[27 de agosto de 2011]
* Siendo aún un niño ingresó en el periódico y publicidad “El Imparcial”, donde permaneció hasta que se incorporó en la Policía de la Provincia.
* Cantor de vocación, amante del tango, se destacó en 9 de Julio entre los integrantes de la Orquesta Típica “Fénix”.
* En Mar del Plata también actuó en varios escenarios y cultivó la amistad con reconocidas figuras del ambiente.
* De trato cordial y sincero, el tango también le regaló muchos amigos.
Cuando recorremos la historia de la música en 9 de Julio, en sus distintas expresiones, géneros y estilos, afortunadamente, encontramos auténticos artistas que han prestigiado el nombre de la comunidad, tanto dentro como fuera de los límites geográficos de la ciudad. Edilio “Coco” Tabarez es uno de esos cantores que, con verdadera vocación, se insertó en el mundo del tango, alcanzando un buen nivel artístico y pudiendo mostrar su arte tanto en los escenarios de 9 de Julio, en pueblos de la zona, como en Mar del Plata.
Nacido en 9 de Julio, el 25 de agosto de 1935, en la calle Santa Fe entre Río Negro (hoy Cardenal Pironio y Tucumán), en el hogar formado por Miguel Edilio Tabarez y María Borda.
En aquellos tiempos, era común que los partos se realizan en la propia casa, asistidos por una obstetra o por alguna vecina caracterizada. En efecto, cuando nació “Coco” fue recibido por Doña Manuela Toribio, aún recordada por muchos que hoy peinan canas, pues asistió en esta ciudad a infinidad de alumbramientos.
En el barrio de la calle Santa Fe transcurrió gran parte de la infancia de “Coco” Tabarez. Allí aún se conserva la casa donde nació y residió en los primeros años de su vida. También, siendo niño, vivió en el campo, cuando su padre trabajó en la estancia de don Juan Carlos Bibiloni.
Posteriormente, junto a sus padres se trasladó a la ciudad de Buenos Aires y retornó a 9 de Julio al cabo de algunos años retornó a su ciudad natal.
EN EL PERIODICO Y PUBLICIDAD “EL IMPARCIAL”
Contaba apenas siete años cuando ingresó a trabajar en el periódico “El Imparcial”, propiedad del gran educador José Gerardo García y de sus hijos Emilio, Gerardo y “Tito”. Entonces, sus instalaciones se encontraban ubicadas en la avenida Vedia entre San Luis (hoy Cavallari) y Tucumán, en el edificio donde antes había funcionado la imprenta de otro destacado periódico, “El Liberal”, del socialista Miguel Navello.
En esa época, además de funcionar el periódico, existía con la denominación de Publicidad “El Imparcial” una emisora entre las primeras que se acercaron a un proyecto de temprana radiodifusión. Allí también compartió su labor con otros dos figuras nuevejulienses vinculadas a aquella primitiva publicidad, Raúl Castell y Juancito Amerio.
CON LA MUSICA EN EL ALMA Y EN CORAZON
“Coco” Tabarez sintió su vocación hacia la música siendo muy joven. En ese tiempo ya vivía en la calle San Luis y avenida Río Uruguay (hoy Cavallari y Tomás Cosentino) y, en su barrio, había otros cultores del arte del canto o de la música, tales como el bandoneonista “Coco” Amor, el cantor “Pirulo” Distefano y el guitarrita “Aparato” Bustamante, entre otros, con quienes se inició.
“Coco” junto a Destefano, Amor y Bustamante, compartió algunos escenarios y eventos sociales, tales como las Fiestas Patronales de Dennehy, que solían festejarse con gran despliegue. Asimismo, era aquel el tiempo en que se acostumbraban a dar serenatas, una hermosa práctica que el devenir de los años hizo que se vaya perdiendo.
“Coco” Tabarez trabajó en el periódico “El Imparcial” hasta la disolución de la firma, en 1955. Luego, los antiguos propietarios del aludido medio de prensa junto a Benitez instalaron, en el mismo lugar donde funcionaba el anterior, una grabadora, que fue bautizada con el nombre de “Minerva”.
De se tiempo “Coco” recuerda la grabación de una presentación realizada en ocasión del lanzamiento del Sputnik 1, ocurrida el 4 de octubre de 1957. En ese momento, su voz quedó grabada en el disco, acompañado por “Tito” Utello en bandoneón, Emilio García en contrabajo y Julio Cruz en violín.
EN LA ORQUESTA TIPICA “FENIX”
Horacio Cardinale junto a Julián Escobar eran los cantores de la Orquesta Típica “Fénix”, dirigida por Atilio “Tilo” Giannoni, un conjunto musical que trazó una dilatada y eximia historia artística en 9 de Julio. A raíz de que Escobar se retiró, a instancias de Cardinale, “Coco” Tabarez ingresó a la Orquesta “Fénix” como cantor.
