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Nueve de Julio
jueves, marzo 28, 2024

¿Cambiaron nuestros hábitos durante la etapa de aislamiento por COVID-19?

Instituto Superior Experimental de Tecnología Alimentaria
Estudio sobre la población de 9 de Julio


El área de investigación del ISETA, conformado por profesionales de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Pcia. de Bs. As. (CIC) y del CONICET, realizó una encuesta online voluntaria, enfocada a personas residentes de la ciudad de 9 de Julio, con el objetivo de conocer los hábitos alimentarios, de actividad física y otros, durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. La encuesta se realizó en dos partes, durante la primera quincena de mayo.
La investigación alcanzó un total de 287 respuestas. El rango de edad de los encuestados fue de 20 a 70 años. El 85 % de los mismos con edades comprendidas entre 27 y 57 años, con un promedio de edad de 41 años.
El 82 % de las encuestas fueron realizadas por mujeres y el 80 % tiene estudios secundarios completos, con un nivel socioeconómico medio.
Los resultados más relevantes fueron:
Durante el aislamiento social (AS) disminuyó la frecuencia de salidas a comprar, un alto % acató las recomendaciones de no circulación y de quedarse en casa.
Los 7 productos que mencionaron como prioritarios en el momento de hacer las compras fueron: carnes, frutas y verduras, lácteos (principalmente leche), artículos de limpieza (principalmente lavandina), fideos/harinas, artículos de higiene personal (principalmente jabón y alcohol) y panificados.
No existieron grandes cambios en los hábitos alimentarios, siendo lo más significativo el aumento en el consumo de harinas.
La compra de comida por “delivery” disminuyó durante el AS. Esto se podría relacionar a múltiples factores como: desconfianza en el hecho de pedir comida en esta situación de pandemia, tener más tiempo para cocinar en el caso que se trabaje desde casa y también por economía.
El 70% llevaba una dieta saludable antes del AS, ese porcentaje bajó un 10%.
Más del 50% consideró que su dieta se ubica “No tan lejos” de la dieta ideal, tanto antes como durante el AS.
Al tener más tiempo en sus casas, para preparar sus alimentos, esto les permite ser más conscientes de lo que preparan o consumen.
El 56% está totalmente de acuerdo con que “Aún en esta situación podría alimentarme mejor”.
Un 55% considera que “El factor económico es crucial para alimentarse saludablemente”.
El 70% está totalmente de acuerdo con la frase “Siempre creí (antes y ahora) que lo ideal es comer de todo en forma moderada”
Disminuyó la actividad física en un 10%.
El 69 % que realizaba actividad física de 2 a 3 veces por semana antes del AS, bajó en un 13 % durante el AS.
Si bien las razones más mencionadas por las que realizaban actividad física antes y durante el AS fueron: “salud física” y “salud mental”, esta última aumentó durante el AS.
Las actividades más mencionadas, realizadas durante el AS fueron: limpiar la casa, cocinar, mirar televisión, series y/o películas.
Las frases, conceptos e ideas mayoritariamente mencionadas por las/os participantes asociadas al AS fueron:
desear que termine y volver a la normalidad situación que va a generar cambios individuales y en la sociedad alteró la alimentación (a veces para bien, otras para mal) extrañar (encuentros con amigos, ver a la familia, vínculos, hábitos en general, contacto social, libertad) preocupación económica incertidumbre/preocupación/ansiedad/miedo.
PERSONAS RESPONSABLES DEL ESTUDIO:
Grupo del Área de Investigación
ISETA (CIC-CONICET).

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