, estaba vinculada a las familias Alonso y Comas, que ya se encontraban en esta comunidad en el último cuarto del siglo XIX.

LA BIBLIOTECA «SARMIENTO» Y EL COLEGIO «CAVALLARI»
El 20 de abril de 1899, se había concretado la creación de una institución, con fines sociales, que fue denominada «Circolo Italiano». Naturalmente, la misma -cuya sede abrió sus puertas el 23 siguiente- estaba integrada, en su mayoría, por vecinos del pueblo de 9 de Julio, emigrados de Italia.
Entre sus miembros, debió surgir la idea de formar una biblioteca, en torno a la cual pudieron reunirse importantes ediciones. En consecuencia, el 4 de septiembre del año siguiente, una comisión especial, integrada por Magni, fundó la llamada Biblioteca Sarmiento(8).
Además, integró las mesas examinadoras del Colegio «Cavallari», fundado en junio de 1893, y con cuyo director mantenía amistad(9).

PALABRAS FINALES
Egidio Magni, dejó de existir en 9 de Julio, a las 23:30 horas, del 16 de mayo de 1906, victima de tuberculosis pulmonar.
De la formación intelectual y de la rica personalidad de quien nos ocupa, mucho pueden alegar, en principio, su rica correspondencia. Conocía, profusamente, el idioma castellano, tanto así que, su dominio, se manifiesta en un estilo literario por demás pulido.
Aún hoy, pueden consultarse -en alguna biblioteca de 9 de Julio- varios libros que conservan el ex-libris de Magni. Los mismos que, un siglo atrás, hubiera donado para formar la biblioteca del «Circolo», y luego la del Colegio «Cavallari».
Egidio Magni murió cuando contaba apenas cuarenta y dos años. Sin embargo, su trayecto vital fue gravitante. Su preocupación, es evidente, estuvo lejos de buscar amasar fortuna; había perseguido otros ideales, inspirados sin dudas por el interés de permitir que sus vecinos pudieran acercarse al conocimiento y a la formación intelectual.

NOTAS
(1) Registro Provincial de las Personal, Delegación Regional 9 de Julio, Libro de Matrimonios de 1893, acta nº 64. Véase también en Archivo de la Iglesia Catedral de 9 de Julio, Libro de Matrimonios nº 12, acta nº 200.
(2) Datos aportados por Haydee Elvira Adobato de Rastelli, el 13 de noviembre de 1997.
(3) Ibidem.
(4) Periódico «El Nueve de Julio», año I, nº 19, 9 de Julio, 12-VII-1891. Cfr. Periódico «La Biblioteca», año I, nº 10, 9 de Julio, 20 de noviembre de 1891.
(5) Archivo de la Sociedad Italiana de S.M., 9 de Julio: «Libro delle Sessioni nº 2», folio 22.
(6) «Papelería de Egidio Magni», en poder de su nieto Emilio C. Adobato (fallecido).

(7) Archivo de la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones, Buenos Aires: Documentos de la Logia «Igualdad nº 61» de 9 de Julio, C7.
(8) Buenaventura N. Vita, Crónica Vecinal de Nueve de Julio 1863-1900, tomo IV, pág 702 s. (original inédito).
(9) Cfr. Periódico «Estudiantina», año VI, nº 130, 9 de Julio, 6 de junio de 1943.

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