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Nueve de Julio
miércoles, abril 24, 2024

Juan Mooney. Un chacarero de antaño

Por Héctor José Iaconis

* De ascendencia irlandesa, se estableció en el Partido de 9 de Julio siendo joven para ocuparse de atender el campo de su padre.

* Fundó su propio establecimiento agropecuario cerca de Norumbega el cual, en pocos años, se ubicó entre los más florecientes de la zona.

* Fue miembro de la Sociedad Rural de 9 de Julio y, habiendo fallecido en plena juventud, legó a su esposa su estancia “Los Laureles”.

* Era familiar de la popular cantante Blanca Mooney, oriunda de 9 de Julio.

 

Las fuentes históricas, los censos y los padrones, esbozan largas nóminas con cientos de nombres que, muchas veces, pasan sin más por el devenir de los decenios. Nombres olvidados de vecinos que vivieron en 9 de Julio o en el interior del Partido y de los cuales, en la mayor parte de los casos, nada ha quedado, salvo su nombre mencionado en un documento.

¡Cuántas vidas y cuántas historias que, disipadas en la espera fosca del pasado, se hacen inaccesibles a nosotros!

La vida de don Juan Mooney sería así; de no ser por las pocas noticias que han llegado hasta nuestros días, a través de recursos secundarios que nos permiten conocer algo de su protagonismo.

ASCENDENCIA IRLANDESA

Juan Mooney había nacido en Chivilcoy el 20 de diciembre de 1874. Su padre, Bernard Mooney había nacido en Irlanda, en Mount Dalton hacia 1833 y había fallecido en Chivilcoy en mayo de 1908. Su madre, Julia Wynne, también irlandesa, oriunda de Miltown (nacida en 1836) había arribado a la República Argentina en 1860 falleciendo en 1916. Juan era el segundo de ocho hermanos.

Sus estudios los había cursado en Chivilcoy y en un colegio en la ciudad de Mercedes. Concluidos estos comenzó a trabajar junto a su padre en la atención de sus propiedades rurales.

Juan Mooney.

EN EL PARTIDO DE 9 DE JULIO

De acuerdo con la información que aporta la Revista “La República” en un artículo que recoge aspectos de su biografía, publicado pocos años después de su muerte, Juan Mooney, “fue posteriormente al Partido de 9 de Julio en donde se hizo cargo de la herencia dejada por su padre, cuyo establecimiento de campo había dejado muy adelantado al fallecer y lo hizo progresar todavía más…”.

“Fue hacendado –añade- por espacio de veinte años, siendo treinta los años que trabajó en ganadería”.

En 1917, en el Cuartel XI del Partido de 9 de Julio fundó “Los Laureles”, es establecimiento rural conformado por 460 hectáreas. El mismo se dividía en ocho potreros, dedicados a la ganadería y a la agricultura, con pastos “refinados y alfalfados”.

Para 1926 había en la estancia unos 300 vacunos y bovinos, 250 lanares y 50 yeguarizos. Criaban la especie Durham y la raza “Cara Negra”.

SU ESPOSA

Juan Mooney contrajo matrimonio en Mercedes, el 25 de octubre de 1911, con otra hija de irlandeses, Ana MacDonnell (nacida en 1885 y fallecida en 9 de Julio el  14 de mayo de 1947). Ana era hija de John MacDonnell y Mary Gilligan. Su padre fue  un criador de ovejas que se había establecido en San Pedro, luego en Mercedes y, por último, en 9 de Julio, donde falleció hacia 1920.

LA MUERTE DE JUAN Y LA APARICION DE DON FILEMON ARCE

Juan Mooney falleció en su estancia el 18 de agosto de 1919. Dejaba viuda a su esposa Ana, sin hijos y sin la asistencia cercana de familiares.

Es probable que, la temprana viudez de Ana, motivó a su padre a establecerse en 9 de Julio; empero, la muerte lo encontró también a él al año siguiente.

Como es posible conjeturar, una dama viuda, dueña de una próspera finca, podía convertirse en presa de cualquier hábil o tramposo trotamundos. Así apareció en su vida don Benito Filemón Arce, un peón que se convirtió en su esposo y, a partir de entonces, propietario de “Los Laureles”.

Con pretensiones de caudillo conservador, no estaba a la altura de los mentados hombres “de boina colorada” de otrora. Era, más bien, de aquellos que disparaban la  pistola con puño ajeno y se preció de ser  campeón  del fraude electoral en la campaña del Partido de 9 de Julio.

Vivió, cierta vez, en la calle Santiago del Estero entre Tucumán y Río Negro (hoy Cardenal Pironio) y se vinculó a algunas instituciones locales. Aún, quienes lo conocieron, recuerdan su complexión tan característica.

En esas manos cayeron los esfuerzos  de don Juan Mooney.

Don Filemón sobrevivió a Ana unos cuantos lustros. Los  restos de ambos descansan  en el cementerio de 9 de Julio, en un sepulcro que -una veintena de años atrás-  fue objeto del vandalismo, perdiendo una valiosa pieza artística que lo coronaba. Si bien, originalmente, había sido la última morada de Ana MacDonnell, llamativamente, su nombre aparece casi borrado de la loza sepulcral, pues las estelas funerarias solo recuerdan el de su segundo esposo.

PALABRAS FINALES

La existencia de Juan Mooney transcurrió en la historia lugareña, como la de tantos otros, en el sereno tránsito de los días, en la vivencia de lo cotidiano, aquello que transcurre sin gloria. Poco, tal vez, quedó de él, labriego de ayer que contribuyó a cultivar el suelo y hacerse de una fortuna.

Su recuerdo o la evocación de su vida, no pudo ser mantenido por descendientes directos; pues, no los tuvo. Así, su nombre fue perdiéndose en el tiempo.

Por ello, en la brevedad de esta semblanza, recordamos en su persona a aquellos hombres y mujeres que, tal vez olvidados, fueron constructores silenciosos del porvenir de la comunidad.

 

REFERENCIAS

– Revista “La República”, Buenos Aires, año VII, n° 15, junio de 1926.

– Eduardo A. Coghlan, Los irlandeses en la Argentina. Su actuación y descendencia, Buenos Aires, s.e., 1987.

– Arbol genealógico de Bernard Mooney & Julia Wynne, disponible en https://www.genealogiairlandesa.com/genealogia/M/Mooney/Bernard.php

 

 

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