En esa época integraban la Orquesta, entre otros, Mascheroni, Cascallar, “Pichirica” Utello y el “Negro” Citro, como bandoneonistas; “Tilo” Giannoni, Fernández y Citro (otro hermano), violinistas; Delfor Castearena y Porota de Giannoni (esposa del director).
“Coco” aún recuerda su primer encuentro con los integrantes de la Orquesta “Fénix”: “Una mañana –relata- Horacio Cardinale fue a ‘El Imparcial’ para invitarme a participar de un asado que se realizaría por la noche. En ese momento, todas las noches, una vez finalizada la audición de la publicidad, vamos con Raúl Castell a cenar al bar del Hotel Sarmiento, que estaba ubicado frente a la estación del ferrocarril”.
“Esa noche -prosigue-, junto a Raúl Castell, Horacio Cardinale nos llevó, en realidad, no a participar de ese asado sino a la casa de ‘Tilo’ Giannoni, ubicada en la calle Tucumán entre Río Negro y Tucumán, donde estaba ensayando la Orquesta ‘Fenix’. Ingresamos a la casa y allí estaban los músicos”.
En esa oportunidad, acompañado por los hermanos Citro (violín y bandoneónn respectivamente) y “Porota” Giannoni (piano) ensayó por primera vez ante el director, “Tilo”.
Su debut con la Orquesta “Fénix” fue en el salón del “Plaza Hotel” (que estaba ubicado en la esquina de Yrigoyen y avenida Mitre, donde hoy se encuentra el Banco de Galicia), en la noche en que era elegida la “Miss 9 de Julio”.
Algunos años después, Horacio Cardinale sufrió un accidente y, al poco tiempo, falleció. La Orquesta se fue disgregando hasta llegar a disolverse.
“Tilo” Giannoni que, por entonces era encargado de la Oficina de Electrotécnia municipal, recibía los permanentes pedidos de la gente para que volviera a organizar la orquesta. En consecuencia, no tardó en volver a constituirla, reuniendo a todos los músicos y a “Coco” Tabarez como cantor junto al recordado “Tito” Bianchi.
Para ese entonces ya había surgido el conjunto “Los Zorros Grises”, que hacía un estilo de tango que se asemejaba al de Pugliese; mientras que el de “Fénix” era más “picado”, al estilo de Juan D’Arienso.
“Coco” como cantor de la Orquesta “Fénix” actuó en muchísimos bailes, a los que eran contratados.
EN MAR DEL PLATA
Cuando contaba veintidós años, “Coco” se incorporó a la Policía de la Provincia, en cuya fuerza, después de treinta y tres años de servicios se acogió a los beneficios de la jubilación. En cierta ocasión, fue destinado al operativo en Mar del Plata. Allí, en un salón de la calle Entre Ríos, conoció un cuarteto de tango y a la cantante Julia Vidal, quien lo invitó a cantar.
En esa oportunidad la orquesta lo contrató y siguió con ellos durante un tiempo, en el cual pudo conocer a grandes artistas del ambiente, de la talla de Horacio Salgán, Edmundo Rivero y el Polaco Goyeneche, con quienes compartió una sincera amistad. Del mismo modo le cupo cantar, Luis Correa y Mabel Gamiso “la alondra del Tango”.
Cerca de la intersección de las avenidas Constitución y Jara, en Mar del Plata, existía otro salón frecuentado por el ambiente tanguero, llamado “Los del ‘40”. Allí actuó “Coco” en muchas ocasiones, pudiendo conocer personalmente a María Marta Serra Lima, Hugo Del Carril y Estela Rabal.
PALABRAS FINALES
En 9 de Julio, “Coco” Tabarez fue, asimismo, presentador de la Orquesta “Los Zorros Grises”, junto a la cual no faltaron oportunidades para que su voz engalanara las veladas con algunas piezas. Después, “Coco” formó una dupla junto a Hugo Alcides Cornetta, con quien pasó por varios escenarios.
“Coco” formó su hogar junto a Blanca Ida Moreno, su esposa, fallecida hace unos tres años. De esa unión nacieron tres hijos, dos varones y una mujer. Además, “Coco” hoy disfruta del cariño de sus once nietos y de una bisnieta.
“Coco” Tabarez es un cantor de alma, forjado en la guardia vieja del tango. Pertenece a aquella generación de cantores que nacía en el barrio, amando el tango y transmitiéndolo con el mismo amor y con la intensidad con que la música ciudadana cautivaba sus vidas.
