En un artículo de revisión científica recientemente publicado, respaldado por 63 publicaciones nacionales e internacionales, se da cuenta de la presencia de plaguicidas de uso agropecuario (PA) en vectores claves para el sostenimiento de una vida saludable, como son el aire, el suelo y el agua. El artículo es autoría del Ing. Guillermo Hough.
Los PA, también conocidos como agrotóxicos o fitosanitarios, son utilizados por la agroindustria para combatir hierbas (herbicidas), hongos (fungicidas) e insectos (insecticidas). No hay datos oficiales ni privados sobre la cantidad de PA utilizados en
la Argentina. La FAO estima que se utilizan 6,3 kg/ha-año y 2,8 kg/ha-año, en la Argentina y EEUU; respectivamente. Para dar un ejemplo, en el Partido de 9 de Julio- Buenos Aires se cultivan aproximadamente 300 mil has con uso intensivo de PA; o sea que por año se vuelcan sobre el Partido aproximadamente 1900 toneladas de PA. De la cantidad que se aplica, se estima que entre el 40% y el 90% no llega al objetivo; o sea que derivan hacia vectores ambientales. Siendo conservadores, se puede decir que por año el aire, suelo y agua del Partido de 9 de Julio se contaminan con 950 toneladas de PA.
En el artículo publicado en el último número de la Revista Ciencia Digna (versión completa disponible en:
https://uccsnal.org/revista_ciencia_digna/) se cubren los siguientes destinos ambientales:
– Aire: gas, líquido-vapor y polvillo respirable;
– Suelos: agropecuario, lindantes, y polvo en hogares;
– Agua: cuerpos de agua, sedimentos, subterránea y lluvias.
Como concluye Guillermo Hough, autor del artículo: “En cada una de las investigaciones donde se han buscado PA en los vectores referidos, en mayor o menor medida, se han encontrado.” Se pueden dar algunos ejemplos:
* En aire, de los 20 PA considerados críticos, se encontraron los 20 en pulseras llevadas por argentinos en zonas rurales.
* Se detectó el herbicida atrazina en la totalidad de los pozos de agua analizados en escuelas rurales de la provincia de Buenos Aires.
* En suelos agrícolas de Entre Ríos, se encontró glifosato en la concentración más alta reportada en el mundo; demostrando que antes de que se degrade, recibe una nueva aplicación, por lo que se torna un compuesto seudo-persistente.
* 193 PA fueron investigados en 64 muestras de cuerpos de agua (arroyos, canales, zanjas, ríos, lagos y estanques) ubicados en zonas de actividad agrícola de 10 países europeos y de Argentina. La Argentina fue el país con la concentración total de PA más
alta. En consecuencia, fue el país que tuvo el mayor índice de riesgo ambiental para la salud humana y acuática.
* En centros de cuidado infantil de California, EEUU, la frecuencia y concentración de insecticidas de uso agropecuario encontrados en el polvillo de felpudos y alfombras estuvieron relacionadas con la locación (zona agropecuaria) y la proximidad a
campos pulverizados.
La agroindustria forma parte de las actividades humanas que generan zonas de sacrificio, tanto en las zonas agropecuarias en sí, como en vectores afectados por la actividad, como el aire, suelo y agua. Hough señala que “Las comunidades inmersas en el
sistema están confinadas a una zona donde la protección de la salud pública, el ambiente y la biodiversidad está suspendida para favorecer la actividad agroindustrial a corto plazo”. La solución propuesta es un cambio de modelo, del agroindustrial al agroecológico, ya que este último resulta una alternativa social y económicamente viable para que las poblaciones, incluidas las de bajos recursos, tengan acceso a una dieta saludable y sustentable.