El párroco dirigió un profundo mensaje a los fieles
El pasado domingo, la Iglesia Católica, conmemoró la Solemnidad de Corpus Christi. En este marco, en la ciudad, hu- bo varios oficios litúrgicos.
La celebración central tuvo lugar en la Iglesia Catedral donde fue oficiada la San Misa, presidida por el cura párroco del templo catedralicio, Guillermo Gómez. Finalizada esta, fue conformada por los asistentes una procesión en torno a la Plaza «General Belgrano».
Durante la homilía, el cura párroco dirigió un sustancioso mensaje a la comunidad parroquial, haciendo alusión a diferentes cuestiones y problemáticas que son propias de vida de una comunidad eclesial.
«SALIR DE NUESTRAS COMODIDADES»
Al comenzar su mensaje, el sacerdote recordó que «Corpus Christi («Cuerpo de Cristo») o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, es una fiesta de la Iglesia católica destinada a celebrar la Eucaristía; su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de los creyentes en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento, dándole públicamente el culto de adoración».
Entre otros conceptos, el sacerdote, exhortó a la feligresía a «Caminar».
«Con esta acción -añadió- queremos expresar el urgente llamado que nos hace el Señor a ponernos en movimiento, a ponemos de pie, a levantarnos, a dejarnos curar de nuestras parálisis, a salir de nuestras comodidades, zonas de confort, a las ideas fijas o estructuras que nos hacen sordos o nos cierran a la voz de Dios y responder a la misión que Dios nos ha encomendado.
«LOS EXCESOS DE PROTAGONISMO»
Al reflexionar acerca de la vida parroquial, el padre Guillermo, incentivó a los fieles a «crecer en la comunión de la Parroquia con los Grupos, movimientos, pequeñas comunidades y comunidades religiosas».
«Necesitamos -agregó- favorecer el encuentro, el respeto, la generosidad y el aprecio mutuo así como acoger y educar en la diversidad, promover la convivencia y trabajar, favoreciendo la participación de todos. Pido por quienes estamos llamados a pastorear la parroquia de 9 de Julio para que nuestro propio pensamiento, sensibilidad o líneas pasto- rales, no impidan la presencia en la parroquia de los carismas que proponen los diversos movimientos, grupos y pequeñas comunidades».
En el mismo sentido, hizo hincapié en evitar «los excesos de protagonismo» de manera que nadie acapare las acciones pasto- rales, o los espacios en la vida de la comunidad, «que lleve a otros fieles a pensar que tienen un lugar secundario en la vida de la Iglesia, que tiene menos valor su participación». Subrayó, en igual todo, que «los excesos de protagonismo». no debe ser «un obstáculo para que todos los bautizados sientan que la Iglesia es su casa, la Casa del Padre, la Casa de los hijos, la casa de los hermanos que tienen una misma dignidad».
IDENTIDAD PARROQUIAL
El padre Guillermo Gómez, en otro pasaje de su homilía, pidió a los fieles, tener «identificación plena con la comunidad parro- quial», de tal manera que «su participación y esfuerzos queden limitados a su grupo, asociación, movimiento, y no se sienta corresponsable de la parroquia o parte de ella y olvide que de todos depende que sea una comunidad viva, instrumento de unidad, santificación y salvación de los hombres».
«Se trata de armonizar los diferentes carismas presentes en una comunidad parroquial, de manera que se encuentren, se conozcan y pongan al servicio de todos, lo que a cada movimiento lo hace diferente», dijo.
BUSCAR
EL BIEN DEL OTRO
Más adelante, en su alocución, el padre Gómez, pidió a la comunidad eclesial de su parroquia, tener «mayor sensibilidad ante las necesidades de los demás».
«Quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien», expresó.
